Decisiones recientes de un par de empresas reflejadas en una marcada disminución del empleo que había en ellas -en un caso por finalizar actividades y en otro por reducirlo-, han provocado honda preocupación al punto que en general aunque no a todo nivel, se ha considerado que se trata de situaciones que no se pueden explicar.
Trabajadores y empresarios involucrados manejan sus razones que a veces cuesta entender para personas que no conocen el funcionamiento del mercado laboral por causas propias o externas vinculantes, tanto por el lado de la oferta de servicios de trabajo por los trabajadores como por el de la demanda de sus por parte de las empresas.
En consecuencia no siempre los análisis que se hacen y los juicios que se emiten sobre la finalización de la actividad productiva de empresas o sobre la reducción de empleo en otras, se ajustan a la realidad.
Es interesante recurrir a la teoría microeconómica para conociendo cómo funciona el mercado de trabajo, encontrar explicaciones lógicas que sean entendibles para la población en general.
Condiciones
En sus procesos productivos para la fabricación de bienes o servicios, las empresas requieren, como insumos, trabajo, capital de distinta naturaleza y otros factores de producción. Es por eso que la demanda de esos insumos es una demanda derivada de la demanda del mercado por el producto final que cada empresa fabrica.
Dicho de otra forma, cualquier empresa privada demanda servicios del trabajo por ejemplo, para producir lo que a ella los consumidores de su producto le demandan. En consecuencia es de suma importancia la demanda del producto final que elabora: si es mayor la demanda del mercado por el producto que elabora mayor puede ser la de los servicios de trabajadores.
Lo contrario ocurre si la demanda por el producto final declina ya que menos trabajadores serán requeridos. Si bien todo eso es fácil de entender, no siempre es admitido como una razón para el comportamiento de la demanda por trabajadores.
Dicho de otro modo, si la demanda por automóviles producidos en nuestro país cae cualquiera sea su causa, disminuirá su producción y como consecuencia, la necesidad de trabajadores para producirlos.
Pero además de la disminución de las ventas del producto final, otros factores inciden sobre la demanda o sobre la cantidad demandada de trabajadores por parte de empresas y sobre la oferta de trabajadores y sus servicios.
Es comprensible que, cuando los salarios aumentan y elevan el costo de producción afectando al alza al precio de venta del producto que la empresa ofrece en el mercado, la cantidad requerida de trabajadores disminuya. En este caso porque aumenta el costo de producción y disminuye la rentabilidad esperada de la inversión empresarial pues para producir si no aumenta el precio de lo que vende, se debe pagar más salario. Y es en relación con el nivel salarial que si para una empresa es mayor al valor de su productividad para la producción del producto final, que su demanda disminuirá.
Lo contrario ocurre cuando, no la productividad sino el valor de la productividad es mayor que el salario que se paga.
Pero no solamente un aumento de salarios reduce la cantidad demandada de trabajadores. También puede suceder que ante aumentos del salario de los trabajadores que incrementan el costo de producción de una empresa, se busque sustituirlo, parcialmente o no, por otros factores de producción tan eficaces pero, también, más eficientes. Sea la sustitución por maquinaria o por otras formas de capital. Esto es así porque la sustitución permite reducir el costo de producción. Los cambios tecnológicos pueden incrementar la productividad del trabajo permitiendo producir más con menor cantidad de trabajadores lo que puede resultar en una disminución de su demanda y tener la misma producción.
Las exigencias complementarias al salario a dar por servicios eleva el costo de producción y también afecta a la demanda por ellos. Entre esas exigencia a las empresas se pueden encontrar la obligación de tratos especiales de atención a la salud, a la concesión de retribuciones especiales por el resultado corporativo, por la reducción de horas de trabajo con igual remuneración y de otros beneficios complementarios por el estilo, sean pecuniarios o no pecuniarios.
La demanda por trabajadores puede verse distorsionada a la baja también, cuando actividades y demandas sindicales distorsionan a la actividad que se refleja en mayores costos de producción y de otra naturaleza por incumplimiento de entregas y por otros conceptos por el estilo.
Función multivariante
En definitiva la demanda por trabajadores tiene una elasticidad de diversa magnitud respecto a numerosas variables pues es una función multivariante, es decir, que depende de numerosas variables como la de los efectos de la actividad económica del país sobre la demanda del producto final al que el trabajo contribuye a fabricar; como el nivel del valor de la productividad del trabajo en relación con los salarios que se deben pagar para la producción y que forman parte de su costo; como el precio de los bienes y servicios sustitutivos y complementarios del trabajo; como exigencias pecuniarias y no pecuniarias y de otras variables por el estilo.
En varias de esas razones se esconde el concepto de competitividad de las firmas frente a otras locales o del exterior que, cuando disminuye por diversas causas -salariales o no-, las llevan a reducir o terminar con su actividad con el corolario de una reducción de la demanda derivada por trabajadores.
Seguramente algunas de esas causas son las que han llevado a las empresas que últimamente han despertado la preocupación de muchos uruguayos por la disminución o el cierre de su actividad.