El 22 de agosto de 2024 tendrá lugar en el Port Vell de Barcelona la ceremonia de inauguración de la 37ª edición de la Copa del América, el tercer evento deportivo más importante después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol, que supondrá para la ciudad el mayor acontecimiento y transformación marítima desde los JJOO de 1992. Será la tercera ocasión que la Copa se dispute en Europa después de las dos ediciones en Valencia en 2007 y 2010, y la primera que, en 173 años de historia, contemplará además y por primera vez una competición exclusivamente femenina.
Barcelona será así la primera ciudad del mundo en haber albergado unos Juegos, un Mundial de fútbol y una Copa del América en la historia del deporte. Además del evento deportivo, representará también un gran impacto económico, tecnológico y de sostenibilidad.
Desde que el 29 de marzo de 2022 Grant Dalton, director general del Emirates Team New Zealand (ETNZ), ganador de la anterior edición celebrada en Auckland (Nueva Zelanda) en 2021, y poseedor de los derechos de organización de la 37ª edición en 2024, anunciase Barcelona como sede, todo ha progresado hacia la gran cita. La candidatura fue impulsada por Barcelona Global, entonces presidida por Aurora Catà, ahora vicepresidenta de Américas Cup Events BCN, empresa organizadora de la competición.
Barcelona Global, por medio de Barcelona & Partners, su agencia de atracción de inversiones, logró unir a la Generalitat de Cataluña, al Ayuntamiento de Barcelona, al Puerto de Barcelona y a un grupo de 25 inversores privados, a los que se unió el Gobierno del Estado, y se aceptó el canon de 40 millones de euros que el ETNZ ponía como condición.
Según los estudios realizados, el impacto económico de la Copa del América será de 1.239 millones de euros, con la creación de un total de casi 19.000 puestos de trabajo, y se esperan más de 2,5 millones de visitantes en los dos meses que durará la competición.
Además comportará el desarrollo de iniciativas sociales y empresariales vinculadas al sector náutico y la posibilidad de contar con inversiones en nuevas infraestructuras.
La organización de esta edición, a cargo de America’s Cup Events Barcelona (ACEB), estará coordinada con la Fundación Barcelona Capital Náutica que impulsará las iniciativas que lleguen al evento. Ya en marzo pasado, el Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobó la concesión de una subvención de dieciocho millones de euros a la Fundación para la organización de la competición.
Antes, a finales de 2022, la competición fue declarada Acontecimiento de Excepcional Interés Público, lo que eliminó las restriccionesda la publicidad comercial en el Port de Barcelona con motivo de la competición, de tal modo que los organizadores, los equipos participantes y sus patrocinadores podrán realizar publicidad comercial por el evento.
El Port Vell, clave para la elección de la ciudad como sede, será el centro neurálgico de la competición. La autoridad portuaria de Barcelona ha realizado una inversión de 120 millones de euros en su remodelación con veinte grandes proyectos. Será la transformación urbanística más importante que ha afrontado el Port Vell desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992.
La mitad será con inversión pública y la otra mitad privada con el objetivo de que esta edición sea sostenible económicamente. No se quiere que una Copa del América represente «tirar» 400 millones de euros, como pasó en Valencia en 2007,
Son seis los equipos de la competición absoluta: Emirates Team New Zealand (defensor del título), INEOS Britannia, Luna Rossa Prada Pirelli, Alinghi Red Bull Racing, NYYC Américan Mágic y Orient Express-Team France. También van a competir en la Copa del América Joven (menores de 25 años) y la Copa del América Femenina, que se disputará por primera vez en la historia de la competición. EFE