Un genio multimillonario que utiliza sus invenciones tecnológicas en la industria militar para combatir amenazas alrededor del mundo. No, no se trata de Tony Stark, el alter ego del superhéroe de Marvel, Ironman, sino del magnate estadounidense Palmer Luckey, quien encaja a la perfección en esa descripción.
Luckey, de 32 años, es cofundador de la empresa de tecnología militar Anduril Industries, especializada en el desarrollo de sistemas de seguridad y defensa con inteligencia artificial (IA), sensores y robótica, la cual mantiene una estrecha y lucrativa colaboración con el Departamento de Defensa de EE.UU. La startup ha firmado contratos multimillonarios con el gobierno para proveerle de drones de ataque y reconocimiento, embarcaciones autónomas y software basado en IA, lo que ha atraído a su vez el interés de inversores de gran calibre. En febrero de este año, la compañía inició conversaciones para lanzar una ronda de financiación que la valoraría en US$ 28.000 millones, informó la revista de negocios Forbes.
El patrimonio personal de su fundador ronda los US$ 2.500 millones.
Dar el salto
Pero Luckey ya era rico mucho antes de iniciar este proyecto. En 2014, cuando tenía 21 años, ganó una fortuna al vender su empresa de realidad virtual Oculus VR al gigante tecnológico Facebook por US$ 2.000 millones. El emprendedor había creado la compañía de lentes de realidad virtual apenas dos años antes luego de recaudar US$ 2,4 millones en la plataforma de crowdfunding Kickstarter. El éxito alcanzado por el prototipo de Oculus atrajo el interés de Facebook, que concretó la compra con el objetivo de expandir la realidad virtual a sectores como los videojuegos, la educación y la salud.
Sin embargo, después de tres años en Facebook, Luckey abandonó la empresa. Si bien los motivos de su partida nunca fueron aclarados, se especula que su salida obedeció a diferencias con la directiva de la compañía en relación al enfoque comercial, así como a ciertas fricciones por su posicionamiento político, alineado a propuestas conservadoras. De hecho, Luckey ha manifestado públicamente su apoyo al republicano Donald Trump, incluso antes de que se postulara para su primer mandato presidencial.
El siguiente capítulo para el emprendedor llegó poco tiempo después de dejar Facebook, cuando ese mismo año fundó Anduril en un campo donde compiten con nuevos y potentes jugadores como ShieldAI, una startup de drones e IA con fines militares, valorada en más de US$ 5.000 millones.
Cambio de Cartuchos
Los proyectos de Luckey no se limitan a Anduril. En paralelo, creó una consola de videojuegos portátil inspirada en el mítico Game Boy de Nintendo, del que es fanático, a la que llamó ModRetro Chromatic. Con un precio de US$ 199, la primera edición del dispositivo —basado en cartuchos— se agotó.

Luckey no improvisó; apostar por los videojuegos fue una decisión muy natural para él. De adolescente, mucho antes de fundar Oculus, pasaba parte de su tiempo creando mods (extensiones que modifican el contenido original de los juegos) para Game Boy. Desde los 15 años, según cuenta el emprendedor en el blog del proyecto, se ha dedicado a desarrollar de forma «intermitente» el Game Boy definitivo. Por eso, concluye: «ModRetro está aquí para convertir lo mejor del pasado en un clásico del presente, para hacerte sentir como la mañana de Navidad de hace décadas».
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