Janus Henderson (*)
Los dividendos mundiales crecieron con fuerza en 2022, según el Janus Henderson Global Dividend Index. Aumentaron un 8,4% hasta alcanzar la cifra récord de 1.56 billones de dólares, igualando las previsiones de Janus Henderson. Una parte clave de este rendimiento provino de los mercados emergentes, que aumentaron los dividendos en una quinta parte durante 2022 sobre una base subyacente hasta un récord de 151.400 millones de dólares, casi el doble del nivel alcanzado en 2016.
En América Latina, Brasil registró un crecimiento general del 24,0%, equivalente a un aumento subyacente del 30,1%. Los dividendos mexicanos aumentaron un 4,1% en términos generales, lo que equivale a un incremento subyacente del 10,7%. La apreciación del real y del peso frente al dólar estadounidense impulsó el total general en ambos países.
Petróleo y gas y sector financiero, lideran crecimiento mundial
El panorama de los dividendos en 2022 resulta más claro cuando se observa a través de la lente de las tendencias sectoriales. La subida de los precios de la energía hizo que los productores de petróleo y gas aportaran casi una cuarta parte del aumento de los dividendos mundiales en 2022. Los pagos aumentaron en casi todas partes, siendo las empresas de los mercados emergentes las que registraron el mayor crecimiento.
Así ocurrió también en Latinoamérica. El enorme aumento de los pagos de la brasileña Petrobras, con un dividendo total de 21.700 millones de dólares en 2022 (frente a los 9.100 millones de 2021), es suficiente para convertirla en la segunda mayor pagadora del mundo después de la minera australiana BHP. La colombiana Ecopetrol se incluyó en esta tendencia, reportando 4.700 millones de dólares el año pasado, frente a los 193 millones de 2021.
Los bancos y otras entidades financieras aportaron otra cuarta parte del crecimiento del año, aprovechando la fuerte recuperación de dividendos tras la pandemia de la que disfrutó el sector en 2021. Esta tendencia también fue evidente en Latinoamérica. Por ejemplo, el Grupo Financiero Banorte de México aumentó sus dividendos de 801 millones de dólares a 1,700 millones de dólares.
A pesar de algunos claros ganadores sectoriales, el crecimiento fue generalizado: en todo el mundo, el 88% de las empresas aumentaron los dividendos o los mantuvieron estables. El descenso de los precios de las materias primas, por el contrario, supuso una caída de los dividendos mineros desde su máximo histórico de 2021 y evitó un récord aún mayor en los mercados emergentes. Los resultados de Vale en Brasil (de 12,400 millones de dólares en 2021 a 6,810 millones en 2022) y Grupo México (de 2,300 millones en 2021 a 1,900 millones en 2022) frenaron los resultados de los mercados emergentes.
El empuje del cuarto trimestre
En el cuarto trimestre, el crecimiento global de los dividendos se había ralentizado hasta el 7.8% sobre una base subyacente. Sin embargo, sigue siendo un resultado decente, dado que el cuarto trimestre de 2021 se vio impulsado por los pagos de recuperación de los recortes realizados durante la pandemia, especialmente en Europa, lo que hace difícil la comparación. También hubo indicios de que la subida de los tipos de interés podría haber empezado a afectar a la voluntad de las empresas de aumentar los dividendos: en EE.UU., por ejemplo, el crecimiento en el cuarto trimestre se ralentizó hasta el 5.5%.
Janus Henderson prevé un crecimiento más lento en 2023, con pagos de 1.60 billones de dólares, un 2.3% más en términos generales, lo que equivale a un aumento subyacente del 3.4%.
Conclusión
A pesar de la inflación galopante, las subidas de los tipos de interés, la guerra y los descensos de los precios de los activos en 2022, los dividendos mundiales siguieron creciendo, lo que pone de relieve su importancia para los inversores de todo el mundo. Los dividendos mundiales se han recuperado completamente tras la pandemia, y los pagos han vuelto a su tendencia histórica. Se trata de un logro asombroso dado el alcance de la perturbación económica causada por el Covid-19.
Las principales empresas energéticas y grupos bancarios de América Latina exhibieron un fuerte rendimiento de dividendos, muy en línea con la tendencia tema global y con la petrolera brasileña Petrobras pagando 12.600 millones de dólares adicionales interanuales, el mayor aumento de dividendos del mundo. Sin embargo, la gran proporción de empresas mineras en el índice regional impidió que un año fuerte fuera un año estelar, dado que los dividendos mineros de empresas como Vale sufrieron presiones. Además, el impacto positivo de las divisas en Latinoamérica se apartó notablemente de la tendencia mundial de un dólar fuerte, que debilitó los resultados del crecimiento global en otras regiones.
Para el año que viene, hay más incertidumbre sobre las perspectivas de los dividendos. La inflación, el alcance de nuevas subidas de tipos y los riesgos geopolíticos ensombrecen el horizonte. El flujo de caja de las empresas se verá presionado tanto por los menores niveles de demanda como por el mayor coste del servicio de los préstamos, lo que limitará el margen de crecimiento de los dividendos. Desde una perspectiva sectorial, es improbable que los dividendos energéticos repitan los fuertes aumentos de 2022, mientras que los pagos mineros dependerán de los precios subyacentes de las materias primas. Dicho esto, es probable que la reapertura de China impulse el crecimiento económico una vez que pase la actual oleada de infecciones de Covid-19. Entre las entidades financieras, los bancos pueden beneficiarse de márgenes más amplios, gracias al entorno de tipos de interés más altos, por lo que un mayor crecimiento de los dividendos es ciertamente posible, sujeto a una planificación prudente para los crecientes niveles de préstamos incobrables a medida que se ralentiza el crecimiento económico.
Y lo que es más importante, los dividendos son mucho menos volátiles que los beneficios, mientras que la cobertura global de dividendos (la relación entre beneficios y dividendos) es actualmente elevada. Así que, a pesar de todas las incertidumbres, creemos que es posible un mayor crecimiento de los dividendos en 2023.
(*) Jane Shoemake, Gestora de Cartera de Renta Variable Global en Janus Henderson.