La importancia de los liderazgos políticos ante una larga lista de temas urgentes

Hasta el momento es difícil discernir entre las propuestas de los líderes, el sentido de urgencia requerido para salir del empantanamiento actual en materia de crecimiento.

Compartir esta noticia
Urnas en la Corte Electoral para Elecciones Internas de 2024
Urnas en la Corte Electoral para Elecciones Internas de 2024.
Foto: Leonardo Mainé/Archivo El País.

Nuestro evento electoral coincide con un escenario externo cargado de incógnitasaún sin buenas respuestas, desafíos referidos a la evolución de eventos regionales y apalancamiento de los precios de exportación incluyendo caídas sustanciales en algunos rubros como la soja y cereales. Como telón de fondo, nuestra economía crece poco (1,1%) desde hace una década, lo cual limita desde el pique la profundización de programas sociales para bajar la pobreza, así como aumentos salariales y pasividades sustanciales.

Por tanto, crecer más es la llave maestra que viabiliza el resto de las propuestas, algo que parece obvio pero que hasta ahora tiene categoría de mención pero no de prioridad. Sabemos que es un concepto elusivo, de poco gancho electoral, sin el poder de atracción de propuestas que ilusionan al votante con beneficios inmediatos aunque sean insostenibles.

En tal sentido, el ámbito externo sigue siendo una condicionante a tener en cuenta. Hoy presenciamos un hecho inédito e inesperado, por el cual la economía más grande del mundo pasó de una inflación del 9% al 3% en un lapso de poco más de dos años sin que transitara por un periodo recesivo, como era esperable. Hay ya algunas explicaciones como, el aumento de la inmigración y la productividad por el uso de Inteligencia Artificial, que habrían compensado el efecto contractivo de la suba extraordinaria de las tasas de interés de la FED, que de casi nulas pasaron al 5,75% en poco tiempo. La otra explicación es que la política monetaria no opera ante un impulso inflacionario generado por una disrupción de la oferta, en este caso impulsado por la pandemia del Covid 19 y la guerra en Ucrania, y una vez resuelto todo retorna a la normalidad anterior. Cualquiera fuera el caso, se espera el comienzo de una reducción de tasas de interés aunque no volverán a cero. Fruto de la desinflación, el apalancamiento de la demanda china, la resolución de disrupciones de oferta y clima favorable, los precios de la mayoría de los alimentos tienden a la baja convergiendo a una suerte de meseta, que augura niveles de precios más bajos que no ayudarán a potenciar nuestra tasa de crecimiento.

Por otro lado, la región tampoco acompañará por las mismas causas anotadas previamente y porque además, Brasil sigue atenazado en un modelo de crecimiento que limita su verdadero potencial de expansión económica. La salida de Argentina se dilata en el tiempo por la complejidad de la situación macroeconómica y los laberintos de su política doméstica.

Sin el empujón de eventos externos favorables que en el pasado sirvieron para potenciar crecimiento sin realizar reformas significativas que permitieran darle permanencia, lo esperable es continuar en el mismo trillo del crecimiento escaso e insuficiente para viabilizar muchas de las propuestas que andan en la vuelta. Muchas necesarias, otras con gancho electoral, sobre todo en el ámbito de la izquierda, pero inviables si no se generan más recursos a través de mayor crecimiento.

La mayoría de las propuestas preparadas por los cuadros técnicos de los partidos se superponen en temas como la disciplina fiscal, mantener baja la inflación, mejorar la inserción internacional, perfeccionar los ámbitos de formación de precios domésticos para evitar prácticas monopólicas —incluyendo desregulación de actividades, adaptar las normas de fijación salarial a las condiciones reales de las empresas— sobre todos las Pymes, y potenciar al sector educativo como palanca para mejorar a los ciudadanos en su condición de tales y potenciar la productividad a través de una mejor calificación de la mano de obra, que los capacita para desarrollar actividades con mayor valor agregado.

La pregunta que resta contestar es si la política y quienes actúan como sus líderes han tomado nota que estamos ante una singladura histórica donde, imperiosamente, debemos crecer más dentro de un entorno que en el mejor de los casos será igual al presente y con sesgo mayor de deterioro que de mejoría.

Hasta el momento es difícil discernir entre las propuestas de los líderes, el sentido de urgencia requerido para salir del empantanamiento actual en materia de crecimiento. Es cierto que también hay otras urgencias como el tema seguridad que compite con razón con el tema prioritario del crecimiento. Todo lo cual hace aún más complejo el desafío por delante de la nueva administración.

Esto nos lleva de la mano a otra pregunta que también está dentro del ámbito de la política. Será posible resolver estos desafíos a través de las formas tradicionales del ejercicio de la política entre gobierno y oposición, o será necesario agregar una componente adicional consistente en grandes acuerdos en temas básicos que trascienden administraciones, como la disciplina fiscal y la inflación, la inserción internacional, y las desregulaciones. Aunque es de otro palo, la seguridad debe integrar la lista.

Entrega de firmas de la campaña Afirma tus derechos
Entrega de firmas de la campaña Afirma tus derechos
Leonardo Maine/Archivo El Pais

Un tema obvio a incluir es la seguridad social, pero con un plebiscito en puerta, aun de no aprobarse sospecho que dejaría por el momento un ámbito adecuado para llegar a acuerdos de largo plazo como el propuesto. Lo cual no lo excluye del intento.

Quizás haya planteado una utopía. Pero la urgencia de los temas entre manos obliga a pensar fuera de lo convencional. Esto tiene más de llamador que de propuesta concreta en sí. Y en estas cosas, son los líderes quienes tienen la capacidad de recoger el guante.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar