ENFOQUE
Entrevista a León Peyrou, el nuevo presidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU) para el período 2020-2023.
- ¿Cómo marchan los negocios inmobiliarios en este año tan particular?
- El sector inmobiliario no está mal. El actual gobierno ha tomado medidas acertadas que, de alguna manera, han estimulado al sector, desde la captación de la inversión hasta la corrección normativa aplicada a los proyectos de viviendas promovidas. Acá no existen misterios, la actividad inmobiliaria está atada a la situación macroeconómica del país. Fue un acierto del actual gobierno la elminación de los topes fijados en 2014 para los precios, lo cual había llevado a una retracción de los proyectos presentado al amparo de la ley de vivienda promovida. El actual gobierno también incluyó en el desarrollo de las viviendas promovidas a los monoambientes, que actualmente es de lo más demandado en el mercado. Esto ayudó muchísimo, ya que el 25% de las unidades del edificio de viviendas promovidas se puede destinar a los monoambientes, lo cual se vió reflejado en la cantidad de proyectos presentados. En el primer semestre del año se presentaron 142 proyectos y, a partir del segundo semestre a la fecha, se agregaron otros 50. Es un número interesante. Y tampoco se puede pasar por alto los estímulos a los megaproyectos inmobiliarios, ya que ahora también están comprendidas las inversiones a partir de US$ 2 millones. ¿Que sucedía? Entre los megaproyectos y las viviendas promovidas había quedado una brecha de inversiones que no recibían beneficios fiscales aunque precisaban un estímulo para su efectiva concreción. Todas estas decisiones han ayudado muchísimo al sector, que ocupa una cantidad importante de mano de obra con el reconocido efecto multiplicador de la industria de la construcción.
- ¿Cómo se ha comportado el mercado inmobiliario?
- No es fácil cuantificar la situación. Dentro de mis proyectos para la CIU, está la creación de un Observatorio Inmobiliario, para lo cual es preciso crear alianzas con los registros públicos, Catastro, Intendencias, Asociación de Escribanos, así como con los organismos fiscales para tener datos sectoriales globales sobre la recaudación del IVA y del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
En lo personal, he percibido un empuje del sector desde las elecciones nacionales de 2019, que luego se paralizó con la llegada a Uruguay de la pandemia. Las inmobiliarias acataron las recomendaciones sanitarias y se cerraron durante 60 días sus oficinas, para retomar la actividad con la reactivación de la construcción. En todo este tiempo, la demanda estuvo vigente y se logró canalizar con las medidas macroeconómicas del gobierno. Este año mostró una operativa inmobiliaria muy interesante. Al principio de la pandemia, hubo un pequeño ajuste de los precios ante la incertidumbe inicial, pero, en general, los valores de las compraventas se mantuvieron en los mismos niveles. También se recibieron muchas consultas de extranjeros, sobre todo argentinos, a raíz de la decisión del gobierno de facilitar los requisitos para otorgar la residencia en el país. Estimo que el mayor movimiento va a venir a futuro cuando se levanten las restricciones de la frontera.
- ¿En qué etapa se encuentra la aprobación de la ley de operador inmobiliario?
- Hoy tenemos un anteproyecto de ley presentado, que está a estudio del Poder Ejecutivo. Tiene 16 artículos y unanimidad de criterios entre todas las gremiales vinculadas al sector inmobiliario. Para operar en el futuro, se necesitaría estar incluido en un registro, tomando en cuenta que las inmobiliarias son agentes de retención de impuestos, colaboradores en el análisis de riesgo con la aplicación de las debidas diligencias según determinados indicadores. Parece un contrasentido: quien debe hacer un negocio inmobiliario debe cumplir una serie de requisitos y por otro lado cualquier persona puede participar de una operación inmobiliaria de forma lucrativa. Está bien el acuerdo entre particulares, siempre que no exista una gestión remunerada y a la vez no falten las debidas diligencias. Debemos ir a un operador inmobiliario calificado y regulado, que abarque a las inmobiliarias internacionales que operan en Uruguay.