Abrazando la digitalización

Compartir esta noticia
Transformación digital. Foto: Shutterstock.

ANÁLISIS

La transformación debe centrarse en el cliente, sumar tecnología y talento, resalta Bruno Gili en su columna en El Empresario

En enero del 2007 el lanzamiento del iPhone revolucionó a la industria y la sociedad. Pero Thomas Friedman observa en su libro Gracias por llegar tarde que ese no es solo el año de la reinvención de los celulares. Es el año de Hadoop y de GitHUB, de Twitter, de la explosión de Facebook, de Change.org, Google presentó Android, empezamos a escuchar sobre bitcoin, llegaron Kindle, Airbnb y Watson. Desde ese momento es sabido lo que pasó. La explosión e invasión del software a todas las industrias, la explosión de Internet, la nube, los circuitos de microchip cada vez más potentes y los sensores en cada elemento físico disponible, permitiendo el Internet de las Cosas (IoT) y un futuro de espacios inteligentes.

La revolución digital y tecnológica transformó los mercados, las cadenas logísticas y de pago, el comportamiento de consumidores y ciudadanos, los modelos de negocios y la creación de modelos basados en plataformas. La creación de economías en red, en las que se compite y colabora y las fronteras de las industrias se desvanecen. La creación de empresas emergentes se vuelve explosiva, complejizando las decisiones de las establecidas.

Si me preguntan por dónde empezar un proyecto de Transformación Digital, diría que por cambiarle el nombre: pensar en un proyecto de Transformación de Negocio centrado en mis clientes, que buscan productos y servicios, que se adapte a su estilo de vida y les brinde grandes experiencias.

La estrategia digital debe encontrar mejoras o evoluciones de mi negocio o la creación de nuevos modelos de negocios, en el mismo mercado u otros, incorporando las disrupciones tecnológicas solamente necesarias. Debe entender cómo me integro a la transformación digital que en los mercados y ecosistemas ha operado. No hablamos solo de incorporar nuevas tecnologías, sino también evaluar cómo la empresa interactúa con las plataformas existentes, cómo aprovecho datos de fuentes públicas y de redes sociales, cómo me relaciono con las plataformas de servicios digitales y cómo potencio mi oferta con las herramientas que proveen los gigantes digitales (medios de pago, wallets, analytics y más).

Algo sí es seguro: la revolución digital ha provocado la mayor generación de datos de la historia, a bajo costo de almacenamiento y acceso, a gran velocidad y de fácil utilización. Y ha permitido hacer rentable la Inteligencia Artificial, el machine learning y la analítica de datos aplicada a los negocios.

Y las empresas necesitan interpretar en tiempo real esta realidad y tendencias, entender los impactos y tener capacidad de interpretación de la data como nunca fue necesario. Necesitan talento para aprovechar el big data a través de la búsqueda de patrones en los datos, para definir los productos y servicios que sus clientes exigen. No solo deberán incorporar expertos en data sino que cada empleado clave deberá comprender qué hacer con esos datos: estimular la demanda, optimizar procesos y crear nuevos negocios nativos digitales.

Ya lo dijo Friedman: «Todo lo que es analógico está siendo ahora digitalizado, todo lo que está siendo digitalizado está siendo almacenado, todo lo que está siendo almacenado está siendo analizado por software en sistemas informáticos más potentes, y todo lo que se aprende se aplica de inmediato para hacer que lo viejo funcione mejor, para que lo nuevo sea posible y para hacer lo viejo de forma fundamentalmente nueva».

Y, para eso, se precisa la transformación de todos...

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Universidad ORTBruno Gili

Te puede interesar