Los amantes del boxeo tienen marcado en su calendario el próximo viernes 15 de noviembre, fecha en la que regresará al ring el excampeón mundial de los pesos pesados, Mike Tyson, para enfrentar al youtuber, rapero y novel pugilista, Jake Paul. El combate -que tendrá lugar en el AT&T Stadium, hogar de los Dallas Cowboys, en Arlington, Texas- no solo implica el enésimo retorno de «Iron Mike» al cuadrilátero, sino también el debut de Netflix en una transmisión en vivo de boxeo.
Para la plataforma de streaming, este evento representa un nuevo avance en su apuesta a emitir contenidos en vivo sin guión, un concepto en el que los deportes encajan a la perfección. Netflix, que ha transmitido en el pasado exhibiciones exclusivas de golf y tenis en vivo, ya confirmó los siguientes pasos de la estrategia: en diciembre se podrán ver en su pantalla los partidos de Navidad de la NFL, y en enero será el turno de los combates de los lunes que organiza la WWE. Para hacerse con los derechos de los partidos navideños de la liga de fútbol americano durante el período 2024-2026, la plataforma pagará US$ 150 millones. De sus arcas saldrán, además, US$ 5.000 millones para poder transmitir durante 10 años la lucha libre de la WWE en formato semanal.
Menos es más
En julio, durante una llamada de ganancias, el coCEO de Netflix, Ted Sarandos, mostró que el gigante de streaming intenta construir un modelo propio de transmisiones deportivas. Según explicó, el plan consiste en apostar a grandes eventos puntuales en vez de abarcar toda una temporada de una competición.
«Es muy difícil tener deportes de grandes ligas y obtener ganancias cuando se ofrecen en temporadas completas. Pero cuando se ofrecen en este modelo de eventos que estamos construyendo, estamos realmente entusiasmados con la oportunidad de hacerlo sin el riesgo» de quedar en deuda con la liga deportiva en el momento de la renovación, sostuvo Sarandos en declaraciones citadas por la revista Fortune.
Esta «jugada» se complementa con otros contenidos como los exitosos documentales anclados en el mundo de la F1 (Drive To Survive), el tenis (Break Point) y el golf (Full Swing), los cuales han alimentado el interés en esos deportes alrededor del mundo.
El enfrentamiento de Tyson y Paul tampoco se aleja completamente de drama deportivo que tanto rédito le da a Netflix; la pelea será el epílogo de un documental de tres capítulos sobre sus protagonistas. Los dos primeros episodios se estrenaron ayer, mientras que el último se emitirá el jueves 14, un día antes de la contienda en Texas.
Gana patrocinios
Los eventos deportivos y contenidos en vivo sin guión son «una gran oportunidad» para que Netflix aumente sus negocios e ingresos, destacó Magno Herran, vicepresidente de asociaciones de marketing global de Netflix, durante la cumbre Content Meets Commerce celebrada en octubre en Nueva York. La plataforma ve en esos formatos una alternativa lógica para incorporar a las marcas, lo que va en línea con la nueva estrategia comercial de la compañía de ofrecer planes de suscripción que incluyen publicidad a menor precio que las membresías sin anuncios.
Para la pelea de Tyson y Paul, Netflix concretó la presencia de cinco «patrocinadores presentadores»: Celsius (bebida isotónica), DraftKings (juegos de azar), Meta Quest (lentes de realidad virtual), Experian (fintech) y Spaten (cerveza).
Algunas de esas marcas aparecerán durante la pelea estampadas en la lona del ring y en otros espacios de visualización a lo largo del combate, adelantó Herran.
Un segmento durante el evento llamado «Essential Energy Highlight of the Fight» será auspiciado por Celsius; DraftKings compartirá probabilidades de apuestas y otra información en el espacio «Tale of the Bet»; Meta Quest y Experian presentarán otros bloques en la antesala de la pelea, mientras que Spaten será parte de las fiestas que se organizarán para ver el combate, detalló a Ad Age la presidenta de publicidad de Netflix, Amy Reinhard.
En agosto, la ejecutiva comentó, en un comunicado de la plataforma, que Netflix había incrementado en más de un 150% las ventas anticipadas de anuncios respecto a 2023, considerando todos los formatos de contenidos.
La inversión en eventos deportivos para atraer audiencia y ventas por publicidad es una golpe ganador para el gigante global de streaming.
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