Con 25 años gastó sus ahorros para emprender en un rubro desconocido y hoy lidera a más de 150 personas

El CEO de Rudy Burgers habló sobre el crecimiento de la empresa, los planes a futuro y por qué es importante mantener el foco en los negocios

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Alejandro Mazzoli, CEO de Rudy Burgers
Alejandro Mazzoli, CEO de Rudy Burgers
Estefanía Leal

Alejandro Mazzoli tiene 33 años. Es contador y emprendió su negocio de hamburgueserías, Rudy, con un amigo ingeniero agrónomo usando los ahorros que tenían. Disfruta la lectura y en su camino emprendedor se apoyó mucho en libros. Empieza por el por qué, de Simon Sinek, es como una biblia para su empresa, aseguró.

Destacó que cuando abrieron Rudy eran «súper celosos de la idea, dentro del desconocimiento» y con el tiempo escucharon otras experiencias y entendieron la importancia de vincularse para enriquecer los proyectos. Hoy sus metas pasan por «abrir un local por año», siempre en Montevideo, y reforzar la estrategia online. Está casado. Le gusta el fútbol y siempre jugó en la Liga Universitaria.

Rudy Burgers comenzó como un proyecto de amigos, ¿cómo decidieron abrir este negocio?

En 2015 seis amigos nos fuimos de viaje a Europa por un año. Algunos nos habíamos recibido y otros estaban a punto, era el fin de una etapa de estudio. Nos fuimos a trabajar de algo diferente a lo que estábamos acostumbrados. Yo soy contador y Joaco (Joaquín Garese), mi socio, es ingeniero agrónomo. Yo trabajé de mozo y él en cocina, y vimos que había muchísimas hamburgueserías, que acá (en Uruguay) no había. Estando en España Joaco me preguntó, «¿estás para arrancar algo allá?», y fue «sí, obvio, de una». Aprendimos de distintos lugares y a la vuelta empezamos con pruebas de producto con amigos y familia y a armar el plan de negocios, para ver si era viable. En agosto de 2016 abrimos un local compartido con otros amigos. Para bajar gastos compartíamos el lugar, eran dos locales pegados, al mediodía entrabas por la puerta de ellos y usabas todo el local y de noche entrabas por nuestra puerta y usabas todo el lugar. Así duplicamos la capacidad y bajamos los costos a la mitad.

¿Qué proyecciones de negocios hacían en aquel momento?

Queríamos emprender, lo que pasó a futuro versus lo que teníamos en la cabeza en ese momento no tuvo nada que ver. Arrancamos con ganas de tirarnos al agua, vimos que podía ser una oportunidad buena y la realidad es que en el día a día vas aprendiendo muchísimo, te vas desafiando y lo que te imaginabas termina cambiando.

¿Emprendieron con capitales propios o buscaron inversores?

Capital propio, muy poco capital. Reformamos un local y arrancamos siendo seis personas. Yo estaba en el piso con dos colaboradores y Joaco en la cocina con dos más. Trabajábamos todos los días en todos los turnos y cuando no estábamos de turno pensábamos cómo hacer para seguir creciendo. Los primeros años fueron bastante de no parar hasta que (el negocio) empezó a agarrar un poco de rodaje.

¿A qué desafíos se enfrentaron en el camino emprendedor?

Han sido muchísimos desafíos. Hoy tenemos un equipo de más de 150 personas que en su mayoría (unos 130) son universitarios. Al ser estudiantes rotan en un 100% anual aproximadamente. Es un ciclo natural, trabajan, estudian, avanzan en su carrera y eventualmente se dedican a lo suyo. Como empresa tenemos valores súper marcados, ese es un factor común muy fuerte. Siempre decimos que los valores no son negociables. El gran desafío que siempre tuvimos fue cómo mantener nuestra esencia y calidad con el paso del tiempo, con una rotación tan grande y a medida que vamos creciendo.

¿Cómo se cuida esa cultura al tener una rotación tan alta?

