Cada tanto, vale la pena frenar y pensar sobre algún tema financiero importante y de actualidad. Eso fue lo que hicimos el 22 y 23 de noviembre en las VIII Jornadas de Finanzas de la Universidad de Montevideo: “los bancos del futuro”. En esta nota, comparto algunas reflexiones personales, motivadas por las excelentes exposiciones presentadas en esas Jornadas.
Como punto de partida, se debe entender el impacto de la nueva regulación bancaria global (Basilea III), aparecida especialmente luego de la crisis del 2008-2009. La nueva regulación bancaria aportó mayor estabilidad a las instituciones financieras; por ejemplo, vía los aumentos en requerimientos de capital y de liquidez.
En el contexto internacional, las valuaciones de los bancos han ido bajando sustancialmente, en los últimos 20 años. Por un lado, la regulación exige mayores niveles de capital. Por otro lado, los bancos tradicionales encuentran una competencia importante por parte de las fintech y plataformas digitales de fuera del sector. Todo esto reduce la rentabilidad del sector bancario.
Uruguay
¿Cuál es la situación de los bancos en Uruguay, en el contexto actual? El país cuenta con un sistema bancario sólido, con altos niveles de liquidez y niveles de rentabilidad medios, en la comparación internacional. La morosidad es baja.
El escenario actual de tasas de interés internacionales relativamente altas está asociado con mejoras en la rentabilidad de los bancos en Uruguay. En el mercado local, se ha verificado que el escenario de tasas altas efectivamente ha mejorado los resultados económicos de los bancos, al tiempo que no ha tenido un impacto significativo en los costos financieros de las empresas, que normalmente tienen niveles de endeudamiento moderado.
En cada país, el rol de los bancos es central, como dinamizadores de la economía. En Uruguay, la fuerte institucionalidad del país, es una base sólida que podría y debería contribuir a un crecimiento de la actividad bancaria y, concretamente, a un desarrollo del crédito a empresas y familias. En efecto, los niveles promedio de crédito en Uruguay son bajos (30% del PIB).
El BROU juega un rol preponderante en el país. En los últimos años, se ha verificado un rol muy activo del Banco República, participando en la financiación de nuevos proyectos en todo el país, innovando con productos y servicios novedosos y plazos de financiamiento más largos.
Distintos bancos están innovando también en lo que tiene que ver con dar apoyo a las empresas en sus transformaciones hacia negocios más sostenibles, como factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Otros bancos también se diferencian impulsando nuevos proyectos de apoyo al sector de emprededurismo (especialmente vinculado al sector tecnológico).
Transformación digital y datos
Una de las áreas en la que más están invirtiendo los bancos es en la gestión y análisis de datos, usados para tomar decisiones comerciales, financieras, operativas, de crédito y de gestión de riesgo. Se dice que los bancos del futuro están basados en tres pilares: 1) datos, 2) analítica y 3) tecnología y procesos. Hoy los datos son parte de la generación de los nuevos productos bancarios. Por supuesto: el análisis basado en datos permite reducir costos.
Tanto con la banca pública como la banca privada, se ve que el futuro de los bancos locales pasa por buscar mayores eficiencias, modernizar, tecnificar y digitalizar sus operaciones. Uno de los desafíos será el reentrenamiento de los recursos humanos actuales y la incorporación de nuevos trabajadores que tengan la preparación para las nuevas tecnologías y formas de trabajo.
La transformación digital y el trabajo de los bancos con datos, también implica la gestión de nuevos riesgos. Por ejemplo: la ciberseguridad. Hoy hay una escalada del fraude digital, en todo el mundo. El trabajo digital y la ciberseguridad deben permitir y asegurar la existencia de guías para la implementación responsable de soluciones tecnológicas, la privacidad y la transparencia y el cumplimiento de regulaciones. Ciertamente: la responsabilidad de la protección de los datos es de cada institución financiera.
La digitalización, el trabajo con datos y con inteligencia artificial de los bancos ya ha impactado en el mercado laboral y en las necesidades de reentrenamiento. Dos hitos recientes que impulsaron la demanda por profesionales calificados para el trabajo con datos y machine learning son: 1) la pandemia (2020) y 2) Chat GPT (2022). Las oportunidades laborales para las personas que puedan trabajar en finanzas con datos se han multiplicado. Estos trabajos están en las áreas de inversiones, gestión de riesgos, operativas, de procesos, comerciales, etc. Lo vemos día a día.
El futuro
¿Cómo será la banca en el futuro? La banca se está transformando por factores como las transformaciones digitales (y el mundo fintech); el desarrollo de la banca abierta (open banking); los medios de pagos instantáneos y el uso de datos y la inteligencia artificial.
La innovación y la incorporación de nueva tecnología, será clave para impulsar el acceso a los servicios financieros y al crédito en el futuro. Concretamente, el crecimiento de las fintech (y posiblemente de los bancos que se asocien a ellas), será importante en América Latina, una región con amplios grupos de usuarios sin acceso actual a los servicios bancarios.
La transición hacia el futuro requiere también un esfuerzo regulatorio importante por lo que tiene que ver con la regulación de las fintech y la adaptación de la regulación bancaria, el diseño de las políticas para la banca abierta y el desarrollo de sistemas de pagos digitales. Desde el BCU, se plantean los objetivos de que el sistema bancario sea sólido, eficiente, innovador y accesible. Y que exista un terreno de juego nivelado para la actual y futura competencia.
Si serán importantes los nuevos temas de transformación digital e innovación en el sector financiero que el BCU ha diseñado su propio Programa de Innovación Financiera, llamado NOVA BCU. Entre los temas de trabajo propuestos se encuentran el acceso al sistema financiero y de pagos, mediante la interacción y colaboración entre empresas fintech y entidades consolidadas y las políticas para el intercambio de datos en los sistemas financiero y de pagos (diseño de sistema de finanzas abiertas y onboarding digital), entre otros. En lo que tiene que ver con los cambios en los medios de pagos, el BCU ha propuesta una nueva Hoja de Ruta para desarrollar nuevos sistemas de pagos modernos, seguros, eficientes, con costos reducidos y basados en la interoperabilidad.
Cierro esta síntesis de ideas sobre “los bancos del futuro” agradeciendo muy especialmente a todos los expositores y participantes en las VIII Jornadas de Finanzas de UMPE/UM, por tan valiosas contribuciones.
- Daniel Ferrés es Economista, Profesor de Finanzas y Gobierno Corporativo (Universidad de Montevideo).