Uno de los aspectos clave de la estrategia del gobierno de Javier Milei en Argentina pasa por la posibilidad derepatriar capitales que salieron del país en períodos previos, para lo cual logró la aprobación parlamentaria del blanqueo y los cambios en el impuesto de bienes personales. Para el experto tributarista argentino César Litvin, las medidas aprobadas “son muy atractivas para quienes tienen sus capitales fuera del país”; sin embargo, tiene dudas acerca de si “todos querrán volver”. En esa línea, admite que “no será sencillo” repatriarlos capitales que se radicaron fiscalmente en Uruguay, “que no serán muchos en número, pero sí son de mucha fortuna”, explicó. “Las franquicias fiscales que da Uruguay son incomparables”, afirmó, a pesar de las ventajas otorgadas para su retorno a Argentina. Litvin comentó que en su estudio “ha habido muchas consultas sobre las condiciones para retornar al país, pero no todos están decididos a hacerlo y muchos, directamente, se quieren quedar en Uruguay”, subrayó. En paralelo al blanqueo, Argentina recibirá a fines de este mes el primer reporte deintercambio de información automática con Estados Unidos, respecto a inversores que tuvieron activos financieros en ese país durante 2023. “El gobierno tiene mucha expectativa con el retorno de quienes se refugiaron en Estados Unidos”, aseguró. A continuación, un resumen de la entrevista.
—¿Qué está pasando con las medidas fiscales dispuestas por el gobierno argentino y los capitales que están en el exterior?
—Primero que nada, hay que decir que las franquicias que dan las vacaciones fiscales en Uruguay son incomparables contra cualquier régimen tributario. O sea, Uruguay es el mejor país del mundo, impositivamente hablando, para quien logra las vacaciones fiscales por diez años.
—Y a esos argentinos que optaron por acogerse a las vacaciones fiscales en Uruguay, ¿los intenta conquistar el gobierno argentino con las nuevas medidas?
—Lo que Argentina ha logrado con este paquete fiscal es intentar atraer nuevamente a los que se fueron por la exorbitante carga fiscal que existió en el país con el gobierno anterior. Hablamos de un impuesto patrimonial como bienes personales, que llegaba a una alícuota del 2,25% y en muchos casos, esa alícuota era confiscatoria; además, en el 2020 crearon un impuesto a la riqueza que se contraponía también con el mismo impuesto a bienes personales, que llegaba a alícuotas del 5,25%. Quiere decir que Argentina, en el período anterior, por la enorme carga impositiva existente, hizo que mucha gente pensara en cambiar de residencia fiscal. Y uno de los lugares elegidos, básicamente fue Uruguay.
—Pero, ¿qué se logró con el paquete fiscal recientemente aprobado que incluyó cambios en esos impuestos?
—Allí hay dos situaciones muy interesantes. La primera es que, si alguien que ya no es residente, pero lo fue en algún momento, quiere volver a Argentina y entrar en el blanqueo, lo puede hacer. Puede entrar en el blanqueo, pero el requisito es que pasa de hecho a ser nuevamente contribuyente argentino a partir del 1º de enero de 2024, y recién puede volver a irse de la Argentina, de su residencia fiscal, a partir del 1º de enero de 2025. Con lo cual, es una alternativa con condiciones, si quiere entrar en el blanqueo.
De la misma manera, hay una reforma muy importante en bienes personales, que fue el impuesto por el cual mucha gente se fue, donde además de bajar bienes personales a una alícuota mucho más razonable, que es una máxima del 1,5% para el 2023, e ir reduciéndose en un 0,25% año a año, hay una opción muy atractiva para los que quieran pagar cinco años juntos el impuesto de bienes personales y, dentro de esa opción, también pueden estar incluidos los que quieren volver a Argentina. El motivo por el que se fueron ya no existiría, teniendo en cuenta que bienes personales se puede pagar cinco años juntos con muchos atractivos.
—¿Cuáles son esos atractivos?
—Primer atractivo, una alícuota del 0,45 anual por los cinco años. Segundo atractivo, se toma el valor del 2023. Tercero, los incrementos patrimoniales que tenga en 2024, 2025, 2026, 2027, ya no se pagan, porque se pagaron cinco años juntos. No tiene que presentar declaraciones juradas ni pagar anticipos hasta el 2028.
Y algo muy relevante, lo que le da más seguridad jurídica, o sea, se establece una estabilidad fiscal.
—¿Qué significado tiene esa estabilidad fiscal?
