Índice líder confirma la expansión de la economía uruguaya en el primer cuatrimestre del año

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Foto: Getty Images

TEMA DE ANÁLISIS

Superado el nivel de actividad prepandemia, la economía uruguaya continuó su crecimiento en enero-abril.

La economía crece, avanza en producción y en ventas al exterior. El impulso comenzó con fuerza el año pasado y se prolonga a este año. Uruguay retoma tasas de crecimiento consolidado, con un mercado laboral de baja desocupación y con un nivel de precios que presiona e inquieta a la dirigencia política y a los consumidores.

La salida de la crisis sanitaria fue con recuperación pujante, pero no fue fácil. Uruguay venía, a mediados de 2019, con una economía estancada desde 2015, cuando comenzó una recesión que se agravó en marzo de 2020 con la irrupción del Covid-19.

El 2015 había marcado el fin de un ciclo de fuerte y prolongado crecimiento; la economía se frenó y hubo baja de producción; luego quedó en un nivel que incomodó a las familias que vieron pérdida de empleo. El poder adquisitivo de las familias uruguayas se deterioró en 2018 y 2019, y se desbarrancó en 2020.

La mejora de 2021 y la continuidad en 2022 implica volver a un escenario que no era bueno, pero si el crecimiento se prolonga, eso se hará notorio en las finanzas de los hogares.

El Índice Líder de CERES (ILC) —anticipador de tendencia en la actividad— confirmó, con cuatro subas mensuales consecutivas, que el 2022 comenzó con el dinamismo que registraba la economía a fines de 2021.

La economía uruguaya crece sostenidamente desde hace un año. Logró retomar niveles similares a 2019 en el tercer trimestre de 2021 y siguió en una senda firme de crecimiento sobre el final del año. En el comienzo de 2022, el ILC muestra que la economía sigue firme al alza (Figura 1).

Un indicador complementario al ILC es el Índice de Difusión, que muestra la proporción de las variables del ILC que registraron tasas positivas en cada mes. En abril fue 70%, mientras que, en los primeros tres meses del año, había sido 60%.

El agro: motor de la recuperación

El sector agropecuario permanece como uno de los principales motores para la economía nacional. La persistencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania prolonga los problemas de oferta global en materias primas y los precios históricamente altos incentivan grandes volúmenes de producción (Figura 2). Además, la demanda internacional permanece firme en abril con aumentos interanuales de exportaciones a China (26%), Brasil (38%), Argentina (99%) y Estados Unidos (18%).

En abril las solicitudes de exportación, incluyendo zonas francas, fueron 28% mayores a abril de 2021. En el acumulado anual, crecieron 34,5% con respecto al primer cuatrimestre de 2021 (Figura 3). Hubo fuertes aumentos en carne bovina, soja, celulosa y madera.

Se estima que, en la actual zafra de soja —que ya empezó a cosecharse en Uruguay— el ingreso de divisas por exportaciones sea cercano a los US$ 2.000 millones, cifra superior al récord alcanzado en 2013. Los precios altos para esta cosecha sirven también para solventar los costos de flete y fertilizantes que se encarecieron extraordinariamente en el último año, más aún con el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Por su parte, la colza sigue mostrando valores récord (actualmente cercanos a US$ 750/tonelada), lo que explica el crecimiento proyectado en el área de siembra para el invierno, mientras que el trigo y la cebada quedarían estables.

En cuanto al mercado ganadero, en abril, las exportaciones de carne fueron 62% superiores al mismo mes de 2021. El precio de exportación del novillo gordo está en un máximo histórico, cercano a los 5,5 US$ el kilo, y la faena de vacunos en abril fue la mayor para ese mes desde 2010.

El desempeño positivo también se mostró en otros sectores. En dólares, Uruguay exportó en abril 13% más en productos lácteos en comparación con igual mes de 2021; en tanto, las exportaciones de celulosa fueron 28% superiores, y las de madera estuvieron 26% por encima.

Construcción firme con grandes obras

La construcción es uno de los sectores que empujó la recuperación de la actividad y continúa en buenos niveles, luego de la caída de marzo y abril 2020. La situación actual del sector está muy ligada a las obras relacionadas a la construcción del Ferrocarril Central y la planta de UPM-2.

Industria Manufacturera pisa fuerte

La producción industrial lleva varios meses por encima de los niveles prepandemia. La evolución es heterogénea y el impulso está en las ramas del sector exportador.

La producción industrial se ubicó en febrero 11,1% por encima de los niveles prepandemia, y el núcleo manufacturero (sin refinería ni zonas francas) fue 14,7% superior (Figura 4).

Movilidad supera la caída

La movilidad, en promedio, superó la caída sufrida en el comienzo de la pandemia.

La cantidad de vehículos que atravesaron todos los peajes del país, así como la venta de combustibles, lograron una recuperación completa en los últimos meses. Puntualmente, la venta de nafta fue 3,4% mayor en el primer cuatrimestre del año, en comparación con igual periodo de 2019, y 7,2% mayor en el caso del gasoil (Figura 5). En tanto, el movimiento de ómnibus en la terminal de Tres Cruces en abril fue similar al de principios de 2020 (-5,6%) y la venta de boletos en Montevideo y zona metropolitana, en marzo, estuvo 12,6% por debajo, ambos desestacionalizados.

Consumo y comercio los más castigados

A pesar del buen desempeño de buena parte de los sectores de la economía, el consumo interno no presenta el mismo dinamismo que la actividad. El salario real en marzo fue 5,2% inferior a febrero 2020, afectado aún más en los últimos meses por la elevada inflación internacional. Las ventas en supermercados, vestimenta y electrodomésticos no logran volver a niveles de 2019. En este sentido, las ventas en shoppings fueron 14% menor en el primer trimestre de 2022 que en igual período de 2019, en términos reales.

En tanto, la recaudación de IVA en términos reales creció 12,1% en enero-marzo, interanual, y fue también mayor al primer trimestre de 2019 (14,5%). En esta línea, las compras de autos 0km superaron por amplio margen los guarismos de años anteriores en el primer trimestre del año (5,5% contra 2021 y 35% contra 2019).

En conclusión, el Índice Líder de Ceres adelanta que la actividad económica siguió, en el comienzo del año, con la tendencia alcista con la que viene desde abril-junio de 2021. El contexto internacional es complejo, la demanda por las exportaciones uruguayas se mantiene firme y los precios acompañan. Sin embargo, el consumo interno no consolida una recuperación, a pesar de que en marzo hubo cerca de 30.000 personas empleadas más que previo a la llegada del Covid-19 a Uruguay.

El desafío está en consolidar el crecimiento en los próximos meses, tanto de la actividad como del empleo, y así comenzar la senda de recuperación del poder de compra de la mano de una baja sostenida de la inflación.

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