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Uruguay en el Congreso Mundial de Hidrógeno en Rotterdam

El nacimiento de esta industria desafía el “status quo” de varios aspectos de los negocios de la energía. La adaptabilidad que tenga Uruguay y la velocidad de adaptación al nuevo mercado serán claves para un desarrollo multiplicador.

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Hidrógeno verde
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Getty Images

En esta columna comentamos algunas conclusiones de nuestra reciente participación del Congreso Mundial de Hidrógeno llevado a cabo en Rotterdam, Países Bajos, en el mes de mayo. El evento nucleó a más de 15.000 personas vinculadas a toda la cadena del hidrógeno y a representantes gubernamentales. Por primera vez, Uruguay decidió tener un stand país, e invitó a instituciones privadas y públicas a integrar la delegación.

Reflexiones Generales

Algunos países están apostando fuertemente a posicionarse en estos temas. En este sentido, destacamos a Australia, Chile, India, y Canadá. Sus stands eran de dimensiones importantes, mostrando los diversos proyectos de hidrógeno verde y derivados que se encuentran en diferentes etapas de desarrollo.

Existía una gran cantidad de proveedores que hacen a esta industria. Suministradores de electrolizadores, purificadores de agua, catalizadoras, y empresas de servicios de ingeniería, entre otros.

Se “respiraba” cierto optimismo en el congreso respecto al estado de desarrollo de la industria. Sin perjuicio de lo cual, se visualiza una cierta desalineación del estado actual del sector con las perspectivas que diferentes actores tenían para este año, un ritmo de avance inferior al esperado. Aunque, por otro lado, los actores daban cuenta que el resultado final es llegar a consolidar la industria para 2040-2050, como se visualiza desde ya hace unos años.

La gran preocupación de la audiencia se centraba en la falta de “off-takers”. Es decir, de los compradores de hidrógeno verde o productos derivados. Era un tema recurrente y de notoria preocupación. Al final del día, sin comprador no hay industria posible.

En este sentido, cabe recordar que se trata de un mercado “en formación o desarrollo”. Esto implica, en esencia, naturalmente incertidumbre.

Tal como lo exponen autores de renombre, la creación de un mercado puede resultar de un proceso de transformación: “Esto tiene que ver con el hecho de que la creación de nuevos mercados es un proceso isotrópico. La isotropía se refiere al hecho de que en las decisiones y acciones que involucran consecuencias futuras inciertas, no siempre está claro ex ante qué piezas de información valen la pena prestar atención y cuáles no (Fodor, 1987). En otras palabras, un fenómeno que parece ex post ya sea como una exploración de todos los posibles mercados de Internet, o la explotación de Internet con fines comerciales, puede en cambio ser el resultado de una serie de transformaciones sobre la realidad original, causadas por agentes cognitivamente limitados y motivados de manera idiosincrática tratando de resolver una variedad de problemas de manera local y contingente.” [1]

En esencia, un mercado en formación basado en la transformación productiva no tiene sentido ex - ante, sino ex - post, tomando la información que resulta valiosa en ese proceso. En términos prácticos y aplicables al caso, la industria del hidrógeno verde y derivados tendrá sentido si se alinean diversos aspectos detrás de este nuevo sector emergente que, a priori, no tienen porque tener sentido.

Lo anterior, aunque puede resultar técnico, resulta de relevancia. Tenemos que entender que estamos frente a un mercado que evolucionará en formas que nunca imaginamos. Esto es aplicable a la tecnología, a los procesos, a los esquemas de financiación de los proyectos, e incluso a los productos finales. Entender este aspecto resulta clave para poder desarrollar condiciones adaptativas y habilitantes que tengan como razón de su existencia la flexibilidad.

Por otro lado, la evolución de los costos marcará el ritmo de transformación de este sector. A vía de ejemplo, en una reciente nota de Nasdaq, el CEO de Plug Power (empresa dedicada a la industria del hidrógeno verde) comenta que inició sus pasos en la industria de telefonía móvil en la década de los 90. En esa época, el plazo para que una torre de celular funcionara era de 6 meses, y destaca que hoy en día la tecnología es 100 veces más rápida. En este sentido, entiende que el hidrógeno verde seguirá los mismos pasos.[2]

Finalmente, las expectativas en todo esto juegan un rol clave. Cuanto más altas sean, más probable sea que diferentes actores inclinen sus recursos a esto. Y aquí volvemos al tema inicial; en el congreso se “respiraba” optimismo. Es decir, hay expectativas de muchos proveedores, actores de la cadena (e inclusos países) depositadas en esta nueva industria. Esto induce a pensar, al menos hoy, que la industria será realidad en algún momento.

