Clásico reversionado: la grappamiel uruguaya se vuelve artesanal y apunta a mercados internacionales

La tradicional bebida crece en marcas y variedades, adoptando un enfoque que la acerca a nuevos segmentos de consumidores dentro y fuera de fronteras

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Botellas de grappamiel.
Botellas de grappamiel.
Canva

Es invierno y eso en el mundo de la bebida significa que es zafra de grappamiel. La bebida a base de grappa, un destilado de orujo y miel, ha ganado terreno entre consumidores locales y extranjeros. Ya se vende en el exterior y los productores artesanales ven oportunidades de crecimiento.

«La grappamiel va a ser la bebida de los próximos tres años», aseguró Manuel Filgueira, dueño de la bodega Los Nadies, ubicada en el Prado, Montevideo, que hace unos años produce grappamiel, junto a Nicolás Nieto y su empresa Espíritu Nativo.

Han incorporado de a poco la bebida a su catálogo, por año producen 1.000 botellas de medio litro que venden en un 90% a turistas extranjeros que visitan la bodega y que han mostrado gran interés, lo que le da el pie a Filgueira para sostener que «seguro va a ser una pata de negocio para este año, porque la demanda es tremenda». Según contó, ya ven la posibilidad de exportar a mercados exóticos como Japón, a donde venden vinos para restaurantes con estrella Michelin.

Los Nadies produce su grappamiel de dos maneras, con grappa «fresca» y otra que se mantiene dos años en barricas donde antes hubo vinos blancos, lo que le da un gusto diferente; la primera es más floral y la segunda se parece más al coñac. En ambos casos la miel usada proviene de monte nativo, de las sierras, «para que mantenga un sabor de Uruguay».

Grappamiel de Los Nadies
Grappamiel de Los Nadies
Gentileza: Gonzalo Sánchez

«Trabajo de hormiga»

En el consumidor uruguayo esta bebida «despierta una memoria brutal», a los más adultos los retrotrae a su juventud, y para los jóvenes es muy interesante, explicó Filgueira.

Hay empresas que apuntan a atraer un público más joven, o que incluso han tratado de crear una nueva categoría de consumidor, que busque un producto premium, como es el caso de Basta Spirit, que produce la grappamiel Rosa Negra. Álvaro Aniano, cofundador y director de la empresa, comentó que el producto se creó con el espíritu de ser una bebida que mostrara la «identidad coctelera de Uruguay». Pero también agregó que al no producirse en otros países y no ser tan conocida, ha sido un desafío presentarla en el exterior. Rosa Negra se vende en tiendas especializadas en Uruguay, free shops de la frontera y se exporta a Nueva Zelanda desde hace un año y medio. Además, próximamente entrará en el mercado mexicano. «Ha sido un trabajo de hormiga educar al consumidor en el exterior», evaluó Aniano.

En su primer año la empresa produjo 1.600 botellas, luego 2.000 y ahora hace varios lotes de 4.000 por año, unas 13.000 borellas, en la bodega Casa Grande.

Grappamiel Rosa negra
Grappamiel Rosa Negra
Álvaro Portillos

Innovar en un clásico

Para diversificar la oferta, Basta Spirit lanzó en 2020 Rosa Negra café, un licor premium con grappa de Tannat, miel natural de pradera y un blend de granos de café de Etiopía y Brasil. Esta variedad obtuvo una medalla doble de Oro en la San Francisco World Spirits Competition, «lo máximo a lo que podes aspirar, es como ganar una Copa del Mundo con grappamiel», celebró Aniano.

Honey Potion es un emprendimiento familiar que también apostó por la innovación de este clásico creando grappamiel con sabores. Desde Libertad, San José, venden 9.000 litros por año. Su catálogo abarca grappamiel clásica, con naranja, con limón, con menta, con café y con canela. Facundo Arguinarena, fundador del emprendimiento, contó que la variedad más vendida es la que lleva limón.

