Informe
Jennifer Sey publicaba que no estaba de acuerdo con cierre de escuelas y mandatos de tapabocas para niños; para ella es libertad de expresión pero la compañía no está de acuerdo.
Antes de 2020, Jennifer Sey, una alta ejecutiva de Levi Strauss & Co. y una de las principales candidatas para ser la próxima líder de la empresa, apenas usaba las redes sociales. Dos años más tarde, Sey se quedó sin trabajo, en parte, según cuenta, debido a su actividad en Twitter.
La inusual salida de Sey el mes pasado de Levi’s después de más de 20 años generó una avalancha de titulares, y ella afirmó en un ensayo de amplia circulación que su defensa de la reapertura de escuelas durante la pandemia la convirtió en una paria en el trabajo y, en última instancia, la llevó a su despido.
El camino hacia su partida fue complicado. Tocó temas como si las corporaciones pueden controlar el discurso personal de sus empleados, particularmente en un período de aislamiento, y la política relacionada con hablar en ciertas plataformas, como los programas de opinión de Fox News.
Jennifer Sey fue despedida el mes pasado de Levi’s después de más de 20 años en la empresa.
La política de redes sociales de la empresa dice que los empleados son libres de discutir sus puntos de vista, pero espera que protejan la «reputación e imagen» de la empresa.
Sey, de 53 años, dijo que no creía que empresas como Levi’s necesitaran respaldar puntos de vista específicos de los colaboradores, pero deberían «defender el derecho de los empleados a expresarse sobre lo que les importa».
Sarah Sobieraj, profesora de sociología en la Universidad de Tufts, dijo que la situación de Sey, incluida su frustración con la forma en que sus colegas interpretaban sus puntos de vista personales, era un ejemplo de un fenómeno cada vez más común en la era digital conocido como «colapso del contexto».
«Solías poder segmentar quién eres; podías ir a la iglesia y comportarte como lo hacías en la iglesia e ir al trabajo y comportarte como lo hacías en el trabajo, luego salir con amigos y comportarte de esa manera», dijo. Ahora «lo que sea que estemos diciendo o publicando, lo estamos publicando frente a todas las personas en nuestras vidas».
«Ese desenfoque es parte de la incomodidad de Levi’s, y es parte del problema al que se ha enfrentado Jen Sey», agregó.
Sey, una exgimnasta campeona nacional, fue directora de marketing de Levi’s antes de ser ascendida a presidenta de la marca en octubre de 2020. Se le ofrecían regularmente entrevistas con periodistas, junto con Chip Bergh, director ejecutivo de la empresa. Madre de cuatro hijos, dos de ellos están en edad universitaria y los otros tienen 5 y 7 años, Sey era muy querida internamente y era patrocinadora ejecutiva del grupo de recursos de la compañía para empleados negros.
Cuando comenzó la pandemia, Sey vivía en San Francisco, donde Levi’s tiene su sede. Le preocupaba cómo los niños pequeños como los suyos podrían verse perjudicados por el cierre de escuelas públicas. Entonces, recurrió a Twitter, donde en un momento de aislamiento encontró a otros padres con ideas afines.
Publicaba regularmente sobre el cierre de escuelas, un tema polémico en la ciudad (San Francisco), y participaba en reuniones para reabrirlas.
Publicaba regularmente sobre el cierre de escuelas, un tema polémico en la ciudad, y participaba en reuniones para reabrirlas. Dijo que se había ocupado de representarse a sí misma como madre y ciudadana, dejando a Levi’s, que cotiza en bolsa, fuera de sus perfiles públicos. «Sé que fue fácil de encontrar», dijo sobre su puesto en Levi’s, «pero estaba hablando por mí misma».
Sey, cuyo comentario se produjo antes de que se introdujeran las vacunas y cuando los sindicatos de docentes se opusieron a los retornos, dijo que un miembro de la junta y otros líderes de la empresa la habían «animado a bajar el tono», pero que nunca le habían dicho que dejara de publicar ni le habían ofrecido nada.
La primavera pasada, se le pidió a Sey que apareciera en el programa de Laura Ingraham en Fox News para hablar sobre su decisión de mudarse a Denver para que sus hijos pudieran experimentar la educación en persona. Si bien no fue identificada como ejecutiva de Levi’s, la aparición provocó una protesta en la empresa. Por esa época, Sey también hizo una entrevista en YouTube con Naomi Wolf, a quien se le prohibió el acceso a Twitter por difundir información errónea sobre las vacunas.
Chip Bergh (CEO de Levi's) dijo que su presencia en Twitter era «demasiado problemática para que usted desempeñe este papel de CEO, y no hay un camino viable para usted en la empresa», aseguró Jennifer Sey.
Levi’s, como muchas empresas en el punto álgido de la pandemia, celebró reuniones de personal cada pocas semanas en las que los empleados podían hacer preguntas de forma anónima. En una reunión del 31 de marzo, hubo preguntas sobre la aparición de Sey en el programa de Ingraham.
Sey dijo que enfrentó críticas injustas por los tuits de su esposo, quien habló abiertamente en redes sociales sobre su oposición a las vacunas y máscaras, publicando comentarios como: «Las máscaras covid son entrenamiento de obediencia y las vacunas covid son juramentos de lealtad».
En octubre pasado, la ejecutiva se reunió con Bergh (el CEO de Levi’s). Ella dijo que él había pedido aprobación para realizar una verificación de antecedentes sobre ella, un paso de rutina para aquellos que están siendo examinados como posibles directores ejecutivos.
En enero, Bergh dijo que su presencia en Twitter era «demasiado problemática para que usted desempeñe este papel de CEO, y no hay un camino viable para usted en la empresa», dijo Sey. Levi’s le pidió que se quedara hasta encontrar su reemplazo, pero no estuvo interesada y renunció.
Levi’s cuestiona el relato de los hechos de Sey, incluidas sus afirmaciones de que rechazó un paquete de indemnización de US$ 1 millón para poder hablar libremente sobre la compañía.
Discriminación
Sey ha argumentado que fue objeto de «discriminación de puntos de vista» por parte de Levi’s. Dijo que anteriormente había publicado en las redes sociales en apoyo de Warren en las primarias presidenciales demócratas y sobre su tristeza por los asesinatos de Ahmaud Arbery y George Floyd en 2020. La compañía «no se había opuesto al discurso político ni a la crítica de las políticas gubernamentales o incluso sopesar a los candidatos» en esos casos, dijo.
De hecho, eso complicó las circunstancias de la salida de Sey, según expertos en relaciones públicas. Si bien las empresas y los líderes corporativos han tratado durante mucho tiempo de evitar meterse en debates políticos, las grandes divisiones de esta era han provocado que Levi’s y algunas otras marcas sean más francas sobre temas públicos, incluidos los derechos LGBTQ y la inmigración.
«La cuestión clave aquí es dónde se encuentra ese límite y qué pasa cuando no estás trabajando», dijo Sobieraj.