El nuevo sector aeroespacial en Uruguay que atrae empresas y millones en inversión

Satellogic y Epic Aeroespace ya producen en Uruguay, mientras que un fondo de inversión y una compañía de cohetes planean desembarcar en 2024

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 Trabajadores de Satellogic, la empresa radicada en Zonamerica que se dedica a la producción de satélites, supervisan uno de ellos.
Trabajadores de Satellogic, la empresa radicada en Zonamerica que se dedica a la producción de satélites, supervisan uno de ellos.
Foto: Satellogic

En 2002, el empresario Elon Musk (Tesla, X) lanzó al mercado Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX), empresa de fabricación y servicios aeroespaciales que introdujo el concepto de reutilizar los componentes de los cohetes que van al espacio y así reducir el costo de esos viajes.

Y esto cambió el paradigma de la industria aeroespacial para siempre. Hasta entonces, el financiamiento venía del lado de los gobiernos, con lo que ello implica en cuanto a tiempos y objetivos. Ahora, en la era denominada newspace, el timón lo tiene el sector privado y disparó una industria que está en pleno crecimiento. Nuevos cohetes, microsatélites, software, «remolcadores», estaciones de recarga de combustible son solo algunos ejemplos. Y fondos de inversión comienzan a mirar al espacio con otros ojos.

Según un informe de la ONG Space Foundation (2023), en 2022 la economía espacial logró un valor global de US$ 546.000 millones, un 8% más que el año anterior. La previsión es que crezca un 41% en los próximos cinco años.

En los últimos tiempos Uruguay comenzó a aparecer en el radar de empresas e inversores del rubro. La argentina Satellogic plantó bandera en el país en mayo de 2015, con una planta de producción en Zonamerica. En 2021 le siguió Epic Aerospace, compañía de «remolcadores de satélites», también de Argentina. Para 2024, está en los planes el arribo de otra del mismo origen, Tlon Space, especialista en infraestructura de lanzamientos y cohetes. En tanto, la empresa de asesoría estratégica y soluciones de capital para compañías de deep tech Arche Company, comenzó a explorar el mercado local para invertir e impulsar el desarrollo de firmas de newspace.

Base sólida

Una de las claves para impulsar el desarrollo de este sector es contar con el apoyo de los gobiernos para crear reglas claras que permitan la llegada de los privados.

Alejandro Ferrari, gerente de inversiones & aftercare de Uruguay XXI, comentó que la organización trabaja en línea con los Ministerios de Industria y Defensa Nacional (ver recuadro) para «consolidar y posicionar al Uruguay como hub de innovación». Para Ferrari, de concretarse, el impacto en el país sería múltiple. «Crearía empleo altamente calificado, de forma directa o indirecta, traccionando actividades conexas como las TIC, electrónica y hasta metalúrgica. A su vez, generaría derrames positivos en actividades como producción agropecuaria, educación, o vigilancia de fronteras, entre otras».

Para desarrollar esta industria Uruguay ya tiene a favor varios diferenciales. Ferrari citó la estabilidad política y social, seguridad jurídica, escasos eventos climáticos importantes, agilidad en la entrada y salida de productos clave para el ensamblado o el ingreso y egreso del país de satélites, cohetes y otros equipamientos. También, ayuda contar con una salida abierta al océano y a buenas inclinaciones sin interferir con el espacio aéreo de países vecinos, un avanzado ecosistema TIC, sólida infraestructura de telecomunicaciones y cercanía y complementariedad con Argentina y Brasil, dos países con tradición en la materia. De todas formas, aclaró que hay escollos a superar como la lejanía geográfica respecto de grandes protagonistas, la falta de una mayor masa crítica de empresas, disponibilidad de talento, acceso a proveedores locales especializados e institucionalidad especializada.

Juan Pablo Garavaglia, CEO Arche Company, explicó que comenzó a sondear el sector en Uruguay este año y ya cuenta con inversores de Europa interesados en desembolsar entre US$ 10 millones y US$ 20 millones en el negocio aeroespacial de la región. «Y Uruguay puede ser uno de estos destinos», opinó. Asimismo, Arche está constituyendo un fondo de inversión propio para 2024 y su plan es «tener alguna empresa invertida». Para Garavaglia, esto «tiene una razón de ser». «Hay potencial, Uruguay se está transformando en un hub tecnológico, ofrece reglas macro, estabilidad económica por lo que muchas empresas quieren instalarse además de las que ya están funcionando. Para nosotros es claro que los únicos tres países que tienen potencial en newspace en la región son Brasil, Argentina y Uruguay. Los dos primeros ya tienen recorrido y hoy las mejores condiciones están en este país», aseveró.

