Esteban Sacco tiene una trayectoria de más de 30 años en el mundo de la publicidad. Trabajó como director creativo para marcas de la talla de Absolut Vodka, Energizer, FedEx, Ford, Harley Davidson, Louis Vuitton Group y MasterCard. Ganó más de 500 premios en festivales internacionales, entre ellos los Cannes Lions. En un momento de su carrera, decidió desafiarse a sí mismo y emigró a México. Allí trabajó en agencias de red, construyó su marca como creativo y fundó seis compañías que hoy trabajan para innovar en comunicación -ahora alineadas bajo el nombre de ESE Group-.
Y dice que llegó al diseño «de carambola».
Como a tantos adolescentes le gustaba dibujar y, después de quedarse sin cupo en la carrera de Diseño Industrial, su madre le sugirió anotarse en un curso de dibujo publicitario en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Desde ahí, no paró.
A lo largo de su carrera dio bastantes saltos al vacío y tomó decisiones arriesgadas (como mudarse a México, o aceptar el trabajo que le pagaba menos). Siempre, lo que lo guiaba era la intuición. O, como dice él «el miedo, el que sentís en la panza».
Ambición
Después de pasar por varias agencias locales en una etapa fermental para la publicidad uruguaya (en los años 90 y 2000) sintió la necesidad de probarse en un mercado más grande y, junto a Martín Carrier, empezaron a trabajar como freelance para el exterior, sobre todo para Argentina donde conocían a varios ejecutivos. El trabajo remoto era una rareza en esa época: la dupla llamaba a diferentes contactos y les ofrecían trabajar de forma gratuita. Si el proyecto se concretaba, cobraban. «Teníamos la vocación de trabajar otro tipo de proyectos, para otras culturas. Entender a esos consumidores, nos interesaba lo sociológico», recordó Sacco.
Fue así que surgió la oportunidad de viajar a México para trabajar en Young & Rubicam, en un puesto inferior al que tenía en Montevideo pero sabiendo que ese solo era el punto de partida.
De nuevo, su intuición fue correcta y en menos de un año pasó a ser Head of Art y a liderar un equipo de 100 creativos. Y ese fue otro aprendizaje.
«Jugar de visitante es todo un tema, y encima ser jefe. Con Rafa Barthaburu (N.d.R: otro publicista uruguayo) tuvimos la fortuna de que no llegamos de jefes, sino que con el trabajo demostramos que teníamos las tablas para agarrar las posiciones que agarramos y eso nos ayudó», reflexionó.
El creativo cree que la personalidad del uruguayo de «venir de un país chico», incluye una cuota de cautela y humildad que hace que sea más sencilla la inserción en la dinámica de las agencias mexicanas (y, tal vez por eso, hay tantos compatriotas trabajando en ese país).
Un paso más
Trabajó en las mejores agencias de la escena mexicana, en muchos casos ayudando a reconstruir su departamento creativo, que por cuestiones «políticas» venían golpeados. Ocupó los roles Head of Art, Executive Creative Director y Chief Creative Officer en agencias de red internacional como DDB, JWT y Y&R México, con las que logró estar en el top tres del ranking creativo de México durante 10 años seguidos.
En parte porque se dio la oportunidad -quería irse de Young & Rubicam, donde colideraba el departamento creativo-, y en parte porque tenía ganas de más, en 2013 fundaron la agencia Sparkling junto a Barthaburu.
«Nos tiramos al vacío, nos fuimos sin un cliente, pero una vez más, era lo que nos daba dolor de panza. Rafa tenía 21 años de experiencia en publicidad, y yo 20, ya teníamos 10 años en el mercado, teníamos un renombre y dijimos: ‘tengamos fe de que todo el buen trabajo que hemos hecho encontrará el camino’».
Tenían claro que, en su agencia, la prioridad era el cliente, no el retorno y que cada uno de ellos era tan importante como el otro. Fueron sumando otras empresas para satisfacer diferentes necesidades del mercado: Ride (innovación y performance), Dahouse (producción de contenidos audiovisuales), Lobe Branding, Nerd Hero (hub de entretenimiento) y Parallellab. Este último es un laboratorio de innovación y transformación digital, donde «piensan en el futuro».
«En las distintas operaciones que tenemos, el hecho de inyectarle la variable tecnología hace que todo pueda tener cierta sinergia, que está bien interesante», remató Sacco.