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Está en juego el control que tiene el gigante tecnológico en la economía de las aplicaciones; la disputa entre la compañía con más valor del mundo y los burócratas holandeses.
¿Quién gana cuando los gobiernos se enfrentan directamente a los gigantes tecnológicos? ¿Y a qué bando deberíamos apoyar? Conviene mirar lo que está ocurriendo en Holanda.
El año pasado, el equivalente neerlandés a la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. se convirtió en uno de los primeros reguladores en el mundo en exigirle a Apple que le brinde a la gente múltiples opciones de pago al usar aplicaciones de citas en sus iPhones. Fue una pequeña grieta en el control absoluto que Apple ejerce sobre las apps de iPhone desde 2008.
Esto ahora se ha convertido en una disputa entre la compañía con más valor del mundo y los burócratas holandeses. Apple ha propuesto una solución, pero el regulador califica la actitud de Apple como «lamentable» y ha emitido multas semanales que suman un total de 25 millones de euros (alrededor de US$ 28 millones).
Apple afirma que la seguridad y conveniencia de los propietarios de iPhones se verían comprometidas si permitiera eso, pero también indica que la compañía está cumpliendo con sus obligaciones legales.
Los gigantes tecnológicos tienden a decir que cumplen con las leyes del lugar en el que operan. Sin embargo, también rechazan las decisiones de los gobiernos y cambian o moldean leyes y regulaciones. Además, no siempre es fácil discernir entre un acto de desafío justo y la impunidad corporativa.
Por ejemplo, los defensores de la democracia han criticado a Facebook, Twitter, Apple y Google por no hacer mayores esfuerzos contra los intentos gubernamentales que buscan censurar el discurso político en países como Vietnam, India y Rusia. Tras los tiroteos masivos en San Bernardino, California, en 2015 y en Pensacola, Florida, en 2020, los evangelistas de Internet elogiaron a Apple por negarse a ayudar al FBI a ingresar a los iPhones de los asesinos.
Holanda se convirtió inesperadamente en un campo de batalla tecnológico de alto riesgo en 2019, cuando la Autoridad para Consumidores y Mercados (ACM) comenzó a investigar si la tienda de apps de Apple violaba las leyes del país contra el abuso de poder.
El problema en general es el mismo que Apple enfrenta en todos lados desde Fargo, Dakota del Norte, hasta Seúl, Corea del Sur, y muchas otras capitales y tribunales del mundo. Algunas autoridades y desarrolladores dicen que Apple controla injustamente nuestros teléfonos inteligentes y la economía digital al requerir que las apps del iPhone sean descargadas a través de su tienda. Así, la compañía fija las reglas sobre qué contenido es inapropiado y recibe una comisión de hasta el 30% en algunas compras.
Algunos desarrolladores de apps como Match Group (propietaria de Tinder, Match.com, entre otras) aprovecharon la investigación holandesa para ventilar sus quejas sobre Apple.
En agosto, la ACM emitió una orden que prohibía a Apple exigir a las apps de citas usar solo el sistema de pagos de la compañía, lo que permite a Apple cobrar una comisión. Quizá no parezca muy importante, pero Holanda podría ser uno de los primeros lugares en reducir el control de Apple sobre la economía de las apps.
En respuesta, el mes pasado, Apple propuso un conjunto de condiciones que algunos desarrolladores de apps consideraron un desacato hostil al regulador. En esencia, dio a conocer que las apps de citas en ese país podían usar el sistema de pago que quisieran, pero que Apple cobraría una comisión de 27 centavos por cada dólar de las compras que la gente hiciera a través de la app y exigiría a las compañías de servicios de citas que entregaran información y se sometieran a auditorías.
Imagine que Walmart dijera que los compradores pueden pagar con el método que deseen, pero que podría costarles más si usan una tarjeta de crédito que no pertenece a Walmart y tuvieran que darle a Walmart el estado de cuenta mensual de su tarjeta.
Margrethe Vestager, jefa antimonopolio de la Unión Europea, abordó el comportamiento de Apple en un discurso el martes 22: «Algunos en posición de poder pueden tener la tentación de hacer tiempo o tratar de eludir las normas»; «la conducta de Apple en Holanda estos días puede ser un ejemplo».
El regulador holandés afirma que las nuevas condiciones de Apple no cumplen con la orden de la ACM. Lo más probable es que un tribunal en Holanda tenga que resolver la disputa.