La vigencia de “Las cuarenta”

A la luz del derrumbe de Silicon Valley Bank y la actitud de sus directivos, que se deshicieron de sus acciones poco antes de la debacle, Marcos Soto habla de “gestión responsable”.

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El cierre de Silicon Valley Bank
El cierre de Silicon Valley Bank
AFP

Marcos Soto (*)

“No pensar, ni equivocado, ¿para qué?, Si igual se vive, Y además corres el riesgo que te bauticen gil”
(Tango de Francisco Gorrindo - 1937)

Imagine por un instante que usted dirige una compañía, organización o equipo de trabajo. Desde luego se esperan resultados de esa responsabilidad que se le ha encargado. No le ha ido mal, le han renovado la confianza a lo largo del tiempo como lider o referente, y hasta se ha ganado cierto prestigio. Tanto es así, que le han premiado otorgando acciones o participación en el capital de modo de alinear sus intereses a los de los propietarios. Si su gestión es buena la compañía valdrá más, usted se verá beneficiado y el resto de los socios o accionistas también.

Pero como usted también sabe, nadie es infalible en esta vida, y aquella buena gestión quizás no sea tal, incapacitada de prever un cambio severo de condiciones en el contexto en que opera.

Bajo este último escenario, por su posición, cuenta con información privilegiada del deterioro acelerado de los resultados de la gestión de la cual usted es responsable. Sabe que en algún momento la situación se hará pública, con la inevitable destrucción de valor. Ese emprendimiento valdrá menos, y sus acciones caerán dastricamente. Cuando eso suceda, uno de los grandes damnificados será usted. Aquella participación que le habian otorgado, y que se había ganado en buena ley se pulverizará. Claro, usted tiene el privilegio de la información.

Puede previsualizar como su patrimonio caerá, o puede vender esas partipaciones en el mercado, porque en definitiva es probable que los compradores (futuros damnificados cuando todo se sepa) serán tantos, que las pérdidas quedarán diluidas en vez de cargarlas todas en sus hombros. Si ha llegado hasta aquí, puede preguntarse ¿usted que haría? Un buen ejercicio de consciencia. Dice más de nosotros lo que hacemos cuando todo va mal, que lo que decimos cuando todo va bien.

Dato no relato

El ex CEO del tragicamente famoso Silicon Valley Bank (SVB), Greg Becker, así como otros directivos del banco, vendieron sus acciones por un total de US$ 84 millones desde el 2021 hasta la quiebra. Solo Becker embolsó US$ 30 millones en ese período, dos semanas antes de que el desastre se hiciera público logró colocar US$ 3.6 millones. Todo parece indicar que lejos de ser un impulso desesperado e inconsciente por preservar su patrimonio, estaba en retirada presagiando la debacle de la que es responsable. Debacle que ni ve ni oye desde sus vacaciones en Hawaii.

La gestión responsable

Sin ánimo ni pretensión de marcar vara moral alguna, crei conveniente compartir el concepto de gestión responsable. Gestión a todo nivel. Lo que hacemos, lo que ejecutamos y lo que omitimos hacer, tiene efectos y tiene impactos. Buscados o no, queridos o no. Los resultados pueden ser buenos o no tanto, eso depende de demasiados factores. Pero de lo que no tengo dudas es que cualquier gestión y sus responsables, deben ser evaluados por cómo asumen las consecuencias de sus decisiones.

Cuando ocurrió lo del SVB escribí en mi cuenta de twitter: “cuando el barco se hunde, la ratas son las primeras correr” aludiendo a la venta de acciones pre-quiebra por parte de los directivos. Ese mensaje tuvo una respuesta: “pero si no lo haces, te tachan de gil”. Agrego: no pensar, ni equivocado ¿para qué?, si igual se vive.

(*) Decano de UCU Business, Universidad Católica del Uruguay.

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