El lunes 16 de setiembre les llegó el aviso a todos los empleados corporativos de Amazon: tendrán que volver a trabajar en las oficinas de la compañía cinco días a la semana a partir de enero.
La nueva regla, que supera el mandato de tres días a la semana establecido en 2023, parece ser la decisión de regreso a la oficina más estricta entre las grandes empresas de tecnología y podría ser un presagio de más por venir.
Que Amazon, que siempre ha operado con reglas más estrictas para su fuerza laboral corporativa que sus pares, sea la empresa que esté liderando el camino de regreso a la oficina, no es una sorpresa. El cambio afectará a más de 350.000 empleados corporativos.
Un sitio interno para empleados de Amazon, al que tuvo acceso The New York Times, decía que la asistencia se controlaría mediante el deslizamiento de las credenciales corporativas y que los empleados debían regresar a la oficina incluso si no había muchos miembros de su equipo en su ubicación. Dijo que la empresa estaba trabajando para hacer que las salas de conferencias estuvieran más disponibles y estaba agregando alrededor de 3.500 de las llamadas cabinas telefónicas en las oficinas para acomodar a los empleados adicionales.
Los canales de mensajería interna de Amazon se llenaron de descontento por los cambios, según capturas de pantalla de los mensajes. «Toda la situación es muy deprimente y desmotivadora, por decir lo menos», decía un mensaje. También cuestionaron cómo encajaban los cambios con la misión declarada de Amazon de convertirse en «el mejor empleador de la Tierra».
¿Y las demás?
Desde que básicamente cerraron sus oficinas en los primeros días de la pandemia, las empresas de tecnología han ido avanzando poco a poco para que los empleados vuelvan. En este momento, otras grandes empresas de tecnología como Microsoft, Google, Meta y Apple esperan que los empleados trabajen en la oficina dos o tres días a la semana.
Dar a los empleados flexibilidad en el lugar de trabajo, permitió a las empresas ahorrar dinero en espacio de oficina y ofrecer flexibilidad laboral como beneficio. Pero los ejecutivos dicen cada vez más que ha habido concesiones que ya no quieren hacer.
A medida que los empleadores se centran en la productividad, también notan que fuera de la oficina la gente ha vuelto por completo a los niveles de actividad previos a la pandemia.
Amazon también dijo el lunes que planeaba aumentar la cantidad de personas que supervisa un gerente típico en un 15% para fines de marzo.
Asimismo, dejó abierta la posibilidad de que algunos gerentes pudieran ser despedidos, según una página de preguntas frecuentes interna con más detalles, vista por el Times. Dijo que cada equipo revisaría su estructura y «es posible que las organizaciones identifiquen roles que ya no son necesarios».
Las oficinas de todo EE.UU. han alcanzado más del 50% de la ocupación previo a la pandemia, según Kastle, la empresa de seguridad en el lugar de trabajo.
A su vez, solo un cuarto de las jornadas laborales pagadas se realizaron desde casa en agosto, según una investigación de Stanford. Nick Bloom, un economista de la Universidad de Stanford que estudia las políticas de trabajo desde el domicilio, señaló que muchas empresas habían realizado cambios con frecuencia en sus reglas de regreso a la oficina.
En una encuesta de febrero a más de 2.600 trabajadores, casi el 40% dijo que había experimentado dos o más cambios en las reglas de RTO de la empresa.
Zach Dunn, de la plataforma de gestión de lugares de trabajo Robin, dijo que existe la sensación de que «el péndulo se había inclinado demasiado» hacia el trabajo a distancia.