El número uno de Despegar, Damián Scokin, vive arriba de un avión y por eso no sorprende que a la hora de hablar con La Nación, termine haciendo la entrevista desde un aeropuerto, más precisamente en el JFK de Nueva York. Scokin está en EE.UU. porque unas horas antes participó del closing bell, la tradicional ceremonia en la que se invita a una empresa a tocar la campana que marca el final de la jornada bursátil en Wall Street. Despegar fue invitada porque en 2024 está cumpliendo 25 años y el aniversario llega en un buen momento para la compañía -y para la industria en general de los viajes- que parece haber dejado atrás el impacto de la pandemia.
La startup que nació de la mano de cinco emprendedores argentinos sub-30 -Roberto Souviron, Alejandro Tamer, Christian Vilate, Mariano Fiori y Martín Rastellino- sin experiencia en el negocio de los viajes cerró el último trimestre con un récord de reservas, un salto del 40% en sus ingresos -que en los últimos tres meses superaron los US$ 203 millones- y una penetración de mercado inédita en sus principales plazas: México y Brasil. Hoy, de los cinco fundadores solo Rastellino ocupa un lugar en el directorio de Despegar y la dirección de las operaciones está a cargo de Scokin, un exMcKinsey y Latam, que fue llamado para ser el CEO global de la firma en 2016.
En diálogo con La Nación, Scokin cuenta cuáles son sus planes para aplicar la inteligencia artificial en su negocio, adelanta cómo será el aterrizaje en EE.UU. y Europa y explica por qué Argentina dejó de ser el mercado prioritario para la agencia nacida hace 25 años en Buenos Aires.
«Hoy somos una empresa completamente pública. El 100% de las acciones están flotando y no hay un accionista controlante. Es una experiencia interesante, muy buena en muchos aspectos, pero que también puede significar, en algunos casos, un dolor de cabeza. Los procesos son muy exigentes y en vez de tener un único dueño al que reportar, tenemos millones de dueños que son los accionistas de la compañía», asegura el CEO de la firma que opera en 19 países.
-¿La pandemia quedó definitivamente atrás para el sector?
-Está claro que el impacto ya pasó. Los resultados del último año fueron muy buenos, aunque todavía hay algunos mercados que no se recuperaron. Por ejemplo, en Brasil que es nuestro mercado número uno, todavía estamos un 15% por debajo en materia de pasajeros internacionales frente a los números de 2019.
-¿Y esto cómo se explica? ¿Es un tema económico?
-En algunos países está ligado a la menor oferta de asientos y una baja en el total de vuelos. Y esto se refleja en los precios. Viajes que históricamente costaban US$ 1.000, hoy se venden a US$ 1.500.
-¿Los precios van a volver a los niveles históricos?
-Tengo malas noticias. En el corto plazo no veo que vaya a pasar. Hoy los fabricantes de aviones tienen demoras en las entregas y eso afecta a la oferta de vuelos.
-¿La idea es crecer en otros mercados?
-Hay muchas oportunidades para crecer en B2B (venta a empresas) y hay oportunidades para ingresar a nuevos mercados como EE.UU. y Europa. Ya tenemos pedidos de bancos y retailers que quieren que les proveamos la tecnología y el contenido para sus programas de lealtad y millaje. Este tipo de servicios ya los estamos desarrollando en otros mercados. El objetivo es cerrar algún acuerdo durante este año.
-Despegar estuvo muy activa durante la pandemia en materia de compras. ¿Siguen a la búsqueda de empresas?
-Un poco antes de la pandemia compramos la agencia Viajes Falabella y durante la pandemia cerramos las adquisiciones de empresas como Best Day, ViajeNet y Koin. Fueron apuestas muy grandes por el momento en que se hicieron y por suerte salieron muy bien, gracias a la recuperación de la industria de los viajes que en su momento representaba toda una incertidumbre.
Tengo malas noticias. En el corto plazo no veo que vaya a pasar (una vuelta a los precios prepandemia). Hoy los fabricantes de aviones tienen demoras en las entregas y eso afecta a la oferta de vuelos.
-¿Están mirando algún candidato puntual?
-Seguimos explorando el mercado, pero no es tan fácil encontrar las empresas adecuadas a un precio atractivo. Mientras seguimos con el crecimiento orgánico. En 2023 crecimos un 37% sin necesidad de comprar ninguna empresa, lo que igual no quita que sigamos a la búsqueda de potenciales adquisiciones.
-¿Qué tipo de empresas buscan?
