ENTREVISTA
Traemos inversores, los interesamos en base a un buen discurso, pero después aparecen las dificultades: exceso de requisitos para poner en marcha una empresa, autorizaciones, regulaciones, plazos.
Para Juan José Varela, CEO de la filial uruguaya de la firma Balanz, gestora de capitales y financiera con base de operaciones en Argentina, Uruguay tiene la gran oportunidad de captar un gran volumen de inversiones, favorecido por una coyuntura que combina liquidez global, incertidumbre en los vecinos y su excelente reputación. Varela asegura que Uruguay es “el país mejor posicionado de la región” a la hora de captar inversiones. Sin embargo, enumeró una larga lista de “pendientes” para facilitar el acceso a los inversores. Entre ellos, el exceso de costos y trámites para quienes optan por traer capital al país. “No alcanza con el discurso”, advirtió. Balanz abrió su oficina en Uruguay hace pocas semanas, con el objetivo de acercar inversores argentinos y extra región al país, pero también ofrecer oportunidades de inversión fuera del país a los capitales locales. Los principales accionistas del holding son uruguayos, pero las operaciones del grupo se han concentrado especialmente en Argentina. A continuación, un resumen de la entrevista.
—¿Qué particularidad tiene esta coyuntura para que Balanz decidiera instalarse en Uruguay?
—Es un momento muy especial en la región. Creemos que Uruguay tiene una oportunidad única —y ojalá no la desperdiciemos— para atraer capitales de la región, especialmente de Argentina. Para ello es importante superar un gran pendiente que es el desarrollo del mercado de capitales, se inició un proceso importante para ponerlo en marcha y queremos ser parte de ese desarrollo. Venimos bastante retrasados en materia de promoción de inversiones y captación de capitales, estamos en el momento indicado para tomar las decisiones necesarias y aprovechar esta coyuntura tan particular. No podemos dejarla pasar.
El relanzamiento de la comisión de promoción del mercado de valores es una enorme señal, nos queremos sumar a colaborar en ese ámbito en el que hay que poner todo el empeño para salir con cosas concretas para el sector.
—Hay liquidez en el mundo… ¿pero faltan ciertas condiciones para que el mercado capte esos fondos?
—Hay una liquidez internacional muy grande y Uruguay está parado en una muy buena posición para captar ese tipo de fondos que invierten en el mundo. Pero insisto en que hay barreras; además del mercado de valores y su desarrollo, existen trámites que necesitan hacerse más ágiles y flexibles, hay muchos deberes que hacer. Hoy traemos a los inversores, los interesamos en base a un buen discurso, pero después comiencen a aparecer las dificultades; exceso de requisitos para poner en marcha una empresa, autorizaciones, regulaciones, plazos. Luego, hay problemas para emitir y poder financiarse en el mercado de valores. Con el esquema actual, solo compañías grandes pueden cumplir con la enorme cantidad de requisitos que se le piden para emitir.
—Hay que conectar el capital con los proyectos…
—Hay que trabajar para acercar las puntas, los potenciales inversores con las empresas que buscan financiación; tenemos que lograr que empresas de menor porte recurran al mercado de capitales y le resulte ventajoso. Y que el inversor, aquel que conoce el país y le interesa, no se quede siempre con la opción de bonos soberanos, porque los títulos del sector corporativo corren con desventaja por un tema de impuestos. Una cantidad de empresas que necesitan dinero para desarrollar sus proyectos y los inversores que están buscando buenas oportunidades. No podemos quedarnos de brazos cruzados, cuando lo urgente es despejar el camino para acercar las puntas.
—Un inversor privado para participar de una oferta en el mercado de capitales debe pagar impuesto a los no residentes. Esa ya es una barrera…
—Sí, esa es una clara desventaja, pero no solo eso; además, todos los bonos que están listados a nivel del mercado de capitales local no se pueden custodiar en bancos internacionales. Incluso, inversores locales que tengan cuentas en el exterior, que son muchísimos, tampoco pueden hacerlo por esa vía; es un cuello de botella enorme. Hemos hablado con las autoridades para procurar una solución a esa barrera y que a los inversores les sea más sencillo llegar a esa oferta pública que hay en el país y que queremos que sea mayor.
Hay que desarrollar también a los inversores locales dándole acceso a los diferentes mercados.
—¿Qué le ofrecen a los fondos de inversión?