—Lo que ocurre es que el contribuyente que opta por este plan de pagar 5 años juntos, tiene asegurada una estabilidad fiscal de tal manera que, cuando vuelva a pagar el impuesto, en el 2028 la alícuota no puede superar el 0,25%, una alícuota tope que la tiene asegurada hasta el 2038.
Con todo esto, podemos decir que, si bien no llegamos a las ventajas y los beneficios que tienen las ventajas fiscales que otorga Uruguay, igualmente es atractiva esta invitación a retornar. Y el impuesto por el que se fueron, ya no es un problema.
—¿Hay confianza en el blanqueo?, hay antecedentes que no resultaron muy exitosos…
—El blanqueo más contundente fue el de Mauricio Macri, donde fueron esterilizados 116.700 millones de dólares, pero porque entraba en vigencia por primera vez el intercambio automático OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con 107 países, a partir del nuevo estándar referido al intercambio de información de cuentas financieras, con lo cual ya no era posible jugar a las escondidas y los grandes capitales ocultos ya no iban a estar tranquilos. Por eso entraron en el blanqueo de Macri.
Ahora, eso ya está blanqueado; la expectativa actual puede estar en aquellos que se refugiaron en Estados Unidos, teniendo en cuenta que ese país no daba información automática, sí a requerimiento, y se llegó a un acuerdo con Estados Unidos. Argentina ahora está dentro de la ley FATCA (Ley de Cumplimiento Fiscal de cuentas en el extranjero, por sus siglas en inglés) que es recíproco, y por primera vez recibirá el próximo el 30 de septiembre, la información de parte de Estados Unidos, sobre las cuentas cuyos titulares sean argentinos.
—En algunos medios argentinos se han hecho proyecciones acerca del monto de los capitales que se pueden repatriar con estas medidas. ¿Usted maneja alguna cifra en concreto?
—No es posible hacerlo. Es difícil saber, porque todo todavía está “en el horno”; no ha vencido blanqueo, está venciendo recién a fin de mes bienes personales… habrá que ver cómo sigue, cuál termina siendo la decisión de quienes tienen sus ahorros fuera del país, incluidos los que están en Uruguay.
—¿Es significativa la cantidad de argentinos que optaron por Uruguay?
—No se trata de tanta gente; no son tantos los que se fueron a Uruguay, pero si es un volumen importante en cuanto a los capitales. Los argentinos que se radicaron fiscalmente en Uruguay son de mucha fortuna. Individuos o familias con una capacidad de consumo e inversión muy importante, que Argentina quiere recuperar.
Hay una intención clara de Milei de intentar seducir a los que se fueron para Uruguay.
—Si las condiciones no son tan ventajosas como en Uruguay, ¿querrán volver?
—No todos. Porque algunos se acostumbraron a vivir en un país como Uruguay, más allá de los impuestos. Un lugar mucho más tranquilo, sin grandes sobresaltos, sin tanta inseguridad. Hay gente que estaría en ese “objetivo a repatriar”, que se siente cómoda allí y no piensa en volver.
—Eso, sumado a una diferencia que aún persistirá en materia impositiva…
—Claro. Imaginemos, el que tiene un portafolio en el exterior, y cuenta con el beneficio de las vacaciones fiscales en Uruguay, sobre ese dinero no paga nada. En cambio en Argentina va a pagar el 0.45, por más que lo pague por 5 años, pero va a pagar. Sin dudas es mucho menos de lo que tendría que pagar si no hubiesen aprobado esos ambos, pero todavía es difícil competir contra Uruguay.
Los capitales son mimosos, van a donde mejor los tratan. Y el “cariño impositivo” que les otorga hoy Uruguay no lo tienen en ningún lado.
Durante estos años hemos hecho muchos cambios de radicación, muchas bajas de residencias fiscales en Argentina, sobre todo durante el período más intenso de la pandemia; y ahora tenemos muchas consultas de gente que evalúa volver, que por lo menos lo está pensando. Pero hay otros tantos que no se lo plantean por el momento.
—En Uruguay hay elecciones; ¿un cambio de gobierno podría modificar la posición de los ahorristas argentinos radicados aquí gracias a los beneficios fiscales otorgados en este período?
—Eso no lo sé. La realidad es que muchos argentinos residentes en Uruguay están conformes con el gobierno actual, fueron recibidos con mucha cordialidad y muchas facilidades también. No sabemos qué puede ocurrir de futuro, espero que se mantengan los beneficios existentes, por lo menos eso es lo que desean quienes allí están radicados.