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El precio del bitcoinbatió récord tras récord a finales de 2020, pero el regreso a este mercado de los inversores individuales ha exacerbado la volatilidad del precio, lo que ha hecho que muchos analistas aconsejen ser prudentes.

En menos de 72 horas, el bitcoin subió 20% el domingo, alcanzando un récord histórico de US$ 34.792, antes de caer otro tanto y volver a rebotar.
Este martes, llegó a cotizar en torno a los US$ 31.267, mientras que el miércoles al cierre de esta edición se ubicó en los US$ 34.385.

En 2020, el precio de la principal criptomonedase cuadriplicó. Aunque la subida empezó gracias al interés creciente de inversores institucionales, desde mediados de diciembre, «los particulares volvieron de nuevo», explicó Antoni Trenchev, de la plataforma especializada en criptomonedas Nexo.

En los últimos años, se han multiplicado las vías para comprar bitcoins, enteros o en fracción: muchos bancos en línea proponen invertir en ellos sus ahorros, y en octubre, el gigante de los pagos en línea Paypal lanzó un servicio de compras, de venta y de pago en criptomoneda.

De hecho, los recientes récords se han alcanzado durante los fines de semana de las fiestas de fin de año, cuando los corredores de bolsa estaban lejos de sus computadoras.

Pero «si quieren interesarse en los movimientos diarios, más vale ser un profesional aguerrido para sobrevivir en estas turbulencias», aseguró Trenchev. «No hay ninguna certeza en ningún mercado, y todavía menos en el del bitcoin», consideró el experto, prefiriendo apostar por una subida a largo plazo, año tras año.

«Últimamente, con este resultado muchos inversores y especuladores van a querer cobrar sus beneficios a la menor señal de debilidad», apuntó Fawad Razaqzada, analista del corredor de divisas online Think Markets, que alerta, como muchos especialistas del sector, que «cabe esperar una corrección» de los valores de la moneda virtual.

El jefe del gabinete de asesoría financiera deVere, Nigel Green, anunció el 29 de diciembre haber vendido sus bitcoins, cuando el precio se acercaba a los US$ 25.000. «Ahora hay que tratar el bitcoin como cualquier inversión, es decir, vender cuando está alto y comprarlo cuando los precios bajan», indicó en un comunicado.

El de los analistas es un mensaje de prudencia que parecía olvidado en 2020, cuando apenas un par de años antes el precio del bitcoin había subido antes de hundirse, dejando en la estacada a muchos inversores individuales.

A finales de 2017, los particulares se abalanzaban sobre esta moneda descentralizada y creada por anónimos en 2009, pero después de varios meses de alzas, su precio se hundió en diciembre y a principios de 2018, y muchos inversores que habían llegado tarde a la carrera perdieron su apuesta.

Con los años, lejos de volverse un activo olvidado, una vez que la burbuja estalló, el bitcoin ha vuelto a ver cómo subía su valor, y ahora interesa cada vez más a inversores profesionales, impresionados por la resistencia de las criptomonedas.

Muchos fondos de inversión han comprado bitcoins, y los analistas de bancos como Citi o JPMorgan han empezado a seguir el precio, comparándolos con un oro digital que se beneficia de la política monetaria muy acomodaticia de los bancos centrales. Incluso, JPMorgan estimó que el bitcoin se ha convertido en un rival del oro y su cotización podría llegar hasta los US$ 146.000 si se establece como un activo de refugio.

Los observadores del mercado más escépticos aún critican al bitcoin, pero los participantes del mercado y los analistas por ahora hablan más de una «corrección» que del estallido de una burbuja como en 2017. Algunos apuestan incluso a que otras criptomonedas también se beneficien de este interés.

«Dados los movimientos del precio del bitcoin, los inversores podrían orientarse hacia el ethereum», dijo Edward Moya, analista de Oanda, en una nota.

A diferencia del bitcoin, el ethereum no ha vuelto a alcanzar sus niveles históricos, pero la segunda criptomoneda en términos de capitalización si ha visto subir su precio un 70% en el último mes, a más de US$ 1.000.