El champagne de los 1.000 euros

El grupo francés Pernod Ricard puso en el mercado el autoproclamado champagne más caro del mundo

El champagne fue tradicionalmente un producto de lujo. Sin embargo, el acceso de muchos productores a círculos de distribución más democráticos permitió a los consumidores encontrar este tipo de bebida a precios razonables y acabó por popularizar este producto quitándole esa especie de halo de glamour para convertirlo en un lujo caro, pero al alcance de todos. Ante esta situación, el grupo francés Pernod Ricard, se propuso devolver a esta bebida su carácter de exclusividad.

Según anunció el presidente de la empresa, Patrick Ricard, la empresa venderá el champán más caro del mundo, que costará alrededor de 1.000 euros la botella. El preciado néctar será un blanco de la cosecha Belle Epoque de la casa Perrier-Jouet.

En una asamblea de accionistas, el dirigente explicó que las botellas se destinarán a la exportación, concretamente a países como Estados Unidos, China o Rusia, ya que en Francia pocas personas pueden o quieren permitirse pagar semejante cantidad por un champán, aunque sea el mejor.

"La producción y distribución serán limitadas" explicó ante los accionistas de la compañía. El directivo reveló los planes de la empresa como respuesta a la pregunta de un accionista, que quiso saber cómo Pernod- Ricard iba a afrontar la competencia de grupos y firmas de espumantes de lujo.

Con esta operación, los directivos de Pernod Ricard, que regresaron el año pasado al sector del champán gracias a la adquisición de las marcas Mumm y Perrier-Jouet, pretenden hacer sombra al número uno LVMH y su célebre Dom Perignon.

Con un 3,3% del mercado de champán, Pernod Ricard ocupa la cuarta posición mundial con un total de 300 millones de botellas vendidas en 2005, muy por detrás de LVMH (17,4%).

El autoproclamado champagne más caro del mundo, Belle Epoque de Perrier-Jouet, un blanc de blancs, está producido con la uva Chardonnay.

Hasta el momento el Belle Epoque se comercializaba a un precio que rondaba los 300 y los 400 euros la botella. Esto muestra el interés de la empresa de situarse a un nivel aún lejano de LVMH y su Dom Perignon.

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