El régimen de free shops de frontera en Uruguay se originó en 1986 con el fin de promover la actividad económica en zonas limítrofes y ofrecer estímulos a los turistas.
Hoy existen más de 100 puntos instalados a lo largo de la frontera seca de Uruguay con Brasil, en los departamentos de Artigas, Rivera, Cerro Largo y Rocha. Estos comercios generan unos 2.000 empleos directos, cifra que se amplía a 2.500 si se consideran los indirectos, según un informe encargado por la Cámara de Empresarios de Free Shops y Afines del Uruguay al Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), y que fue actualizado por el economista y senior manager en CPA Ferrere, Nicolás Cichevski. Pero este número tiene un detalle adicional: se trata de empleo de calidad, aseguró Carlos Loaiza, secretario general de la Cámara. «Emplea muchas veces a mujeres jefas de hogar, brinda formación de calidad y posee, en promedio, el nivel de salarios más alto entre los comercios en la frontera», fundamentó.
Además, el estudio reveló que el sector representa cerca de un 10% de la recaudación de la Dirección de Aduanas por el canon. Incluso, al poner la lupa en cada departamento donde están las empresas, esa cifra trepa al 30%.
Tras el cierre obligatorio por la pandemia de covid-19 y el efecto de la «Argentina barata», en 2024 el sector cerró con números alentadores, aseguró Andrés Mendelsohn, presidente de la Cámara y director de la cadena Duty Free Americas Uruguay (DFA), que cuenta con siete locales entre Rivera, Río Branco y Chuy, y Panda é tudo, en Río Branco. «El 2023 fue un año bisagra y en 2024 empezó la recuperación; se alcanzaron cifras de 2019, un año prepandemia. Esto duró hasta noviembre, cuando, tras un incremento de 15%, el real se disparó (a la baja) y las ventas se frenaron. Pero ya en diciembre volvió a recuperarse, y enero viene muy bien, comparado al de 2017. Se notó más la presencia de turistas», analizó Mendelsohn.
El directivo y empresario agregó que hay señales que presagian un buen año, como los primeros días de enero que fueron «muy buenos», con cifras comparables a las de 2017. «Visualizamos una mejora en el negocio y carnaval se puede trabajar bien nuevamente», avizoró.
Marcelo Montico, CEO de Neutral, que cuenta con ocho sucursales (una en Chuy, dos en Río Branco, una Aceguá, dos en Rivera, otra en Artigas y una en Bella Unión) y emplea (en alta temporada) a 290 personas, reveló que en su caso están cerca de duplicar los ingresos de 2019, pero con una salvedad: esto es producto de una reestructuración interna de la empresa tras su venta en ese año.
«En total, tenemos unos 12.000 metros cuadrados y el local más importante en facturación es Chuy. Comenzamos bien este año y estamos atravesando la devaluación de Brasil sin impacto relevante, porque diciembre tiende a ser más irracional. Pero eso es una amenaza en el horizonte, porque para que lleguen los turistas brasileños, la diferencia de precios tiene que ser de más de un 20% frente al mismo producto en ese país», explicó el CEO.
De todas formas, se mostró optimista a futuro. «Nada nos hace ver el 2025 con preocupación con respecto a las ventas. Es más, vemos un año bueno, que puede ser muy bueno si el real no pierde más valor. Porque por el lado de Argentina viene muy bien». A modo de ejemplo, reveló que en los primeros 15 días de enero, el desempeño de Chuy fue «muy bueno» con un 18% por encima de enero 2024.
Para el empresario, que el sector, y su empresa, se recuperen tiene un impacto directo en las localidades donde están instalados. «En temporada alta llegamos a emplear unas 290 personas. En algunos lugares, como Aceguá, somos la principal fuente de trabajo. Ahí, más de 60% de la mano de obra ocupada es en free shops, y la mayoría son mujeres jefas de hogar. Por eso, el impacto social en algunas comunidades es mayor incluso que el económico», remarcó.
Emilio Bruno, director de la cadena The Place, la única dentro del sector Free Shop de origen uruguayo y bajo el modelo de empresa familiar (fue creada en Rivera en 1994), con presencia en Artigas, Rivera, Río Branco y Chuy, indicó que cerró 2024 con un 20% de crecimiento frente al año anterior, aunque aclaró que «venían de malas temporadas». Por ello, definió el año pasado como de «estabilidad con crecimiento». «Fue bueno, pero venimos remontando de una situación prepandemia que ya estaba complicada. Ahora estamos viendo 2025 con Chuy y Rivera que registran una buena temporada», dijo en coincidencia con los demás empresarios.
