Paula Premrou, directora ejecutiva de Portfolio Personal, asegura que un aviso laboral excluyente para postulantes masculinos marcó su carrera.

Estaba en búsqueda de nuevos rumbos profesionales. Buscando avisos laborales en el mundo de las finanzas, encontró el puesto deseado. Pero había un problema: la empresa buscaba solo candidatos masculinos. Decidió postularse igual, la contrataron y así inició un camino que la llevó a ser CEO.

«Siempre pensé, ¿por qué no podría hacer eso si es lo que me gustaba y a lo que me quería dedicar?», asegura Paula Premrou, especialista en análisis financiero y directora ejecutiva de la firma Portfolio Personal. «Es cuestión de animarse y empezar», agregó.

«Esa fue la primera traba que encontré, y creo que fue la única. Yo deseaba trabajar en el mundo financiero, era analista financiera en una empresa y quería trabajar como analista de bonos en otra», recordó Premrou.

«Encuentro el trabajo que quería y el aviso decía que era únicamente para sexo masculino, excluyente. Era la condición. Decidí mandar igual el CV y logré entrar en la compañía. Trabajé todos esos años ahí. Logré ser CEO de una de las empresas de ese grupo y a partir de ahí fue todo siempre fácil», detalló.

—¿Cómo es liderar una empresa del mercado financiero básicamente dominado por hombres?

—Es una tarea apasionante. Es cierto que hay muchos más hombres que mujeres trabajando hoy en el mercado, aunque cada vez hay más mujeres. Es un trabajo muy entretenido. Hay que manejar mucha adrenalina, mucha volatilidad, se toman muchas decisiones constantemente, pero creo que estamos exactamente igual de capacitadas que cualquier hombre para manejarnos en este mercado. Se han eliminado un montón de trabas, que han existido por mucho tiempo.

—¿Cuál es el valor agregado que aporta una mujer?

—Creo que siempre la mirada de la mujer es más generalista. Vamos pudiendo seguir un montón de temas simultáneamente y en un trabajo como el nuestro es un valor agregado fundamental. Además le damos mucha calidez a equipos de trabajo donde hay mucha presión, donde todo el tiempo hay que tomar decisiones de forma casi instantánea a la presión. Las mujeres logramos generar ambientes de mucha calidez sin dejar de ser un gramo de profesionales.

—¿Qué consejos le daría a una mujer que tiene interés por trabajar en el sector?

—Es cuestión de animarse y empezar. Es un trabajo que, si te gusta, te consume, en el sentido de que te apasiona, porque estás constantemente trabajando con información, y toda la información repercute en el precio de todos los activos. Es un trabajo que demanda mucho tiempo pero que es atrapante y todos lo pueden hacer sin problemas. Hoy no hay barreras para ingresar. Solo hacen falta ganas y, como en todas las cosas, esforzarse y trabajar duro.
(La Nación / GDA)

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