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"No hay que dar el pescado, sino la caña para que aprenda a pescar". Esta tradicional frase resume en parte la vida del ghanés Pascal Mensah, nacido hace 28 años en un pueblo de 2.000 habitantes donde vivió hasta los 10 años. Concurría a una escuela junto a muchos niños y su mayor aspiración era ser empleado doméstico o trabajador de campo, hasta que surgió la oportunidad de mudarse a Surinam invitado por su "familia de corazón" con la que compartía gran parte del tiempo desde los 5 años.

Mensah entendió que para salir adelante lo importante era la educación. En esos años conoció una pareja de estadounidenses: su pasaporte a EE.UU. Sus buenas calificaciones de secundaria en ese país fueron la llave para entrar a Harvard, donde se recibió en Ciencias Políticas con honores. Hace cinco años vive en Buenos Aires, integra el Banco Interamericano de Desarrollo y colabora para que otros niños que como él no tenían oportunidad de desarrollarse logren salir adelante.

Mensah relató su historia ante una platea de más de 500 jóvenes de países del Mercosur, además de empresarios, representantes de organizaciones y gobierno que asistieron al 2° Encuentro de Jóvenes del Mercosur, organizado por Nestléen San Pablo la semana pasada.

Precisamente, «enseñar a pescar» es el espíritu que motivó a Nestlé a crear el evento que tuvo su primer capítulo el año pasado en Uruguay. «Hay que brindar herramientas que faciliten la inserción laboral o el emprendedurismo entre los jóvenes de la región más allá que brindar el puesto laboral», dijo Laurent Freixe, CEO de Nestlé Zona América. «Ayudar es contratación, pero sobre todo ayudar es que tengan la experiencia que necesitan para poder entrar en el mundo del trabajo que se avecina», acotó.

En esa línea, el encuentro además ser escenario de historias inspiradoras como la de Mensah, es la base de la Alianza por los Jóvenes, un acuerdo lanzado por Nestlé el año pasado en Uruguay para capacitar jóvenes del Mercosur.

En su primer capítulo reunió el interés de 30 empresas y en esta segunda instancia se llegó a 58 compañías de la alianza, entre las que se destacan Microsoft, Santander, Facebook, Cargill, Ogilvy, HP, Accenture, y la propia Nestlé. El compromiso es ofrecer 45.000 oportunidades de desarrollo profesional a jóvenes de estos países hasta 2020. Hasta la fecha ya se concretaron más de 19.000, según datos de Nestlé.

En Uruguay, se conformaron alianzas con la red Ashoka, Ánima (bachillerato tecnológico habilitado por UTU), el Instituto Nacional de Formación Profesional (Inefop), Fundación Forge y otras empresas. Entre las primeras acciones, este año ingresarán dos jóvenes de Forge bajo la modalidad de educación dual a tener prácticas laborales en logística en la nueva planta, adelantó Andreas Dürig, gerente general de Nestlé Uruguay.

Pero este apoyo a los jóvenes no es casual. Para Freixe responde a una oportunidad de crecimiento e innovación para las empresas. «En Mercosur el 50% de personas son menores de 30 años, por lo que vemos una gran oportunidad. Ellos necesitan apoyo y para nosotros son una fuente de creación de valor y oportunidad. Nos proyectamos a futuro captando a estos emprendedores porque una empresa que quiere ser potente tiene que ser abierta, debe conectarse con los jóvenes y su potencial de creatividad e innovación. Hoy tenemos un 30% de jóvenes en la empresa», recalcó.

Freixe explicó además que Nestlé comenzó a involucrarse más en la etapas tempranas de emprendimientos con apoyo incubadoras, aceleradoras y redes de emprendedores.«Tenemos acuerdo con Ashoka, la red de emprendedores sociales, donde respaldamos la red denominada Comprometidos, tanto con mentorías como con financiación. También apoyamos incubadores y aceleradoras. Por ahora lo hacemos en Europa, pero la idea es aplicarlo en otras partes del mundo. Es más, en Europa estamos invirtiendo en nuestra propia incubadora de startups ubicada en nuestro centro de innovación en Suiza, que apunta a aquellos proyectos que giren en torno a la alimentación y nutrición saludable», finalizó Freixe.