La entrega del premio The Best de la FIFA a los mejores jugadores de fútbol del mundo del último año, sembró la polémica por la designación del argentino Lionel Messi como el más destacado de 2023. No obstante, la coronación de la catalana Aitana Bonmatí no deja lugar a dudas. La futbolista del Barcelona -que había ganado meses atrás el Balón de Oro- fue gran protagonista de la conquista del Mundial por la selección española, y con su club, el Barcelona, levantó la Champions League, la Liga F y la Supercopa de España.
Convertida en un ícono del fútbol femenino por sus logros deportivos, Bonmatí está atrayendo el interés de las marcas. La mediocampista ofensiva de 26 años es actualmente embajadora de la empresa de moda Springfield (junto a su compañero de club, el volante del Barcelona en fútbol masculino Pedri) y de la multinacional de alimentos Bimbo. Su activismo en causas sociales y humanitarias la han convertido en portavoz de organizaciones como Fundació Barça, Fundación Johan Cruyff, ACNUR y la Agencia de ONU.
Ese prestigio tiene un eco popular en las redes sociales donde la jugadora suma más de 1,5 millones de seguidores en Instagram y más de 210.000 en X (exTwitter).

Pulseada
Esa combinación de atributos -éxito deportivo, valores y popularidad- ubican a Bonmatí como una de las figuras del fútbol femenino que se disputan los gigantes de la indumentaria deportiva.
La catalana era patrocinada por Nike, pero el contrato suscrito en 2021 expiró a finales del año pasado, lo que le abrió la puerta a los principales rivales de la marca de Oregon.
Adidas, la marca alemana que vistió y calzó a la jugadora entre 2018 y 2020, deslizó una oferta -cuyo monto no trascendió- para repatriarla. Los mismos pasos siguieron otras empresas como Puma y New Balance, según indicaron distintos medios españoles dedicados al deporte. Entre los ofertantes también está Nike, que cuenta en su equipo de embajadoras con otras estrellas del fútbol femenino como la estadounidense Alex Morgan y la catalana Alexia Putellas, quien comparte vestuario en el Barcelona con Bonmatí.
Algunos periódicos especulan con que la presencia de otras estrellas como representantes de Nike inclinarían a la mejor jugadora del 2023 a irse con Adidas, donde no compartiría protagonismo.
Lo que sí es seguro es que los premios individuales así como los campeonatos cosechados (en su carrera la catalana ha conquistado 12 títulos con Barcelona y ha marcado en el club 73 goles en 228 partidos) elevarán el valor de Bonmatí, no sólo en el mercado de transferencias sino a nivel del marketing.
Se estima que la futbolista cobra un salario de US$ 216.915 al año por jugar en el Barcelona y tiene un patrimonio neto estimado en US$ 5 millones. Las cifras están muy alejadas de lo que perciben otras estrellas del fútbol femenino como Alex Morgan. Según la revista Forbes, la estadounidense ganó el año pasado US$ 7,1 millones, de los cuales US$ 6,3 millones fueron aportados por sus patrocinadores.
Si bien el futuro de Bonmatí no está definido en cuanto a la marca deportiva que lucirá a partir de este año, no ocurre lo mismo con su carrera deportiva. La futbolista firmó una extensión de contrato con el Barcelona hasta 2026. La jugadora es pieza fundamental del equipo para los próximos años, al punto que el club que esté interesada en arrebatársela al equipo culé deberá pagar la friolera suma de US$ 105 millones.