EMPRESAS

Diego Ferreira

La inequidad de género, la falta de diversidad y los sesgos en la composición de los equipos de trabajo afectan a las empresas en la captación y retención de talento, la forma de hacer negocios y el desarrollo de productos y servicios. Esas asimetrías causan, por ejemplo, que las mujeres no siempre sean consideradas en el diseño de la oferta de valor de las compañías, pese a que ellas toman el 75% de las decisiones de consumo, según indica la revista Forbes.

La buena noticia es que las empresas cada vez son más conscientes de la necesidad de levantar estas barreras. En ese contexto, el laboratorio para la equidad de género Brava impulsa desde este año un sello para ayudar a las empresas a mejorar sus políticas de género, inclusión y diversidad.

El sello «es un producto que materializa nuestra curva de aprendizaje» asesorando a empresas sobre estos temas en los casi tres años que lleva el proyecto, resumióMacarena Botta, socia de Brava junto a Magdalena Giuria.

Botta explicó que a través de la experiencia acumulada descubrieron que concentrarse en las mujeres era «solo atender la mitad del problema». Integrar a los varones que también quieren ayudar a eliminar desigualdades asociadas al género o que se enfrentan a los sesgos de lo que significa lo masculino, también se volvió un aspecto a atender. Entonces, el desafío principal que identificó Brava es poder ayudar a las empresas a «diseñar la cultura organizacional» para abordar estos temas para beneficio de las personas y las compañías.

El sello Brava permite diagnosticar y luego proponer «soluciones concretas a través de la innovación y el análisis de datos de la organización» ante problemas como la falta de acceso a oportunidades de ascenso por cuestiones de género, brecha salarial, diversidad generacional, entre otros.

La metodología de diagnóstico fue desarrollada por Brava en base a su trabajo con más de 40 organizaciones y 1.500 personas de diferentes industrias y países en estos años, detalla la empresa. Además, el sello está cotejado con estándares internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la teoría del Valor compartido del académico Michael Porter.

El plan, de unos dos meses de duración, comienza con una presentación del sello al equipo de la empresa para establecer las expectativas y los objetivos del proceso de trabajo.

Ya en la etapa de diagnóstico se envía un cuestionario «muy amigable» y concreto a todo el personal, de forma de garantizar un «abordaje integral, sistemático y sostenido». Las preguntas ayudan a ponderar la situación de la organización en cinco dimensiones: Estrategia empresarial; Cuidados; Contratación, Promoción y Evaluación; Comunidad e Impacto y Cultura organizacional.

Cumplida esta fase se delinea un plan de acción a implementar para fomentar la equidad de género a la interna.

El sello es la validación de que la empresa está caminando correctamente hacia la equidad. Para alcanzar esa distinción, el cliente debe sumar al menos 3 puntos (en una escala de 1 a 5) en el promedio global.

«¿Qué significa tener el sello de Brava? Quiere decir que estás trabajando de manera comprometida y sostenida en torno a la igualdad de oportunidades», resumió Botta.

Al obtener el aval de Brava, el cliente recibe un «kit de comunicación» para difundir y amplificar a nivel interno y externo el trabajo que llevó a este reconocimiento.

La validación dura 12 meses, por lo que en Brava promueven la idea de que las empresas puedan evaluarse cada año para comprobar sus avances.

Según Botta, algunas empresas han contratado a Brava para que las acompañe también en la implementación de las acciones recomendadas. Esto se apoya en el equipo de la firma que hoy cuenta con un científico de datos, expertos en comunicación y producción de contenidos, entre otros perfiles.

Las compañías que ya han utilizado la herramienta manifestaron un nivel de satisfacción del 95% y en general repitieron la experiencia, destacó Botta. Los clientes corresponden a diferentes industrias ya que «es difícil encontrar organizaciones que no consideren estos temas como relevantes», finalizó.