—La mayoría de los fondos de inversión que han ingresado al país lo han hecho entrando como accionistas de determinados proyectos; otros comprando deuda del Estado a través del BCU. Pero hay un margen enorme para participar de otro tipo de instrumentos. Nosotros estamos cotidianamente en contacto con algunos de estos fondos y es grande el interés que tienen porque se les proporcionen opciones para entrar en este mercado. Tenemos que darnos cuenta de eso. Las oportunidades están. A los sectores productivos líderes del país al que hay que ofrecerle las mejores condiciones de acceso a fondos: el sector ganadero, la industria cárnica, el sector forestal… es buen momento para acercar inversores que inviertan directamente en esos sectores. Hay que darles la plataforma para que aterricen acá.
—En materia de private equity, ¿participarán del mercado?
—El país ha logrado desarrollar una marca en materia de tecnología. Hay un trabajo hecho y ejemplos muy recientes de compañías súper exitosas con emisiones internacionales; son varias las que han hecho rondas donde lograron levantar fondos en volúmenes importantes. En ese sector queremos participar. En materia de fomento al emprendedurismo se están haciendo bien las cosas y desde Balanz es una de las líneas de acción en la que vamos a trabajar.
—Da rédito diferenciarnos de los vecinos?
—Por un lado el hecho de diferenciarnos de lo que pasa con los vecinos nos favorece, por otro, a la distancia, quedamos inmersos en una zona donde hay mucha incertidumbre. Uruguay es chico en una zona del mundo que en conjunto representa el 7% del PIB mundial; la zona no es de lo más atractivo del globo. Sin embargo, siempre hay oportunidades, y en algún caso las sombras que hay en los vecinos nos pueden cubrir. De todos modos, Uruguay tiene un sello de conducta diferente, e igual logra distinguirse. Pero además, las compañías y los inversores de los mismos vecinos que hoy atraviesan situaciones un poco complicadas, también ponen en ojo acá. Es por eso que hablas de una coyuntura con muchas oportunidades.
Por otro lado, hay fondos europeos, estadounidenses o de la región que tienen mandato de invertir en emergentes, en algunos casos con determinados porcentajes para Latinoamérica, y dentro de ello, en tecnología, por ejemplo. Esos son fondos a captar. También, las empresas de tecnología buscan lugares donde se estén incubando proyectos que puedan ser interesantes para invertir en capital de riesgo. En ese mapa también aparecemos.
—¿Se mantiene el flujo de argentinos interesados en hacer negocios en Uruguay?
—Son muchos los argentinos que permanentemente están cruzando a invertir acá. Compra de tierras, real estate, inversiones financieras… es sostenido el nivel de consultas y concreción de negocios. Además, en un gran número no solo buscan una oportunidad, sino que proyectan instalar su principal centro de interés en Uruguay. Que nuestro país sea cabecera de sus futuros negocios. Es una tendencia que no decrece, todos los días hay noticias. Y con la apertura de fronteras a partir de noviembre y la posibilidad de trasladarse en persona, va a ser más fuerte. A eso hay que sumarle el hecho de que muchos empresarios de gran peso y renombre han decidido mudar su domicilio a Uruguay; al estar acá, todo aquello que sean oportunidades, estará directamente en el radar de empresarios que saben dónde invertir y cómo desarrollar un proyecto. Todo eso suma muchísimo en el ecosistema uruguayo. Y en este terreno, hay cosas simples que mejorar…
—¿Por ejemplo?
—Pueden parecer cuestiones banales, pero va desde facilitar que se traigan sus vehículos hasta otras cuestiones de trámites burocráticos para esos empresarios y sus familias. Hay trámites que duran un año…
—Los ciclos económicos pasan. ¿Qué va a quedar para esta zona del mundo cuando las tasas comiencen a subir?
—Han sido días movidos de los mercados globales. Quizás empecemos a ver un enlentecimiento en los mercados, con una eventual suba de tasas a partir del año que viene en Estados Unidos. Eso va a impactar en las demás tasas de referencia y en todos los mercados, y es factible que en materia de liquidez genere algún grado de retraimiento. Empezarán en breve a aflojar con los enormes estímulos económicos en Europa y Estados Unidos, el dólar apreciándose… todo ello llevará a que el ciclo se atenúe un poco en el próximo año.
Contra los ciclos nada se puede hacer. En Balanz tratamos de mirar más allá, tratando de identificar cuál será la próxima Amazon, cómo avanza y a partir de qué desarrollos la inteligencia artificial, el avance de los vehículos autónomos, el 5G, el e-commerce. Los próximos impactos fuertes en el mercado vendrán por ahí; más allá de que la tasa suba un punto o no, la mirada tiene que estar en identificar en dónde hay valor para invertir.
Lo mismo en cuanto a las tendencias globales en materia tributaria que apuntan a una renta mundial. No podemos detenernos por eso y los países, caso Uruguay, tampoco pueden quedarse en diferenciarse por esos temas. Hay que mirar más allá.