POR MARIANA GODAY
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El frío y el séptimo arte se llevan bien. Cuando las actividades al aire libre se vuelven inviables, muchos eligen mirar una película para matar el tiempo. No extraña entonces que otoño- invierno sea la época que acerca más gente a los videoclubes, al tiempo que julio es el mes en el que se venden más entradas de cine.
Si bien las bajas temperaturas son fundamentales para explicar este comportamiento, no son el único factor. Las pocas ofertas para realizar actividades en lugares cerrados, las vacaciones de julio y el feriado del 18 de ese mes también son determinantes.
En el Blockbuster de Punta Carretas, por ejemplo, el alquiler de películas aumenta un 50% en julio -el día de mayor concurrencia de público es el 17 de julio, previo al feriado- en comparación con noviembre, uno de los meses en los que el sector trabaja menos.
Si bien el crecimiento en los alquileres comienza en abril y se extiende hasta setiembre, es en los meses de invierno donde se registran los picos más altos de alquileres. Un sábado de julio, el Blockbuster de Punta Carretas llega a rentar unas 1.200 películas, el de Carrasco unas 1.000 y el de Malvín unas 800.
Pero al invierno no lo dinamiza sólo el negocio del alquiler de películas, sino que los videos que ofrecen otros servicios, como la venta comida, bebida y pop, también registran un incremento de las ventas en esos rubros. «La gente viene a alquilar una película y se lleva la pizza, la bebida y el pop», contó Natalia Buceta, de Blockbuster Punta Carretas. En verano, con menos pereza, los usuarios suelen alquilar la película en un lado y comprar la comida en otro.
Desde el Video del Cordón coincidieron en que en los meses de invierno se acercan socios no tan activos durante el año y se duplican los alquileres en comparación con los meses de verano. «Cuando empieza la Semana de Turismo se empieza a dinamizar. Ahora que se vienen los fríos es la temporada alta y hasta octubre se trabaja bien», explicó la encargada del local.
La rambla es competencia
En 2010 se vendieron 2,4 millones de entradas de cine en Montevideo, lo que representó un crecimiento de aproximadamente 399.000 entradas respecto a 2009, según la última actualización realizada por la Intendencia de Montevideo. Julio es, además, el mes en que se venden más entradas, aproximadamente unas 400.000 entre todos los cines de la capital.
Esto se explica en parte porque en vacaciones de julio va al cine un público que va sólo una vez al año. En noviembre, en cambio, la venta ronda las 120.000 unidades, siempre y cuando no haya un estreno destacado. En palabras del gerente general de Moviecenter, Francisco Armas, «cuando llegan los primeros calorcitos, el cine empieza a perder con la rambla».
Esta época, además de ser la más fría, coincide con el verano del hemisferio norte, cuando se realizan algunos de los estrenos más destacados.
Armas explicó que si bien hay una correlación directa entre las bajas temperaturas y el crecimiento en la venta de entradas, el principal gancho para que el público acuda a las salas es la propuesta cinematográfica.
Es por eso que en diciembre de 2009, uno de los meses más flojos para el sector, el estreno de Ávatar, una de las películas más taquilleras en las historia del cine, marcó la diferencia. Esto explica que 35% de los espectadores se traslade a una sala específica para poder ver la película que desea, mientras que un 30% va a la sala que le queda más cerca, según datos aportados por Mindshare.
Mariana Chango, gerenta general de LIFE Cinemas apuntó que «a partir de junio empiezan los estrenos importantes y hasta principios de agosto viene una seguidilla de asistencia muy alta».
Por otra parte, a diferencia de lo que ocurre con los videoclubes, los meses de enero y febrero son la segunda zafra del cine.
Por esos días, los que aprecian al séptimo arte concurren a las salas a pesar de las altas temperaturas para ver las películas nominadas a los premios Oscar, que se entregan en el mes de febrero. «Además la gente a veces se cansa del calor y quiere ver una buena película en un lugar más fresco. Nuestros meses más flojos son octubre y noviembre», contó por su parte Patricia Miller, gerenta de Marketing de Moviecenter.
Chango agregó que a la expectativa que generan los estrenos de las películas nominadas para esa premiación se suma el hecho de que muchas personas pasan su licencia entre enero y febrero en la capital.
El 3,2% de la población de Montevideo y área metropolitana vio una película en el cine en los últimos 7 días, según una encuesta de Mindshare. El 16,62% lo hizo en los últimos 30 días.
En julio, el mes de más ventas, se colocan unas 400.000 entradas entre todos los cines de la capital, mientras que en noviembre, sin estrenos fuertes, la cifra no supera las 120.000 entradas.
3.000
películas alquilan las tres sucursales de Blockbuster un sábado promedio de julio. En invierno también crece la venta de comida, bebida y pop. En los meses más calurosos la cifra de alquileres baja a la mitad.
35%
de los habitantes de Montevideo y área metropolitana eligen la sala de cine en función de la película, mientras que 30% va al que le queda más cerca, según Mindshare.
MOVIECENTER LIDERA
El complejo Moviecenter es el que lidera la venta de entradas de cine. Tiene un 70% del mercado en volumen de ventas y un 75% en facturación, según dijo a El Empresario su gerente general, Francisco Armas. La cadena vende en promedio unas 100.000 entradas por mes.