Elbarrio Prado, característico por su alma residencial donde prevalecen las amplias casas y las áreas verdes por sobre los edificios, fue destino de veraneo de la alta sociedad montevideana de inicios del siglo XX. Con el paso del tiempo perdió algo de brillo pero en los últimos años reverdeció.
Delimitado por avenida Agraciada, camino Castro, Molinos de Raffo, avenida Millán, avenida de las Instrucciones, bulevar José Batlle y Ordóñez, avenida Burgues y bulevar General Artigas, la fisonomía del lugar muestra más marcas comerciales en sus calles, atraídos por un público más fiel, tanto del barrio como de otras áreas cercanas.
Según Gustavo Pallares, director de la inmobiliaria Pallares Bruzzone Propiedades, en la última década, el Prado creció en inversiones. «Los desarrolladores abocados al este, Centro y Cordón comenzaron a mirar para esta zona sobre todo con la Ley de Vivienda Social. También hay mayor demanda por espacios comerciales, hay empresas queriendo instalarse, pero hay pocos locales, faltan y muchos deciden abrir en casas. Esto impactó en que han aumentado los precios de alquileres y de compraventa entre 10% y 15% anual», indicó.
Esta tendencia al alza de los valores de los inmuebles también se vio afectada por el nivel de demanda de metros cuadrados tras la pandemia de covid-19.
Según datos deInmuebles Data de El País, el valor del metro cuadrado (m2) de venta de propiedades saltó después de la pandemia y se consolidó en un nuevo nivel. A tal punto que el Prado es el único barrio al norte (eje avenida Italia, Hocquart) con valores promedio tan elevados. En tanto, en alquileres de locales y oficinas el metro cuadrado subió más de un 20%, pasando de unos $ 300 a cerca de $ 400.
Imán de negocios
En 2014, cuando aún el barrio no estaba catalogado como destino tan atractivo para invertir, Nuria Varela y Alicia Radi, decidieron que sería un buen lugar para abrir una cafetería con productos de calidad. Así nació Cafetto Prado sobre la avenida Suárez, donde se mantiene hasta el presente.
«Elegimos el Prado porque viviendo en el barrio, nos dimos cuenta que no había una propuesta similar. Fue un gran desafío porque era una casa y no había una antesala de un comercio anterior. Pero había necesidad, mucha gente de la zona oeste ha venido al emprendimiento. Incluso invitaban a gente de zonas como Carrasco, hasta de Solymar han llegado», destacó Radi.
Pandemia mediante, el negocio volvió a crecer y hoy está en niveles prepandemia, aseguró. «Empezamos a entender que ahora, luego del coletazo de la pandemia, nos empezamos a establecer. Hubo un crecimiento en el barrio porque la gente tiene ganas de salir además de la afluencia desde otras zonas», explicó.
Y si bien reconoce que el aumento de propuestas comerciales podría afectar su negocio, cree que «hay trabajo para todos» y por eso «celebramos que crezca el Prado».
En septiembre de 2020, en plena pandemia, abrió Mercado Prado. Era el cuarto espacio de EQ Markets y, al mirar en retrospectiva, su director Enrique Quinteros, enfatizó: «no le erramos». «Es el mercado con más tráfico. Tiene una capacidad para 300 clientes por turno y alcanza a tener más de 40.000 personas al mes, cuando el promedio del resto es entre 25% y 30% menos. Incluso, en la pandemia fue el mercado que más trabajó», detalló.
Hoy trabajan cerca de 150 personas entre las 21 propuestas gastronómicas del establecimiento y según Quinteros, se destaca de otros porque además de almuerzo y cena, ofrece café y merienda.
Quinteros atribuyó estos buenos números a varios factores, como contar con un espacio confortable donde estacionar, un menú de propuestas gastronómicas en la zona menos saturado, pero sobre todo valoró las características especiales del público de ese espacio. «La gente del Prado sale a comer en el barrio, pero también se nutre de otros puntos cercanos, es como el centro de esa zona», argumentó. Esto se traduce en un público que concurre más veces que los de otros barrios. «Hay identidad», remarcó.
Este crecimiento llevó a EQ Marakets a planear una ampliación del mercado y sumar dos marcas internacionales a la calle. Las aperturas serán en 2024.
Tras ese público también llegó la pizzería y restaurante Rodelú, en setiembre del año pasado, comentóMarcel Burgos, socio de la empresa. «El Prado es una de las zonas de Montevideo donde creció mucho el consumo, el público es uno de los más fieles, es recurrente y tiene buen ticket promedio, por encima de Pocitos, algo que sabíamos por los pedidos que recibimos de otros locales. Esto compensa la poca densidad. Queríamos abrir para abarcar otros barrios», dijo.
La cadena cuenta con nueve restaurantes, y según Burgos, el del Prado, con capacidad para 96 comensales, ya ranquea entre los cuatro principales en facturación.
Nuevos vecinos
Una visión similar tiene Alejandro González, cofundador de Cordón Beer junto a Ignacio Illarietti, Bruno Flores y Agustín Flores. Hace un par de semanas abrieron en el barrio su tercer local, junto a dos socios más: Gonzalo Cammarota y Fabián «Fata» Delgado, y ya valoran la respuesta del público como «excelente».
«Este es el tercer fin de semana y ya hay bastante reserva. Confirma un poco la elección del lugar. Al inicio teníamos nuestras dudas pero sabíamos que por la ubicación y el local iba a funcionar porque ya iban desde esa zona a nuestras casas de Cordón y Pocitos», indicó González. De hecho, esta apertura es su mayor apuesta por tratarse del local que acarreó la inversión más importante.
Otro de los «recién llegados» al barrio es la quesería artesanal DeGuarda, que abrió a inicios de este mes. Su fundadora, Solange Porley, tomó la decisión tras analizar dónde estaban ubicados los clientes que les hacían pedidos a domicilio.
«En el Prado y barrios aledaños, hasta Colón inclusive, había clientes que nos pedían que llegáramos. Queríamos abrir ahí pero no encontrábamos un local que nos gustara hasta que apareció el de la avenida Suárez. Hoy ese punto es un 20% de la venta total, pero muchos vecinos nos están descubriendo y va en crecimiento».
Abrió en ese barrio en 2014 cuando sus fundadoras, Nuria Varela y Alicia Radi, detectaron que allí no había una propuesta similar. Desde entonces, y siempre en su local de la avenida Suárez, la propuesta mutó y creció.
En septiembre de 2020, abrió Mercado Prado con una inversión de US$ 1,5 millones. Con capacidad para 300 personas, es el espacio que más público reúne de los que posee el grupo EQ Markets, aseguró su director, Enrique Quinteros.
La pizzería y restaurante Rodelú llegó al Prado en septiembre de 2022, tras una inversión de US$ 180.000. Tiene capacidad para 96 personas y, según Marcel Burgos, socio de la firma, ranquea en ventas entre los cuatro primeros de los nueve que poseen.
La cervecería Cordón Beer abrió hace un par de semanas sobre la avenida Suárez, y con capacidad para 150 personas, es el más grande de los tres de la marca. Debido al éxito, abrirán todos los días, comentó el socio fundador Alejandro González.
La quesería artesanal DeGuarda, abrió en el Prado su tercer local el 10 de junio, ubicado sobre la avenida Suárez 3400 bis. Si bien hoy aporta un 20% del total de las ventas, su fundadora, Solange Porley, afirma que lo están descubriendo y crecerá.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
de modo que se deslice hacia la izquierda.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
. Se pondrá en gris, lo que indica que ya no se bloquearán los anuncios de ese sitio web.
.