El peso argentino
La compra en los free shops tiene dos motores: el turismo de compras, que refiere a aquellos extranjeros (principalmente brasileños) que llegan a las tiendas exclusivamente a comprar, y el de turismo de playa o de paso. Este último alude a quienes van a comprar, ya sea porque están en un balneario cercano, como en el caso de la ciudad fronteriza de Chuy, o porque es punto de pasaje de turistas de un país a otro, como ocurre en Rivera o Río Branco, ciudades que los argentinos visitan mucho en su camino hacia playas brasileñas.
En todos los casos, según indicaron los empresarios consultados, el crecimiento del negocio en los últimos meses responde principalmente a una mayor afluencia de público argentino.
Mendelsohn aseguró que hay puntos como el Chuy donde se hizo notoria la presencia de argentinos que fueron a vacacionar. «Pero además es un público que no está tan resistente a gastar, producto de que muchas de las marcas internacionales no las consiguen en su país o las encuentran pero más caras», acotó.
En Neutral, el 90% de las compras eran realizadas por turistas brasileños y el resto por argentinos. Sin embargo, en 2024 los compradores de Argentina pesaron más en algunas ciudades y llegaron a representar un 25% de las ventas, comentó Montico.
Una situación similar vivió The Place, donde se «nota una mayor afluencia de argentinos», aunque Bruno aclaró que tendrá datos concretos en marzo.
Clásicos y renovación
Al explicar el aumento del negocio, los empresarios coincidieron en que esto se debe a un incremento de la afluencia de público que se trasladó y a una mayor cantidad de tickets, aunque estos reflejaron valores iguales o menores a los de años anteriores.
«El ticket promedio fue menor, pero se vendió más», dijo Mendelsohn. En cambio, para Montico los valores actuales se mantienen en los mismo niveles de antes, es decir, entre US$ 92 y US$ 106 en promedio. «El impacto está en la cantidad de tickets, y en la conversión, o sea, las personas que entran y compran, que ahora es mayor que antes», opinó.
Una explicación para este fenómeno podría estar en una mejor oferta de productos y servicio. Si bien bebidas, chocolates y belleza (perfumería y cosmética) siguen siendo los caballitos de batalla, actualizar el mix en cada línea ha sido clave para mantener el negocio, señalaron las fuentes.
En The Place, las ventas de belleza y perfumería aportan el 45% de la facturación; le sigue el rubro bebidas con el 30% y el resto se distribuye entre electrónica, indumentaria y otros. «Nuestro diferencial está en la experiencia de compra. Tenemos buen porcentaje de puntuación en atención en plataformas», destacó Bruno.
Bebidas y belleza también explican dos tercios de las ventas de Neutral, pero en su caso, afinaron la propuesta gracias a un software que, mediante inteligencia artificial, analiza en las redes sociales de Brasil qué busca la gente, y así ofrecen «lo que es tendencia» comentó Montico. Como ejemplo, citó su última novedad: productos para mascotas.
Además, para diferenciarse de otros jugadores, la empresa apuesta a ofrecer marcas exclusivas, como la de maquillaje Mac, la de indumentaria GAP (de la cual además tiene la franquicia para Uruguay) y las joyas Pandora. «Lo de las marcas exclusivas es un camino muy eficiente para incrementar el ticket», afirmó.
Mendelsohn coincidió y reconoció que, si bien las principales ventas provienen de las categorías tradicionales, hace unos años comenzó a trabajar en un cambio en el mix comercial. «Tenés que buscar otros tipos de productos. Además de lo tradicional en bebidas, debés sumar lo que se consume ahora, pero también la categoría ‘home’, donde se venden artículos de bazar, o en indumentaria con mayor mix de marcas», apuntó.
Pero las apuestas privadas no son suficientes para generar un sector competitivo, señaló Loaiza, quien adelantó que la Cámara está elaborando una agenda para trabajar con el próximo gobierno.
«Hay que mantener la competitividad con los free shops que se están instalando en Brasil, que son unos 40. Por ejemplo, el sistema uruguayo no permite vender a uruguayos, pero Brasil sí puede vender una cuota mensual a brasileños. Además, se siguen restringiendo algunos productos de origen Mercosur, y si no los vendemos nosotros, los venden del otro lado de la frontera, y el dinero y los empleos se quedan allí. Otro aspecto a trabajar es que el sistema exige un permiso por cada tienda. Queremos cambiar esto para que las grandes cadenas se puedan vender productos entre ellas y así ser más eficientes en stock y administración, entre otros aspectos», concluyó.
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