-Tenemos cuatro o cinco criterios a la hora de elegir un candidato. El primero es el scope geográfico que nos ofrezca. La idea es siempre expandirse a nuevos mercados o crecer donde ya estamos. También buscamos que hagan un aporte a nuestro negocio, ya sea B2B o B2C (venta a consumidores). Ese aporte puede ser una mayor escala, nuevos proveedores o una base de clientes que no teníamos. Otro punto es la tecnología que tiene la empresa y la capacidad de sinergia y de poder sumarse a nuestra plataforma, que de por sí es tremendamente escalable. Y también miramos el potencial de crecimiento. Por ejemplo, cuando compramos Best Day lo que buscábamos era crecer en el mercado mexicano porque se trata de un jugador muy grande en todo lo que sea agencia de viajes, el negocio mayorista y la provisión de servicios de transporte. La verdad es que fue una operación muy importante: la empresa más grande de Argentina comprando a una compañía líder en México, aunque pasó un poco por debajo del radar por el momento en que se concretó. El último criterio que miramos es el precio. Hoy los valores de las compañías de turismo se recuperaron y es mucho más difícil encontrar una ganga como pasaba en pandemia.
-Están presentado Sofía, una asistente virtual de viajes creada a partir de inteligencia artificial. ¿Cómo surgió el proyecto?
-Se trata de un desarrollo hecho en Argentina por nuestro equipo, totalmente in house. Y acabamos de recibir el reporte del banco B Riley Financial que destacó a Sofía como el mejor uso de inteligencia artificial realizado por cualquier empresa de viajes en el mundo, comparándolo con lo que hicieron empresas como Booking y Airbnb. Hoy somos la compañía de tecnología de viajes de más rápido crecimiento en el mundo y en el futuro esperamos ser también el líder tecnológico del mercado mundial de viajes.
Hoy somos la compañía de tecnología de viajes de más rápido crecimiento en el mundo y en el futuro esperamos ser también el líder tecnológico del mercado mundial de viajes.
-¿Y cómo están siendo los primeros resultados? ¿Para qué lo usa la gente?
-Todavía estamos en modo prueba, tanto para nosotros como para el público. Por el momento, el uso está muy enfocado en la investigación previa para hacer un viaje. Tenemos identificado cuatro etapas de las compras de turismo. La primera es la elección del lugar. La segunda es el planeamiento: la búsqueda de los aéreos y hoteles. La tercera es la transacción. Y la cuarta es cuando se suman las salidas y excursiones que se van a hacer en el destino. Sofía está pensada para ayudar especialmente en las primeras tres etapas y por ahora la gente la está usando para elegir a dónde se quiere ir de vacaciones, para descubrir cuál es el mejor lugar para hacer surf o pescar. En algún punto representa el regreso del agente de viajes, con el que se puede interactuar y sacarse todas las dudas, pero que opera a través de la pantalla. Estamos convencidos que se trata de un cambio radical para la industria que no va a pasar tanto por las ventas, sino por el engagement con el usuario.
-¿La competencia está desarrollando estas herramientas?
-A nivel global las grandes empresas con las que competimos tienen algunas herramientas similares, pero nos diferenciamos por el mayor grado de interacción. Con Sofía podés hablar y además la información que aporta no se limita a Despegar, sino que ofrece todo lo que está en Internet sobre el tema.
-Nacieron como una agencia 100% digital, pero en el último tiempo abrieron tiendas físicas. ¿Van a seguir por este camino?
-Estamos probando la omnicanalidad, con cinco tiendas en Buenos Aires en las que la gente puede acercarse para comprar un paquete o un pasaje y pagar con billetes. Funcionó mucho mejor de lo que esperábamos y seguramente sigamos creciendo con nuevas aperturas de tiendas.
-¿Es algo exclusivo de Argentina por las trabas para operar con divisas?
-Lo estamos haciendo en otros países. El mercado del turismo en la región tiene un componente físico muy importante. En Brasil por ejemplo la mitad de la compra de pasajes se hace offline.
"Cada vez miramos menos a Argentina"
-¿Cómo está el negocio en Argentina?
-Hoy está entre 5 y 10% por debajo de los niveles prepandemia, pero la verdad es que cada vez miramos menos a Argentina. Es un mercado cada vez más chico para Despegar. Primero está Brasil, después México y Colombia. Argentina está peleando el cuarto lugar.
-Y en cuanto a la compra de empresas, ¿ven opciones en Argentina?
-Hoy Argentina no es la prioridad, frente a mercados como Brasil, México o Colombia. En Argentina tenemos un liderazgo muy claro que queremos mantener, pero también vemos que sigue la incertidumbre. Lo bueno es que el potencial del negocio sigue siendo enorme. La industria está muy golpeada por la brecha con el tipo de cambio oficial y los impuestos. Con el impuesto País nos convertimos en un agente de retención del Estado. Hacemos un servicio de recaudación para el Estado que nos cuesta más de US$ 3 millones al año en comisiones que pagamos nosotros. Y a pesar de todo esto, lo más increíble es que la gente en Argentina tiene una propensión a viajar enorme.