Se frena la formalización del empleo

| VLa contribución de las mujeres al nivel de desempleo se mantuvo constante al comparar frente al tercer trimestre de 2006

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El fuerte dinamismo que viene mostrando el nivel de empleo en la economía local desde principios de 2006 no ha tenido una correlación similar en lo relativo al aumento de la formalización del mismo, especialmente durante el último año.

La tasa de empleo para el total del país en el tercer trimestre se ubicó en 56,6% de la población en edad de trabajar (PET), lo que significó una suba de 2,3 puntos porcentuales frente a igual lapso de 2006, o lo que es lo mismo, una creación de unos 45 mil nuevos puestos de trabajo en promedio. Por otro lado, si se vincula la formalidad del empleo a la calidad del mismo, se observa que en el último año las mejoras han sido magras.

De acuerdo a los datos de la última Encuesta Continua de Hogares, divulgada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de trabajadores no registrados, es decir, que declararon no tener derecho a una jubilación, se mantuvo en julio-septiembre en 25,4% del total, idéntica cifra a la de igual trimestre de 2006.

Esos trabajadores que cuentan con contratos precarios sin seguridad social, también llamados "en negro", alcanzan una mayor proporción en el interior del país, de 29,5% del total, mientras que en Montevideo era 19,7%.

Tampoco a nivel del subempleo se vieron grandes avances en la comparación de esos trimestres. Esto indica que aún existe un grupo importante de personas que si bien están ocupadas, desearían trabajar una mayor cantidad de horas. En todo el país, los subempleados eran 3,5% del total en julio-septiembre, frente a 3,7% de un año atrás.

El subempleo, que aqueja a las personas que trabajan menos de 40 horas semanales, es un problema que viene en ascenso exclusivamente en Montevideo. En el período de análisis creció de 4,2% a 4,5% del total, mientras que en el Interior disminuyó de 3,3% a 2,7%.

Finalmente, los no registrados y subempleados a la vez, es decir que padecen las dos problemáticas al mismo tiempo, bajaron de 9,3% al 8,8%. En suma, la totalidad de los empleados sin restricciones subió levemente en el período de estudio, de 61,6% a 62,3%, pero ese aumento ha sido menos intenso al registrado en años anteriores.

El proceso de formalización del empleo ha perdido la fuerza que tenía en 2005. Con la incidencia de los Consejos de Salarios y la recuperación de la economía, los niveles de formalización subieron fuertemente en ese momento. A modo de ejemplo, el empleo sin restricciones en Montevideo había subido de 59,5% en promedio de 2004, a 62,2% en la media del año siguiente. Según un estudio del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, uno de los factores que habría incidido en el mantenimiento de los niveles del empleo informal en este último período fue que algunos inscriptos en el Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social (Panes), ingresaron al mercado laboral sin registrarse, de forma de continuar recibiendo beneficios de dicho sistema.

Género. Pese a que la ocupación a nivel de las mujeres creció más que en los hombres en el último año, el mayor vuelco relativo de las primeras al mercado de trabajo -medido por las tasas de actividad- llevó a que el desempleo femenino se mantenga en niveles muy superiores al de los hombres.

Hay que tener en cuenta que la tasa de actividad de las mujeres tiene un mayor margen de crecimiento, ya que en el caso de los hombres el 73,8% son considerados activos, mientras que en las primeras ese porcentaje disminuye sensiblemente a 52,1%.

Concretamente, en el trimestre julio-septiembre la desocupación en los hombres en todo el país era de 6,8% de los activos, y en las mujeres de 11,7%. En el mismo trimestre de 2006, esos guarismos eran de 7,9% y 14,1% respectivamente.

Más aún, la contribución del desempleo de las mujeres a la tasa de desocupación general, se mantuvo constante en ese período, explicando el 42% de la misma (un año atrás explicaba el 41%).

Según se desprende de los datos del INE, la mayor demanda de empleo femenino por las empresas uruguayas se produce en Montevideo, y especialmente en el grupo de edad de entre 40 y 49 años, donde casi ocho de cada diez tienen trabajo.

En el caso de los hombres, en el Interior es donde el empleo es mayor, y el grupo de edad más significativo se da entre los individuos de entre 30 años y 49 años, donde más de nueve de cada diez contaba con un empleo.

En tanto, el INE empezó a preguntar a los desempleados si exigen condiciones o no al recibir una propuesta de trabajo. Es interesante destacar que se observa una caída en el porcentaje de personas que no han puesto restricciones de ninguna clase. Ese ratio pasó del 67% de los desempleados totales en julio-septiembre de 2006 al 63% en igual período de este año. Este indicador es alentador, ya que denota que los que buscan trabajo aceptan cada vez menos condiciones que no les satisfacen.

Departamentos. A partir de este año, el INE divulgó los indicadores del mercado laboral desagregados por departamentos. Las tasas de empleo más altas en el cuatrimestre mayo-agosto se encontraban en Flores y Maldonado, 60,5% y 59,1% respectivamente.

En este último caso, impulsadas por el dinamismo del sector de la construcción en Punta del Este.

A su vez, al comparar frente al primer cuatrimestre de este año, se destacó la caída de la ocupación en Río Negro donde la tasa bajó fuerte, de 55,3% a 51,9%. Esa dinámica estuvo asociada a la culminación de las obras de la construcción de la empresa finlandesa Botnia, radicada en ese departamento.

Colonia es la zona con menor nivel de desempleo, con un 6,5% de la población activa.

Este hecho tiene su explicación en el desarrollo comercial que ha tenido ese departamento últimamente, con la radicación de filiales de varias firmas que tienen su negocio principal en Montevideo. En el extremo opuesto está Artigas, con la mayor tasa de desocupación, que asciende al 15,4%.

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