Por Tomás Frutos
EFE
El Nápolesse revaloriza un 34% respecto a la temporada pasada. Khvicha Kvaratskhelia ha pasado de tener un valor de € 15 millones (US$ 16,5 millones) a valer 85 (US$ 93,7 millones). Victor Osimhen de € 65 millones (US$ 71,6 millones) a 100 (US$ 110 millones). Todo tras un mercado de pases que saldó con US$ 4,8 millones de beneficio. La brillante campaña que se acaba de saldar con el tercer Scudetto de su historia -tras empatar 1 a 1 con Udinese- se sustenta en una obra de ingeniería financiera que ha dado frutos en el campo.
La plantilla de la temporada pasada valía € 469 millones (US$ 517 millones). Este año, con la revalorización de varios de sus jugadores y sin grandes operaciones de mercado, vale € 629 millones (US$ 693 millones), según datos del portal Transfermarkt.
Cuando terminó el mercado veraniego en Europa el 31 de agosto de 2022, casi nadie apostó por que el Nápoles rendiría a este nivel. Ya no solo por fichar jugadores desconocidos como el georgiano Kvaratskhelia o el surcoreano Kim Min-Jae, sino por las figuras que abandonaron el club.
La plantilla de la temporada pasada valía € 469 millones (US$ 517 millones). Este año, con la revalorización de varios de sus jugadores y sin grandes operaciones de mercado, vale € 629 millones (US$ 693 millones), según datos del portal Transfermarkt.
Jugadores como el español Fabián Ruiz, el senegalés Kalidou Koulibaly, el belga Dries Mertens, el italiano Lorenzo Insigne o el colombiano David Ospina finalizaron su etapa en el club.
Algunos emigraron tras ventas valiosas como Koulibaly al Chelsea o Ruiz al PSG, mientras que otras partidas no resultaron tan fructíferas como el pase de Insigne al Toronto o el de Mertens al Galatasaray como agentes libres. El club ganó € 80 millones (US$ 88 millones) con estos traspasos.
El objetivo del dueño del club, Aurelio De Laurentiis, estaba claro. Sanear cuentas librándose de altos sueldos y apostando por nuevos talentos. Luciano Spalletti, el DT, también salió beneficiado: se erigió líder indiscutible de un vestuario en el que había demasiadas voces cantantes.
Suben su cotización
El buen rendimiento en el campo dio la razón a Di Laurentiis. Kvaratskhelia y Osimhen se han potenciado mutuamente y son ahora los jugadores más valiosos de la Serie A italiana, por delante de estrellas como Lautaro Martínez (Inter), Rafael Leao (Milan) o Dusan Vlahovic (Juventus).
Según Transfermarkt, Kvartaskhelia es el futbolista que más se ha revalorizado a nivel global: € 70 millones (US$ 77 millones). Un aumento del 466%.
Asimismo, Osimhen subió de 65 a 100 millones (un 53% más), mientras que Kim Min-Jae pasó de € 14 millones (US$ 15,4 millones) a € 50 millones (US$ 55 millones), un 257% de incremento.
Según Transfermarkt, Kvartaskhelia es el futbolista que más se ha revalorizado a nivel global: su pase subió unos € 70 millones (US$ 77 millones), lo que representa un aumento del 466%.
Pero no hace falta irse a las grandes estrellas para comprobar que el Nápoles ha rendido a las mil maravillas en el verde.
El meta Alex Meret ha elevado su valor de € 10 millones (US$ 11 millones) a 18 (US$ 19,8 millones). Stanislav Lobotka ha aumentado su precio en un 90% hasta € 38 millones (US$ 41,8 millones). Zambo Anguissa y Eljif Elmas también se revalorizaron.
Un hito con «efecto derrame» en la ciudad
La ola de éxito que surfea el Nápoles afecta a la ciudad. La frontera entre la urbe y el equipo navega muchas veces por el mismo río. El fútbol y la vida cotidiana se funden.
El crack argentino Diego Armando Maradona ha sido siempre, y seguirá siendo, el negocio infinito de la ciudad. Este año es solo un paréntesis y el estandarte, por primera vez en 33 años, no solo será «el Diego», una deidad en Nápoles.
Este último fin de semana casi no había alojamiento y el poco disponible tenía los precios por las nubes. Todo para acoger a los fanáticos que esperaban que su equipo alcanzara el título este domingo al recibir al Salernitana. Estuvieron cerca; ganaban 1-0 con gol del uruguayo Mathías Olivera, pero al final fue empate 1-1. Toda esta euforia se ha desatado porque Nápoles volvió a ser campeón. Todo porque el equipo decidió apostar por el balance económico y se convirtió, además de en un proyecto ilusionante, en una obra de ingeniería financiera.