Daniel Smulovitz, vicepresidente de marketing de Satellogic, dijo que este año la empresa realizó una inversión en Zonamerica para ampliar la planta y crear una línea secundaria de producción completa para poder escalar su capacidad a medida que crecen las demandas del negocio. «Satellogic puso 12 nuevos satélites en órbita, los cuales fueron totalmente integrados en Uruguay y actualmente se encuentra integrando nuevos satélites que serán lanzados el año próximo. Uruguay está muy sintonizado con la evolución de la tecnología y las regulaciones espaciales a nivel mundial», remarcó.

Por su lado, Luca Estebenet, finance and operations de Epic Aerospace, empresa que hace la «última milla» de los satélites en órbita, reconoció que invertir en Uruguay fue una decisión «sencilla» debido al antecedente de Satellogic. «Ya estaba aquí y tenía toda la operativa de importación y comercialización. Por eso nos decidimos por Zonamerica, porque es un servicio de zona franca de primer mundo», dijo. También destacó las ventajas impositivas en exportaciones e importaciones libre de impuestos (por zona franca), seguridad bancaria, legal.

La llegada de la empresa se concretó a inicios del año pasado y requirió una inversión de US$ 500.000 en una planta con su zona limpia para manufacturar los productos que ocupa unos 400 metros cuadrados. Hoy la ingeniería se lleva adelante en Argentina y el ensamble de los «remolcadores» en Uruguay. Para 2024 comenzará la producción por lo que la empresa invertirá «cientos de miles de dólares» y sumará personal local (hasta hoy vienen desde Argentina). Estebenet comentó que el uso de su servicio depende de muchos factores pero parte de los US$ 600.000 y puede llegar a varios millones.

Luis María Monsegur, copropietario y director de operaciones de Tlon Space (proyecto iniciado en 2005), adelantó que planean invertir entre US$ 5 millones y US$ 10 millones en una planta a ubicarse en alguna zona franca, donde ensamblarán sus cohetes. «Venimos conversando con diferentes actores del gobierno desde 2021 y el plan es armar la fábrica pronto. Son cohetes especiales, reutilizables y permiten una carga de unos 25 kilos», detalló.

Sus clientes potenciales son empresas que necesitan enviar varios microsatélites y según dijo, su diferencial es que pueden hacer varios lanzamientos al año. Monsegur también destacó el carácter de Empresa B de Tlon Space. A modo de ejemplo, citó que la propulsión es a través de un combustible ecológico y la parte del cohete que no se reutiliza es de un plástico que al caer a la tierra «se desintegra». El ejecutivo resaltó las ventajas de Uruguay para tener un puerto espacial en la zona de Rocha porque permite lanzar en dos direcciones, órbita polar y ecuatorial, sin problema de soberanía, algo que «no se puede hacer desde casi ningún lugar del mundo». Otro punto a favor del país es la herramienta de importación transitoria que le permite traer las partes para ensamblar en Uruguay a un costo menor.

Su plan es hacer los primeros lanzamientos a fines del año próximo.

El newspace es un sector nuevo en el mundo y por ello, presenta barreras de ingreso muy bajas. Uruguay cuenta atributos que lo hacen atractivo y por lo tanto «hay mucho para hacer», concluyó Garavaglia.

Primera agencia espacial de Uruguay

Un trampolín que permitiría impulsar este sector es contar con un marco normativo adecuado. Por ello, en diciembre del año pasado, el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de ley para la creación de la Agencia Espacial Uruguaya, que funcionaría dentro de Presidencia, con autonomía técnica y como un órgano descentralizado. En mayo de este año empezaron a tratarlo en la Comisión de Defensa y a recibir delegaciones como la de Satellogic. Esta agencia tiene el fin de dirigir y coordinar una política espacial con énfasis en el desarrollo «económico, social y cultural de sus habitantes», indicó Mariana García, asesora legal de la Fuerza Aérea Uruguaya. «El objetivo es dejar lugar a que los actores privados sean los encargados de hacer los desarrollos. Las personas más ricas del mundo están destinando sus inversiones para la industria espacial y es por algo», señaló. A su entender, esto puede derramar en otras industrias, más allá de las de cohetes o nanosatélites. «Por ejemplo el software para satélites, porque muchas veces los que los construyen no saben el potencial que tienen», apuntó. Potenciar esta industria podría también atraer a uruguayos radicados en el exterior que ya están trabajando en este sector, cerró.

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