Estados Unidos, Uruguay y Financiamiento Internacional

En este marco, Estado Unidos presentó sus planes[3]. Allí, se destacó la creación de 7 valles de hidrógeno, inversiones en infraestructura de transporte donde se priorizará que sean de acceso abierto para todos los actores, así como la posibilidad de obtener un subsidio de dólares por kilogramo de hidrógeno producido.

Durante los días del Congreso, Uruguay desarrolló un “side-event” para presentar el caso de negocio de nuestro país. Allí, UTE expuso sobre su visión del futuro y posible contribución al sector. Por su parte, ANCAP presentó la evolución que ha tenido la compañía y su plan para lanzar licitaciones vinculadas proyectos de hidrógeno verde en la plataforma marina. Representantes del MIEM tomaron la palabra para comentar sobre el “Programa H2U”, donde hicieron hincapié en las buenas condiciones que tiene el Uruguay para desarrollar esta industria, así como los sectores clave promovidos y las líneas de acción sobre las que se viene trabajando. Finalmente, representantes de empresas privadas presentaron algunos de los proyectos que se encuentran anunciados y que corresponden al transporte pesado y el desarrollo de metanol verde y combustibles sintéticos.

Destacamos que existió un alto interés en Uruguay, y el stand País recibió una cantidad importante de visitas para entender o profundizar en la visión que tenemos de esta industria.

El Congreso también fue anfitrión de otros eventos en paralelo. Uno de los destacables, a nuestro juicio, refirió a las oportunidades de financiamiento internacional para estos proyectos. Expositores de diversas partes del mundo destacaban y coinciden en algunos desafíos clave para este sector:

(i) Dificultades para la descarbonización de ciertas industrias;

(ii) Falta de claridad de la regulación internacional y local;

(iii) Contratos de “offtake” que sean financiables;

(iv) Mecanismos de financiamiento que permitan cubrir el descalce de precios entre los productos convencionales y los renovables. En este sentido, se destacó el fondo alemán “H2 Global”[4] que tiene por finalidad justamente atacar esa diferencia de precio, dando certeza de precios a los desarrolladores mediante contratos de largo plazo (10 años). Por su parte, participó la empresa Securing Energy for Europe (SEFE)[5] que tiene una misión parecida al fondo alemán;

(v) Riesgos regulatorios derivados de la carencia de normativa;

(vi) Proyectos muy intensivos en capital y en el costo del capital derivado de:

a. Riesgo de construcción

b. Riesgo político del país

c. Riesgo de infraestructura

d. Riesgo de cadena de suministro

(vii) Ausencia de capital suficiente para capital de riesgo (por la cuantía de capital necesario).

Futuro

"El futuro depende de lo que hagas hoy" es una famosa frase atribuida a Mahatma Gandhi, y creo que aplica perfectamente al desarrollo de esta industria.

Lo que se esta haciendo determinará el éxito o el fracaso de esta nueva industria. En este sentido, vale la pena destacar dos particularidades de este Congreso y de la visita a la ciudad.

En primer lugar, en el puerto de Rotterdam se puede visualizar la construcción de la mayor planta de hidrógeno verde de Europa liderada por la empresa Shell. Se trata de una planta de electrólisis de hidrógeno de 200 MW que será alimentada por un parque eólico marino de 759 MW denominada “Holland Hydrogen I

La Figura 1 muestra una maqueta de cómo quedaría terminada la planta.

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La Figura 2 a continuación muestra la visión que tiene el puerto de Rotterdam de la economía del hidrógeno verde y derivados en sus instalaciones.

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Como se puede apreciar, la autoridad portuaria se imagina siendo la puerta de entrada de estos productos para Europa, ofreciendo toda clase de servicios y productos. Teniendo lugares específicos de implementación de proyectos dentro de su recinto.

Sin lugar a duda el nacimiento de esta industria desafía el “status quo” de varios aspectos de los negocios de la energía. La adaptabilidad que tenga nuestro país y la velocidad de dicha adaptación al nuevo mercado que nazca serán claves para un desarrollo multiplicador para toda la población.

- Gonzalo Irrazabal (h) es miembro del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Católica del Uruguay (UCU).

[1] Traducción libre de ! Saras D. Sarasvathy y Nicholas Dew “New market creation through transformation” Journal of Evolutionary Economics 2005
[2] https://www.nasdaq.com/articles/unleashing-green-hydrogen-demand
[3] Se puede acceder a todo el informe vía https://liftoff.energy.gov/wp-content/uploads/2023/05/20230321-H2-Pathways-to-Commercial-Liftoff-Webinar-vF_web.pdf
[4] https://www.h2-global.de/
[5] https://www.sefe-group.com/en/
[6] https://www.nsenergybusiness.com/projects/holland-hydrogen-i/

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