En 2019, la arquitecta uruguaya Carolina Gilardi partió hacia Londres para cursar su maestría en la Architectural Association School of Architecture, la escuela de arquitectura más antigua de Reino Unido. Al año siguiente, y en plena pandemia, recibió una propuesta de trabajo de Studio Woodroffe Papa, un pequeño estudio de arquitectura con oficinas en Londres y Ámsterdam, y aceptó. Ese mismo año, otra firma, de mayor porte, le planteó sumarse. Sin embargo, Gilardi declinó la oferta y se mantuvo en su empleo. Dos años más tarde, corroboraría que la decisión fue acertada.
En 2022, los dos fundadores de Studio Woodroffe Papa la nombraron socia y comenzó a dirigir proyectos de escala global en diferentes países. «Elegí quedarme por la posibilidad de liderar proyectos, tomar decisiones y porque (el estudio) es menos jerárquico lo que permite involucrarte más si querés», comentó Gilardi a El Empresario desde Londres.

Hoy, a sus 33 años, la arquitecta por la Universidad de la República cuenta con experiencia en grandes proyectos, como la transformación de un viejo aeropuerto en Nueva Zelanda en viviendas, un máster plan para construir 500 hogares en una antigua fábrica en Hengelo (Países Bajos) y, el más reciente y desafiante, De Grote Verbinding, una mega obra de renovación urbana en Bélgica que se conoce como «el proyecto del siglo».

Foto: Gentileza Carolina Gilardi

Esta iniciativa transformará el anillo perimetral que rodea la ciudad de Amberes en un gran espacio público. «Es una iniciativa de US$ 7.000 millones. Van a ‘enterrar’ el anillo y arriba construirán un gran parque y se adaptarán edificios actuales que están cerca», detalló Gilardi. En este desarrollo, el estudio ganó varias propuestas, entre ellas, adaptar una fábrica existente al nuevo parque y crear un «invernadero cultural» en la pared de ventilación de la autopista.

Cuatro años después de su llegada a Londres, Gilardi no solo es socia del estudio y lidera mega proyectos, sino también ha logrado construir una carrera que cruza fronteras. «El año pasado dejé Londres y volví a Uruguay. Hoy viajo a Londres tres o cuatro veces por año, me quedo lo que sea necesario para reuniones claves y vuelvo porque el resto es trabajo híbrido», explicó. De hecho, su plan es desarrollar un equipo en Uruguay. «Se puede trabajar de forma remota y me gusta vivir en Uruguay», afirmó.

Foto: Gentileza Carolina Gilardi

Hasta ahora, ha colaborado con equipos locales de arquitectos, renderistas y freelancers, y ha estrechado vínculos con firmas uruguayas como el Estudio Gómez Platero en un proyecto en Polonia. «Este intercambio es crucial para potenciar el talento uruguayo, algo que quiero promover a futuro», señaló.

Cuando Gilardi viajó a Reino Unido en 2019, dejó atrás años de trabajo en estudios de arquitectura en Uruguay para seguir un sueño: especializarse en regeneración urbana y adaptación edilicia, y luego regresar al país. Su interés por transformar edificios abandonados y reintegrarlos a la ciudad se afianzó durante su tesis universitaria, en la que analizó el impacto de convertir 10 fábricas en desuso en Montevideo en viviendas. Para ella, «la vivienda es el corazón de la ciudad».

Pero a los seis meses de estar en Londres, tuvo que asumir otro gran desafío: la pandemia. «Quería volver, pero gracias al apoyo de familiares, amigos y docentes, decidí quedarme», recordó.

Foto: Gentileza Carolina Gilardi

Hoy, en Uruguay, la arquitecta vive con su pareja y dedica parte de su tiempo libre a una nueva pasión: el tenis.

Cuando viaja a Londres, se reencuentra con amigos uruguayos y de otras nacionalidades que la ayudan a sentirse conectada. «Siempre me gustó crecer, vincularme con personas distintas y viajar. Esa curiosidad me ha llevado hasta donde estoy hoy», concluyó.