Honey Potion surgió en pandemia en el seno de una familia apicultora. Las ventas han ido en aumento, en su primer año colocó 500 litros en el mercado y eso les ha permitido invertir en su propia planta de elaboración. La marca se comercializa en tiendas de Colonia, San José, Montevideo, Mercedes y Canelones y supermercados como Cofa’s, mientras los emprendedores buscan entrar en otros puntos de venta. A largo plazo «sería algo genial» exportar, comentó Arguinarena.

 

Grappamiel de Honey Motion
Shot de grappamiel con canela.
Gentileza: Honey Potion

Diversificación

Bodega Narbona produce una amplia variedad de vinos, de los que vende 120.000 botellas al año, pero además coloca 6.000 botellas de grappamiel.

La empresa comenzó a diversificar su producción en 2008 haciendo una grappamiel casera para ofrecer en su restaurante. La propuesta se volvió un clásico y en 2012 se decidió apostar por un mayor volumen de elaboración, utilizando el orujo de la bodega, contó Valeria Chiola, enóloga de la empresa, quien destacó que se buscó valorizar la bebida utilizando materia prima de calidad.

Por año Narbona produce 100.000 kilos de uva de los que quedan como consecuencia 40.000 kilos de orujo. Con un destilado propio y 40% de miel que le compran a productores de Colonia hacen la grappamiel que hoy se ofrece en los almacenes de la bodega en Carmelo, en Punta del Este, free shops como Duty Free del Aeropuerto de Carrasco y en los locales de Narbona en Miami.

Tal ha sido la aceptación del producto por parte de los clientes que la bodega ofrece una degustación exclusiva de grappa virgen y grappamiel.

Grappamiel de Bodega Narbona
Grappamiel de Bodega Narbona
Gentileza: Bodega Narbona

Chiola indicó que actualmente se ven nuevos consumidores de grappamiel, de entre 35 y 45 años. Eso se da, al igual que con otras bebidas como la cerveza artesanal, porque «las personas están más abiertas a probar cosas nuevas, lo que es muy bueno porque reflota como novedoso algo como la grappamiel que tiene una historia tremenda de tradición de inmigrantes italianos que llegaron al país», concluyó.

El frío, gran aliado de la bebida

Hace más de 15 años que la Bodega H Valdi produce grappamiel artesanal. Junto a la elaboración de vinos, crean su propia grappa, grappa añejada en barrica, grappamiel y licores como de Tannat con grappa o de limón a la grappa. La número uno en ventas es la que lleva miel, contó Daniel Meloño, gerente comercial de la empresa. Comenzaron produciendo 100 botellas y actualmente son más de 1.000 por año. La grappamiel artesanal H Valdi se vende en Macromercado y en las tiendas Iber, pero tienen un plan de desarrollo que mira al exterior.

Alejandro Domínguez, propietario de Iber, comentó que hoy las marcas artesanales «están queriendo desarrollar una nueva categoría, con otros precios, clientes y otro tipo de producto», que se diferencia de los de marcas masivas. Si bien se ha intentado incorporar más la grappamiel a la coctelería para desestacionalizarla, el consumo se da más en invierno. Durante la zafra, en Iber suelen darle una exhibición especial porque los consumidores «compran más por inmediatez», explicó Domínguez. Según dijo, la tienda trabaja con marcas como H Valdi o Rosa Negra porque buscan «tener una historia para contar a través de los productos, que tengan esencia, un diferencial».

Identidad y patrimonio nacional

El Ministerio de Turismo (Mintur) trabaja desde 2023 junto al Ministerio de Educación y Cultura para que la grappamiel se declare Patrimonio Nacional, informó Doris Rodríguez, gerenta de Planeamiento del Mintur. «Para nosotros la grappamiel es una bebida identitaria igual que el Tannat, a nivel turístico es una identidad que tenemos que sumar a la oferta gastronómica», dijo. En el marco de ese trabajo los ministerios estudian los orígenes de la bebida, la cantidad de productores, las zonas del país donde se produce y «cuál es la identidad de la grappamiel», para fomentar que se haga con «la receta original», afirmó. Este proyecto busca potenciar la difusión del producto con la gastronomía nacional.

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