Las relaciones entre Uruguay y China: datos, no relatos

Desmitificando la hegemonía china: su real relevancia en la economía uruguaya.

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Es innegable el meteórico ascenso económico de China en las últimas décadas, transformándose de una economía mayormente agraria a una potencia industrial y tecnológica, y de representar el 3% del PIB mundial en 1990 al 18%, posicionándose como tercer motor económico junto con EEUU y Europa.

Frente a este excepcional crecimiento, existen percepciones sobre el liderazgo chino en la región. La reciente publicación de Ernesto Talvi y José Pablo Martínez, "¿La Unión Europea y Estados Unidos han abandonado América Latina y China es el jugador dominante en la región? Del relato a los datos", plantea esta cuestión de gran relevancia para América Latina y, en particular, para Uruguay. Los autores, argumentan que dicha percepción carece de respaldo empírico. Esto nos lleva a cuestionarnos: ¿cómo se posiciona Uruguay dentro de este contexto? ¿Refleja la tendencia regional o presenta una dinámica distinta? A través de esta columna, buscaremos discernir si la situación uruguaya se alinea con esta perspectiva general o si muestra matices propios.

Intercambio comercial y de servicios

En el ámbito del comercio internacional, el crecimiento económico de China se ha traducido en un incremento significativo de su participación en el comercio mundial. China encabeza tanto las exportaciones mundiales, con un 18%, superando a potencias como la UE y EE.UU, como las importaciones, que representan el 14% del total, una cifra que rivaliza con las de estas dos grandes economías.

En América del Sur, China ha emergido como el principal destino exportador, superando la combinación de la UE y EEU.U.; países como Chile, Brasil y Perú envían a China más del 30% de sus exportaciones de mercancías.

Uruguay no es la excepción. En las últimas tres décadas y media, el comercio con China ha multiplicado su volumen por 60. China se ha consolidado como el principal destino de las exportaciones uruguayas. Aunque en 2022 las exportaciones hacia China crecieron a un ritmo más lento que en 2021 y más recientemente experimentaron cierta contracción en algunos meses de 2023, debido a la desaceleración de la economía china, sigue siendo el socio comercial más relevante. Las ventas a China ascendieron a US$ 3.675 millones en 2022, lo que constituye el 28% del total de exportaciones de Uruguay. Este aumento se debe principalmente a la soja, que representó el 30% de las exportaciones con ese destino. Sin embargo, las exportaciones de carne bovina, que conformaron el 40% del total, disminuyeron un 1% en comparación con el año anterior. También se registraron descensos en las ventas de subproductos cárnicos, madera, lácteos, ganado en pie, carne ovina y caprina, y lana.

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China no solo destaca como un socio clave en las exportaciones de Uruguay, sino que también juega un papel esencial en las importaciones. En 2022, China se consolidó como el segundo proveedor más relevante para Uruguay, representando el 21% del total importado.

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El análisis del artículo previamente citado establece que “el vínculo comercial de América del Sur con China está marcado por un fuerte contraste”: mientras la región exporta predominantemente recursos naturales y productos primarios (incluyendo manufacturas derivadas de estos), importa de China productos manufacturados de mediana y alta tecnología.

Esta tendencia se manifiesta con la misma claridad en el caso uruguayo. Nuestras principales exportaciones hacia China se centran en productos primarios, como carne bovina, subproductos cárnicos, productos lácteos, madera, carne ovina y caprina, y lana. Por otro lado, las importaciones desde China abarcan una variedad de bienes: vehículos, insumos químicos agrícolas vestimenta, calzado y tecnología

Mientras que, en lo referente a la exportación de servicios, como turismo y servicios globales, China pierde relevancia. En contraste, tanto EE.UU. como la UE emergen como los destinos predominantes para las exportaciones sudamericanas de servicios.

En esta misma línea en Uruguay, EE.UU. se destaca como destino de exportación de servicios globales. En particular en 2021, más del 58% de las ventas del sector TIC se dirigieron hacia ese país, siendo tradicionalmente su principal mercado. El Reino Unido ocupó el segundo puesto con más del 17%, seguido por países como Chile, Colombia, Canadá y Argentina.

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Por su parte, en cuanto al turismo, Uruguay refleja una tendencia similar a la de América Latina, con una marcada predominancia de visitantes procedentes de bloques occidentales y de la región. En 2022 la cantidad de visitantes de EE.UU. y Europa superó a la de naciones vecinas como Paraguay y Chile. La afluencia de turistas chinos es muy escasa.

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Inversiones

En términos de las inversiones, en los últimos años, hemos sido también testigos de un crecimiento sostenido en las salidas de inversión extranjera directa (IED) de China hacia el mundo, llegando a superar las inversiones provenientes de Europa. No obstante, estas cifras aún se encuentran por debajo de las salidas de capital de Estados Unidos. En 2022, la inversión extranjera directa de EE.UU. alcanzó los US$ 435 mil millones, mientras que la de China se situó en 149 mil millones, según el Banco Mundial.

El stock de IED chino se localiza principalmente en Asia, África y Rusia. En contraste, “América Latina se presenta como la región emergente con la menor presencia de inversión directa por parte de China, con un stock de IED que apenas supera el 1% del PIB regional”.

En este mismo contexto de inversiones, las inversiones de China en Uruguay son marginales. Según el último informe de la Cepal sobre IED, en 2021, las mayores entradas de inversión extranjera directa hacia Uruguay provinieron de Brasil, Argentina, España, Singapur, Luxemburgo y Bermudas. Durante ese año, se promovieron 504 proyectos de US$ 534 millones, de los cuales únicamente 22, valorados en US$ 123 millones, correspondieron a empresas extranjeras. En 2020, se presentaron 287 proyectos, siendo 38 de origen extranjero, con una inversión de US$ 185 millones. China tuvo una presencia limitada en estas cifras, con solo el 0,1% en 2020 y el 1,0% en 2021. Contrariamente, la mayoría de las inversiones provinieron de EE.UU., con un 20% en 2020 y un 48% en 2021, y en Europa, con un 56% y 35% respectivamente para esos años.

En cuanto a oportunidades de inversión, entre 2019 y 2021, Uruguay XXI atendió a 15 proyectos potenciales chinos, mientras que hubo 82 de origen norteamericano y 67 europeo.

En resumen, en tres décadas, China se ha consolidado como una potencia económica, con un papel predominante en el comercio de América del Sur, y específicamente en Uruguay, pero su influencia se limita al intercambio de bienes primarios y manufacturas. Su participación es limitada en productos de alto valor añadido, servicios turísticos y globales. Además, no se destaca en nuestro país como inversor o financiador. Por lo tanto, contrariamente a algunas percepciones, China no es el actor principal en América del Sur, como fue demostrado por los autores, y tampoco en Uruguay.

-Sofía Harguindeguy es Gerente del Área de Consultoría Económica de Grant Thornton Uruguay y Paraguay.

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