OPINIÓN
La disponibilidad de energía renovable a un costo competitivo es fundamental para la viabilidad de proyectos de hidrógeno verde.
El 14 de junio, el gobierno presentó la hoja de ruta para el desarrollo de hidrógeno verde de Uruguay, con una gran expectativa de empresas, la academia, prensa y demás, que hace recordar a los inicios de la primera transición energética en Uruguay.
En aquella primera transición, que incluyó la instalación de parques eólicos, parques de energía solar fotovoltaica y plantas de biomasa, se invirtieron más de 4.5 mil millones de dólares, y se generaron miles de puestos de trabajo, directos e indirectos, considerando las fases de desarrollo, construcción y operación y mantenimiento de dichos proyectos.
Ahora, el país tiene por delante una nueva oportunidad, que es posible gracias a la apuesta anterior, que posicionó a Uruguay en un lugar privilegiado en el mundo, como el segundo con mayor componente de fuentes renovables no convencionales en su matriz de generación eléctrica. El entusiasmo es palpable, con paneles y eventos casi semanales, interés de empresas internacionales, y cursos sobre hidrógeno verde, como el desarrollado por el Observatorio en mayo.
Un breve repaso
El hidrógeno verde es un combustible que se genera a través de un proceso químico conocido como electrólisis. En este proceso que se realiza mediante un equipo conocido como electrolizador, se utiliza la electricidad (de fuente renovable) para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. El hidrógeno verde es un “vector energético” muy versátil: se puede usar directamente (por ejemplo, en transporte de carga terrestre) o para producir (mediante procesos químicos adicionales) fertilizantes “verdes” o combustibles “verdes” como el metanol o amoníaco, que pueden utilizarse para descarbonizar (o sea reducir las emisiones de dióxido de carbono generadas) en el transporte aéreo, marítimo y más.
Todo comienza con la energía renovable
Según el banco de inversión Lazard, un 30% a 60% de del costo de producción de una planta de generación de hidrógeno verde de escala media o grande, es la electricidad. El siguiente factor de importancia es el costo del electrolizador, que se espera que se reduzca fuertemente a medida que la producción escale. Hay otros costos relevantes en un proyecto de hidrógeno verde, como los de desarrollo (permisos, asesores, etc.), costos iniciales como el terreno y obras civiles y eléctricas, costos de mantenimiento y seguros. Pero los costos de la energía renovable y del electrolizador son preponderantes.
La disponibilidad de energía renovable a un costo competitivo es, por lo tanto, fundamental para la viabilidad de proyectos de hidrógeno verde. Y en esto Uruguay se posiciona muy bien internacionalmente. Por un lado, los primeros proyectos de hidrógeno verde en el país podrán consumir (si es necesario, porque podrán instalar parques propios también) electricidad ya disponible en la red eléctrica del país, de fuente renovable. Por otro lado, el país cuenta con un gran potencial para instalación de nuevos parques eólicos y solares: buenas condiciones para las renovables y además la posibilidad de que parques eólicos (que generan más de noche y en meses fríos) y solares (que generan de día y más en los meses cálidos) se complementen entre sí.
La hoja de ruta del hidrógeno verde en Uruguay
La hoja de ruta presentada por el gobierno, que fue elaborada con el apoyo de la consultora McKinsey y con la participación de empresas, el sector académico y la sociedad civil, busca que Uruguay se convierta en un país líder en producción y exportación de hidrógeno verde y divide el desarrollo de hidrógeno verde en el país en tres etapas.
La primera etapa, hasta 2024, busca impulsar el mercado doméstico y preparar el camino para los primeros proyectos de exportación. Durante esta etapa, se espera que se desarrollen 1 o 2 proyectos a pequeña escala, que podrían surgir con el apoyo del Fondo Sectorial de Hidrógeno Verde convocado por ANII, al cual se presentaron (según indicó el ministro Omar Paganini en evento de la Cámara Alemana) 10 proyectos. En esta etapa será necesario un trabajo intenso en preparar aspectos como regulación, permisos y demás, para que los proyectos puedan implementarse en tiempos ágiles (algo fundamental en la “carrera” del hidrógeno verde, donde muchos países están participando).
La segunda etapa, de 2025 a 2029, busca una mayor escala en el mercado doméstico y además, que estén operativos los primeros proyectos de exportación (que podría ser de derivados como el metanol verde o el amoníaco verde). En esta fase se estiman 3-4 proyectos de mediana escala y 1-2 de escala grande.
Luego entre 2030 al 2040, hay una tercera etapa, que sería de consolidación. Para esta fase, la hoja de ruta estima la instalación de 20 GW de energías renovables y 10 GW de electrolizadores. La instalación de 20 GW de generación eléctrica a partir de fuentes renovables no convencionales (probablemente eólica y solar), significaría instalar 10 veces más que la potencia actual que tiene Uruguay en estas fuentes. Si bien se trata de una instalación sustancial para un país como Uruguay, el potencial es aún mayor, considerando no sólo el potencial en tierra sino también la posibilidad de instalar plantas eólicas (y solares) en el mar.
El potencial en cifras
Según la hoja de ruta, para el año 2040 el hidrógeno verde (y sus derivados) podría generar ingresos para el país de 2.100 millones de dólares anuales, así como la creación de 35 mil puestos de trabajo entre las fases de construcción, operación y mantenimiento y demás. Estos serían puestos directos; se crearían además miles de puestos indirectos. Para poner en contexto, el monto exportado sería mayor a lo que Uruguay exportó en celulosa en 2021 (1.576 millones de dólares), aunque por debajo del principal rubro de exportación del 2021, la carne bovina (2.433 millones de dólares).
Las posibilidades son enormes y, similarmente a lo ocurrido con la inversión en energía renovable no convencional en la primera transición energética, en un mundo preocupado y ocupado con la descarbonización para mitigar el cambio climático, seguramente se abrirán nuevas oportunidades que hoy no es fácil dimensionar.
(*) Ignacio Estrada, investigador del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable (UCU).
Fuentes:
• Miem, Hoja de Ruta del Hidrógeno verde en Uruguay, 2022. https://drive.google.com/file/d/1mRlc_bAv7FSeDVwl0Etjz4gexYtHUB3i/view
• OIT, Uruguay: Empleos Verdes en el Sector de las Energías Renovables, 2017.
• Uruguay XXI, Oportunidades de Inversión: Energías Renovables, 2020.
Uruguay XXI, Exportaciones incluyendo Zonas Francas, 2022.