Lo logramos mediante herramientas que fuimos aprendiendo. Tenemos definido nuestro propósito: queremos que las personas que pasen por Rudy se vayan más felices de lo que entraron, y eso aplica para todos. Queremos que quienes trabajan con nosotros tengan la mejor experiencia del mundo, que se acuerden de Rudy y digan «qué tremendo que estuvo», romper ese paradigma de que el trabajo es un embole. Trabajar tiene que estar tremendo. Y todas las decisiones que tomemos tienen que estar alineadas a eso. Para formar parte de Rudy, independientemente del rol, tienen que compartir los valores de actitud positiva, pasión por el cliente, trabajo en equipo, responsabilidad, humildad y desarrollo personal y profesional. Yendo al último punto, nos tenemos que desarrollar todos y tenemos que desarrollar al resto. Sacando ese y la pasión por el cliente, que es algo que se aprende, el resto es parte de valores que uno trae. Si estamos alineados, tenemos el 90% del trabajo hecho. Para lograr el otro 10%, cada vez que entra una persona la capacitamos, porque lo más importante es tener todo claro, tener una comunicación asertiva, constructiva y transparente. Después les hacemos seguimiento para poder darles feedback.

Alejandro Mazzoli, CEO de Rudy, en el nuevo local de la empresa en el Centro de Montevideo.
Alejandro Mazzoli, CEO de Rudy, en el nuevo local de la empresa en el Centro de Montevideo.
Estefanía Leal

Se plantearon el objetivo de abrir un Rudy por año, ¿lo han podido cumplir?

Venimos bien. Uno de los desafíos que nos encontramos es que abrir un local en Uruguay no es tan fácil, hay un montón de permisos que llevan tiempo desde que se arranca con el deseo de abrir un lugar. Hace poco inauguramos Rudy Centro y tenemos en mente sumar otro local, pero todavía no hemos definido el próximo barrio. Recientemente entró un gerente de Marketing al equipo para consolidar las cuatro áreas principales: Operaciones, Administración, Recursos Humanos y Marketing. Ahora que el equipo en lo macro está consolidado la idea es empezar a investigar sobre el mejor barrio para abrir próximamente.

¿Cuántos locales de Rudy hay actualmente en Montevideo?

Hoy tenemos cuatro. Teníamos tres locales (de atención) al público y uno exclusivo para delivery, y hoy tenemos cuatro sólo de atención al público. Lo que hemos hecho en estos últimos dos años, luego de la apertura en Carrasco, fue reformar todos los locales para que tengan doble capacidad de producción, con la finalidad de dar el mejor servicio mejorando la velocidad.

¿Han pensado en instalarse en otros puntos del país?

Sí y no. No lo descartamos pero tampoco lo tenemos como meta. Queremos abrir un local por año pero primero queremos arrancar por Montevideo o las cercanías para seguir creciendo. Para abrir en el interior, o en su defecto afuera del país, necesitamos ser perfectos e impecables. Cuanto más cerca más fácil. Ahora estamos aprendiendo muchísimo y eventualmente sí (se dará la expansión).

¿Los locales de Rudy son propios o hay franquiciados?

Por ahora son todos nuestros. Las franquicias son algo que tenemos como posibilidad pero todavía no nos lo planteamos.

¿Cuánto significa el canal online para el negocio?

Los canales digitales, incluido PedidosYa y nuestra web, implican poco más del 60% del total de ventas. Apostamos muchísimo a esos canales. Vamos a lanzar en breve un delivery propio. La idea es que nuestra web sea cada día mejor. Sabemos que tenemos muchas oportunidades de mejora ahí. Queremos llevar el foco que tenemos en los locales, de una buena experiencia, a lo digital.
 

Hace unos años Rudy incursionó en el rubro de los bares. ¿Cómo fue esa experiencia?, ¿la volverían a repetir?

Incursionamos en los bares con Rudy Bar, arriba del local de Punta Carretas, (pero) no nos fue del todo bien. Lo cerramos y después abrimos Primo, donde vendíamos hamburguesas y tragos, y tampoco fue un gran negocio. ¿Lo volveríamos a repetir? Sí y no. En ese momento veníamos creciendo y cuando abrimos eso creímos que iba a ser más fácil de lo que en realidad fue. Uno de los aprendizajes o golpes que tuvimos fue que perdimos el foco. Cuando abrimos Rudy Bar eso nos sacó el foco de lo que era Rudy. En el caso de volver a hacer un nuevo proyecto, a lo que siempre estamos abiertos porque esa chispa de emprendedor siempre está, sería con muchísimo foco y un equipo dedicado a eso, no mezclando. Una cosa que aprendimos muchísimo y que nos ha llevado a los resultados de hoy es el foco.

