En los últimos años, Montevideo ha recibido una propuesta que marida buena cocina con espacios pensados para niños, permitiendo que las familias compartan momentos lúdicos a la vez que saborean un menú. Las cafeterías para niños entraron en el ecosistema gastronómico de la capital hace unos años y el mercado ha ido creciendo con nuevas incorporaciones. La mayoría son emprendimientos familiares, varios de ellos dirigidos por inmigrantes que apostaron por abrir sus propios negocios en Uruguay, y que destacan que si bien ser emprendedor aquí tiene sus desafíos, presenta más facilidades que en otros países.

Inspiradas en proyectos similares de Centroamérica y Europa, estas cafeterías se han fortalecido en un mapa muy variado de opciones para comer en la capital, posicionándose también en el mercado del entretenimiento.

En marzo de 2018, Rossana Roncaglia abrió Galartija en Carrasco, un parque de diversiones a puertas cerradas, una cafetería y una librería infantil, todo ubicado en una casona en la que aparte funcionan consultorios de psicología, psicopedagogía y fonoaudiología. La idea era generar tráfico y un lugar de esparcimiento mientras los niños visitaban el lugar por consultas o acompañaban a sus familias.

Roncaglia tenía experiencia en negocios; en su Venezuela natal trabajaba en una empresa de repuestos de maquinaria agrícola. Su esposo, por su parte, se desempeñaba en el sector automotor y cuando llegaron a Uruguay decidieron invertir. La primera idea fue poner sus recursos en un proyecto vinculado al hormigón, pero este no funcionó, y fue de una necesidad de la familia que nació la idea de crear Galartija. Llegaron al país en invierno con tres hijos de entre seis y ocho años y notaron la falta de opciones de entretenimiento para los días que el clima impedía disfrutar al aire libre. «De la necesidad surgió la idea de desarrollar un proyecto, porque lo que nos pasaba a nosotros podía estar pasándoles a otros», contó Roncaglia.

Gentileza: Galartija

Emprender en recreación «fue una decisión un poco osada», pero que le ha permitido mantenerse en el mercado. Lo que diferencia a su cafetería es que el parque, apto para niños de hasta 12 años, «siempre fue la vedette», aseguró. La gastronomía, aclaró, es un complemento. «La esencia del negocio no está pensada desde el punto de la cafetería», agregó. Si bien el área de café únicamente tiene el costo de las consumiciones, para ingresar a la zona de juegos los niños deben abonar un ticket de $ 400 que es válido todo el día, por lo que pueden, por ejemplo, ir en la mañana y volver en la tarde sin problema. Además, el año pasado, los emprendedores hicieron una importante inversión para ampliar una sala donde brindan talleres.

Otra unidad de negocio de Galartija que supone una fuente importante de ingresos es la de realización de eventos. El parque y cafetería abren hasta las 17.50 horas, lo que permite que entre las 18.30 y 21.30 se realicen festejos infantiles, explicó su directora.

El proyecto nació en un momento en el que «no había nada parecido», recordó, aunque ahora el mercado ha cambiado con la presencia de más jugadores. «Vengo de un lugar donde emprender es difícil porque los trámites no están totalmente estandarizados. Desde ese punto de vista, Uruguay es más sencillo, porque las gestiones corren por un solo camino, pero a veces son particularmente largas y cambiantes y los costos operacionales son altos», apuntó sobre la experiencia de emprender en el país.

Gentileza: Galartija.

Lizmar González también es venezolana, y cuando llegó a Uruguay junto a su esposo Carlos Castelar, que es uruguayo, y su hija, se le ocurrió crear un espacio que solucionara una necesidad propia: un lugar donde los niños pudieran jugar a la vista de los padres mientras estos se distendían. «Fue un sueño. Le decía a mi esposo que quería tener un parque infantil, porque no había muchos lugares donde los niños pudieran divertirse y sus padres relajarse con tranquilidad», recordó. De ese sueño nació Pumpa, que abrió en marzo de 2025 en Parque Rodó. *

Gentileza: Pumpa.

Había visto una propuesta similar en su país, y con la ayuda de su esposo, que es arquitecto, creó la cafetería y el área de juegos que fueron seleccionados especialmente para resguardar la seguridad de los niños. Algunos juegos son de producción nacional y otros importados, como los laberintos, peloteros, zona de obstáculos, pisos luminosos y pared de legos. Para la entrada de los niños se debe abonar un ticket de $ 390.

«La recepción ha sido increíble», destacó González, que con este proyecto emprendió por primera vez. Es ingeniera mecánica y antes trabajaba en el sector automotor. Según contó, Pumpa es fruto de los ahorros de toda la vida. «Nos arriesgamos. La experiencia ha sido súper desafiante porque cuando uno está fuera del rubro no sabe todos los requisitos que hay para hacer un proyecto así, pero hicimos todo en base a la legislación, que era lo más importante para nosotros, formamos un equipo hermoso y estamos todos enamorados del proyecto», señaló.

Gentileza: Pumpa

En Parque Batlle, Café Kids abrió en agosto de 2024. Su dueña, Ana Cardozo, tiene experiencia en emprendimientos con servicios para niños porque lidera la tienda ReCumple y el salón de fiestas Kids. Inspirada en una cafetería que vio en Londres, llamada The Village Kids, decidió crear un lugar de esparcimiento que incluyera una propuesta culinaria de alta calidad. «Me gusta la interacción de las familias con el juego de roles, juegos que quizás en sus casas no pueden plantear por un tema de espacio o tiempos. Por eso quise crear un lugar donde los niños se pudieran desempeñar en cosas cotidianas mediante el juego. Quería que la familia tuviera una interacción de calidad», comentó.

Leonardo Mainé

Allí, los niños pueden encontrar diferentes atracciones, desde un minimercado a una máquina retroexcavadora. También hay un área de juegos abierta con cancha de fútbol y un espacio de arte donde los niños pueden, por ejemplo, customizar su propia mochila. Una incorporación reciente fue el monitoreo por cámaras, lo que le permite a los padres, por ejemplo, estar en la azotea y ver a sus hijos jugando en el piso de abajo.

La propuesta gastronómica incluye un menú al plato para almuerzos, brunch y meriendas, e incluso hay quienes eligen el lugar para cenar. La empresa hizo un acuerdo con Plaza Café para ofrecer café de especialidad. La esencia del proyecto es que la comida sea casera, «como hecho en casa», enfatizó Cardozo, y contó que el lugar cuenta con cocina propia.

Gentileza: Café Kids

Un equipo de 18 personas trabaja en Café Kids, incluyendo monitores de juego y personajes de dibujos animados que interactúan con los niños.

«Pensamos que iba a ser más chico, pero la propuesta gustó y explotó», afirmó Cardozo, y resaltó que todo lo que hay en la cafetería, como el mobiliario y los trajes, es hecho en Uruguay. «Es un trabajo enorme mantener un emprendimiento en Uruguay, pero tratamos de captar la demanda con una buena atención y una buena propuesta. Para eso escuchamos mucho al cliente», dijo la emprendedora, y adelantó que este año ampliarán las plazas de juego exterior.

*En la versión impresa de esta nota se publicó una fecha errónea donde afirmaba que Pumpa abrió en 2023 debió decir que fue en marzo de 2025. A los lectores y a los involucrados, las disculpas del caso.