OPINIÓN
Los países serios no cobran impuesto al patrimonio ni a las transacciones porque son impuestos que desmotivan el ahorro.
Sergio Kun Agüero, jugador de fútbol retirado por un problema de salud, dedica ahora su tiempo a una pasión que encontró en sus ratos libres y que hoy maneja con la misma destreza que lo hacía con la pelota: las redes sociales. Más precisamente como streamer. Así fue que una de sus incursiones e intercambio con sus seguidores, el martes 15 de febrero, sacudió las redes poniendo en el eje de la conversación y tendencia de debate un tema tan polémico como poco hablado (al menos en la voz de un deportista): la diferencia entre el impuesto al patrimonio y el impuesto a las ganancias.
“¿Ustedes saben lo que es el patrimonio?” empezó diciendo Agüero con un tono tibio entre la afirmación y la pregunta. Él mismo respondió: “Es todo lo que vos tenés en el mundo. Hay países que por tener plata en tu cuenta o en cualquier parte del mundo, te cobran anual por los ingresos que tenés.
¿Por qué te cobran? Si vos ya pagás los impuestos... A lo que voy es: si uno genera ingresos —también a la gente le gusta claramente pagar menos— entonces no me molesta pagar, porque si uno tiene ingresos es porque está trabajando y le está yendo bien, no pasa nada pagás el 30, 35, el 50%. En Inglaterra, por ejemplo, pagás el 50% pero vos estás generando plata, entonces está bien, si vos generás plata, pagá” relató el ex futbolista en una de sus transmisiones en vivo.
Hasta ahí, todo bien. O nada revelador. Después, le puso picante. “Pero lo que no me convence es que vos pagues un porcentaje anual del patrimonio que tengas, me parece que es una locura. En cualquier parte del mundo hay lugares que si ya estás pagando tu ingreso no te retienen más dinero, ¿por qué te siguen sacando más plata? Es decir, si vos toda tu vida generaste plata y ya pagaste los impuestos, ¿por qué tenés que seguir pagando más?” remató el ex jugador de la selección argentina como si fuera un penal en la hora.
El tema prendió, su video se hizo viral y es interesante tomarlo para la discusión, partiendo desde la posibilidad de aprovechar que un “influencer” cómo Agüero puso al alcance de todos (cosas que solo el fútbol es capaz), un tema polémico, pero, sobre todo, necesario de debatir.
Básicamente lo que explicó Agüero está perfecto. Sentido común aplicado, en la mayor parte de los países se cumple: una vez que se cobran los impuestos a las ganancias, lo que queda de margen no se vuelve a sujetar a otro impuesto.
Justo Argentina y Uruguay son dos países que sí lo hacen, cobran un impuesto al patrimonio. En el caso de Uruguay al menos no se cobra impuesto al patrimonio que está en el exterior y tiene un mínimo no imponible mucho más alto que el argentino (120.00 vs. 15.000 dólares).
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre el impuesto al patrimonio y el impuesto a las ganancias?
Es algo que yo explico en mi último libro recientemente publicado y presentado exclusivamente en Punta del Este: “Planificación patrimonial para celebrities ¿Cómo evitar los errores más comunes que cometen los deportistas de élite?” cuyo argumento central es, justamente, el manejo del patrimonio en los deportistas de élite y celebrities, por lo que el tema que disparó el ex futbolista calza a la perfección para desarrollar el tema.
La cuestión se puede explicar así: todos los impuestos a nivel mundial se pueden agrupar en cuatro categorías: el impuesto al consumo, el impuesto a las ganancias, el impuesto al patrimonio y el impuesto a las transacciones.
Los primeros dos, el impuesto al consumo y el impuesto a las ganancias, son los que están en la mayor parte de los países exitosos. Es decir, cuando uno paga un impuesto al consumo, por ejemplo, el IVA, está de alguna manera exhibiendo capacidad contributiva porque está haciendo un gasto, entonces no es tan grave ese impuesto.
El impuesto a las ganancias está aceptado casi en todos lados, uno puede discutir la tasa —y yo la discuto siempre—, pero salvo que estés viviendo en un paraíso fiscal, todos los países serios del mundo tienen un impuesto a las ganancias.
Ahora, los países serios no cobran el impuesto al patrimonio ni a las transacciones porque son impuestos que desmotivan o desincentivan el ahorro y, por lo tanto, la inversión, el crecimiento, la productividad y el empleo.
Hay que tener en cuenta que quienes más dependen del crecimiento de la economía es la clase social más baja, por eso cuando hablan del impuesto a la riqueza siempre puntualizo y hago foco en que el impuesto a la riqueza actual es el impuesto a la pobreza futura, la pobreza del mañana.
Por lo tanto, estos impuestos generan que la gente no invierta, que el país no crezca y, por ende, quienes se terminan perjudicando, en algún punto, o pagando el peso de ese impuesto, no son los ricos sino los pobres que van a seguir estando en esa posición.
Por eso la mayor parte de los países exitosos del mundo no tienen impuesto al patrimonio. Se preguntarán cuales, estos países son Estados Unidos, Alemania y Japón, por citar algunos.
Los países que más crecen no son los países que gravan el stock sino que en todo caso, gravan el flujo, que es en líneas generales lo que dijo desde el sentido común y en la comodidad de su silla gamer el Kun Agüero.
(*) Abogado argentino, con presencia en Uruguay, experto en estructuración y preservación de patrimonios para familias e individuos – columnista invitado.