¿Han tenido interesados en comprar la empresa? ¿Se han planteado vender?

Nos han pedido muchísimas veces franquiciar la marca y la respuesta ha sido siempre la misma: «por ahora no». Para comprarnos nunca tuvimos una propuesta formal y en tal caso no es nuestro foco en este momento. Estamos contentos con lo que logramos, no hay razón por la qué quisiéramos vender.

¿Cómo se conforma el menú de Rudy? ¿Atienden las tendencias para cambiarlo?

Miramos las tendencias y estamos tratando de aprender todo el tiempo. Rudy se centra muchísimo en el producto, en la calidad y en lo que está alrededor. Por eso, por más que salga una hamburguesa con no sé qué avance, no es necesariamente lo que queremos, porque ya hay un nicho del mercado que está en eso y que sí va a cambiar, nosotros no. Seguimos enfocados en la calidad y en que Rudy sea una marca que genere confianza. La calidez humana es algo que no queremos perder y queremos sí ser tendencia en marketing y comunicación, pero no necesariamente respecto al producto. Vamos a cumplir ocho años y no hemos cambiado el menú. Tenemos dos tipos de hamburguesas, la de carne con o sin queso, simple o doble y con toppings; y la vegetariana, y papas para acompañar. El menú es simple. ¿Cada cuánto lo renovamos? No lo renovamos, pero no significa que no lo trabajemos. Por ejemplo, el pan, que es de una receta propia, se viene mejorando con los años.

¿Cómo es el perfil de clientes?

Originalmente pensábamos que iba a ser un público de 25 a 35 años y la experiencia nos mostró que no es así. Hace poco vimos una pareja de 80 años que vino a almorzar, algo que antes era impensado. Desbloqueamos ese perfil que no iría a otros lugares. No nos encasillamos en un perfil de público, queremos que vengan familias, amigos, parejas, todos.

Cifras del negocio
  • 60% de las ventas de Rudy se realizan a través de la vía online, en la web de la empresa o en plataformas como PedidosYa. Ahora los emprendedores tienen como objetivo reforzar esos canales.
  • 150 colaboradores conforman el equipo de la empresa. Comenzó con seis personas y creció a medida que abrió más locales. La mayoría de los trabajadores son estudiantes universitarios.

Apuntes de carrera

  • 2016: Mazzoli y Garese definen su emprendimiento y Rudy entra en el mercado de las hamburgueserías con su primer local en Montevideo.
  • 2020: por la pandemia «fue un año muy sacrificado». Cerraron Rudy Bar y tres de cuatro locales. «Fue un año de mucho aprendizaje» y el canal digital «explotó», dijo Mazzoli.
  • 2021: «Fue un año en el que aprendimos mucho de lo empresarial», indicó. Desarrollaron mejor el organigrama para proyectarse más a largo plazo.
  • 2024: Termina una «etapa inicial» de la empresa y comienza una nueva con un equipo más reforzado y nuevos desafíos por atender a futuro.

«Las hamburgueserías fueron, son y serán un boom»

Las hamburgueserías artesanales se volvieron un boom, ¿ese escenario se mantiene?

Las hamburgueserías fueron un boom, lo son y seguirán siendo. No es una moda, en muchos países del primer mundo siguen desarrollándose. Muchos análisis del exterior muestran que continúa el crecimiento y aparentemente no es algo que vaya a frenar. Es comida, y la hamburguesa es algo súper tradicional, algo que siempre estuvo y siempre va a estar. En este nuevo mundo de desafiar la comida rápida con algo más gourmet es algo que sigue siendo nuevo. Hay mucho por crecer y mejorar y sobre todo esa experiencia que combina el producto y la atención al cliente. Todo es muy nuevo todavía.

¿Cómo está viendo hoy a la competencia?, ¿hay mercado para tantos jugadores?

No somos muy de mirar constantemente para el costado. La realidad es que desde que arrancamos siempre estuvimos en constante crecimiento y creo que hay lugar para todos, cada uno con sus fuertes. Muchas marcas no tienen por qué ser una competencia directa, sino que un mismo cliente puede elegir una cosa y en otro momento otra.

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