OPINIÓN
¿Qué podemos esperar de los mercados en el segundo semestre de 2021 en este contexto de recuperación no sincronizada?
Desde principios de 2021, en un contexto pospandémico con el inicio de la vacunación a gran escala, las economías han iniciado una recuperación que, sin embargo, no está sincronizada. Europa y Japón siguen teniendo una brecha de producción negativa en 2022, mientras que Estados Unidos entra en un periodo de sobrecalentamiento. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de esta situación? ¿Supone la inflación estadounidense un riesgo global para los mercados? ¿Cómo aprovechar las oportunidades de diversificación que ofrece la actual desincronización y divergencia entre los distintos bloques económicos?
Perspectivas macroeconómicas
Tras el choque asimétrico de la pandemia, la velocidad de vacunación y el grado de normalización fiscal en 2021-2022 son nuevos factores de desincronización entre los ciclos económicos de las principales regiones.
A corto plazo, el estímulo fiscal y el ahorro forzado acumulado durante la pandemia conllevan un fuerte repunte de la demanda de los hogares y las empresas en 2021. Esto está creando presiones inflacionarias transitorias debido a la insuficiencia de la oferta en los semiconductores, el transporte (por carretera y marítimo), los materiales de construcción y ciertos metales vinculados a la transición energética (cobre, cobalto, etc.). En Estados Unidos, el problema se agrava por la escasez de mano de obra (menor inmigración, prestaciones de desempleo más generosas).
La pandemia ha acelerado las fuertes tendencias de la digitalización, la desglobalización y la descarbonización; la primera es un choque de oferta positivo, pero las otras dos son choques de oferta negativos que podrían generar un repunte más duradero de la inflación.
Es probable que el repunte de la inflación en Estados Unidos sea más persistente que las estimaciones de la Reserva Federal, debido a la presión al alza de los alquileres, los salarios y los costes de seguros sanitarios.
Mientras el resto del mundo persigue el estímulo fiscal y monetiza sus deudas públicas, China intenta estabilizar su tasa de deuda interna total. Esto ejerce una fuerte presión al alza sobre su moneda. Los intentos de Pekín por frenar la subida del yuan corren el riesgo de reavivar las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Estrategia de inversión
Todavía es posible encontrar valor en los mercados de renta variable mediante:
-Inversiones equilibradas entre empresas con motores de crecimiento a largo plazo (abundantes en EE. UU. y China) y empresas que se beneficiarán de la recuperación económica (que se encuentran sobre todo en Europa).
-Cautela hacia los segmentos más cíclicos. El optimismo del consenso parece reflejarse en gran medida en el posicionamiento del mercado.
Se pueden encontrar oportunidades en los mercados de crédito:
-Pero con las rentabilidades de los bonos tan bajas, tenemos que cambiar de forma de pensar.
-Y buscarlas en los llamados países emergentes o en sectores de actividad algo más expuestos o con temas de inversión más complejos de analizar.
En los mercados de divisas, tenemos una baja exposición al dólar debido a un diferencial de crecimiento menos favorable en Estados Unidos y a las crecientes fuerzas de oposición.
A su vez, los precios de las materias primas han sido muy fuertes, pero algunas divisas exportadoras de materias primas se han estancado. De modo que nos exponemos a ellas, de forma selectiva.
La gestión activa del riesgo de subida de los tipos de interés es esencial porque:
-Las diferentes trayectorias económicas también conducen a diferentes políticas monetarias.
-En Estados Unidos, podemos esperar que los próximos comunicados reflejen mejor los efectos de la recuperación. Esto debería hacer subir los tipos de interés y las expectativas de inflación en EE. UU.
En la eurozona, los mercados han anticipado un endurecimiento monetario dentro de dos años y menos compras de activos por parte del BCE. Esto nos parece prematuro. En este momento, la inflación es principalmente un fenómeno estadounidense. Además, los tipos europeos podrían marcar el paso.
El 2021 es un año excepcional para los mercados de renta variable, pero con la vuelta a algún tipo de normalidad, el crecimiento de los beneficios en los índices de renta variable mundial debería volver a su tendencia a largo plazo ya el próximo año.
(*) Raphaël Gallardo, Economista Jefe / Kevin Thozet, miembro del Comité de Inversión.