Emigró a EE.UU., creó empresa referente en rubro inmobiliario y a sus 63 años innova con generadores solares

Gabriel Silva nació en Montevideo pero vive en California hace 35 años, produce mesadas de cocinas y baños para una de las principales constructoras de casas y ahora, junto a un socio, fundó la firma I-BEC

Compartir esta noticia
Gabriel Silva. A los 63 años, junto a un socio local, creó la empresa I-BEC (Innovative Building Energy Control) que ofrece innovadores generadores solares.
Gabriel Silva. A los 65 años, junto a un socio local, creó la empresa I-BEC (Innovative Building Energy Control) que ofrece innovadores generadores solares.
Foto: Gentileza Gabriel Silva

Gabriel Silva nació en Montevideo hace 63 años, pero más de la mitad de su vida la ha pasado en EE.UU. Desde 1989 vive en ese país, adonde decidió emigrar junto a su esposa embarazada de seis meses, para buscar un nuevo horizonte tras sufrir un revés con una empresa que tenía en Uruguay.

Con el tiempo, luego de desarrollar varios emprendimientos, logró consolidarse como un empresario referente para el sector inmobiliario en California con su empresa Anaheim Stone Works, que produce mesadas de granito para baños y cocinas.

Creada en 1991, con un sistema artesanal compuesto por maderas, la empresa evolucionó hasta transformarse en líder en el mercado del sur de California. «Hoy tenemos maquinaria de última tecnología de corte de este material importado de Italia. Nuestra fábrica procesa aproximadamente 110 slabs (baldosas) de granito, cuarcita y cuarzo en ocho horas y reciclamos 1.800 litros de agua por minuto», detalló. Con estos números, atiende una producción de entre 24 y 30 casas por día. Actualmente su hija Sophia está al frente de la empresa -atiende «el 80% del negocio»- lo que le permite a Silva tener «energía para otros proyectos».

Volver a emprender

Por ello, lejos de quedarse en la «comodidad» de su sólido negocio, el uruguayo decidió volver a emprender junto a un socio local, en el campo de la energía solar con I-BEC (Innovative Building Energy Control). «Empecé (el negocio) porque es un gusto trabajar con ingenieros jóvenes, desarrollar cosas. Es lo que me gusta», reflexionó.

Generador. De fácil instalación, permite alimentar de energía proyectos en lugares donde no se accede a electricidad para emprendimientos inmobiliarios.
Generador. De fácil instalación, permite alimentar de energía proyectos en lugares donde no se accede a electricidad para emprendimientos inmobiliarios.
Foto: Gentileza Gabriel Silva

I-BEC produce generadores solares para grandes constructoras. La innovación es una solución mejorada a un problema de esa industria en EE.UU.: la falta de electricidad en terrenos de nuevas urbanizaciones. «Tradicionalmente, los constructores eligen entre costosas conexiones temporales o alquilar generadores a diésel. El nuestro es un generador como el diésel pero que se alimenta con energía solar por paneles», explicó Silva. El proyecto comenzó en setiembre de 2023 y ya tiene como cliente a uno de los mayores constructores de casas de EE.UU., Lennar Home, que el año pasado hizo 67.000 viviendas. Con esta compañía trabaja en California, y planea expandirse a otros estados.

Según explica desde su casa, en el condado de Orange (California) donde vive con su esposa y sus dos hijos, Sophia y Fernando, su sistema ofrece varias ventajas frente a lo que existe en ese país. «La instalación es muy simple, es más económico que otros formatos, no genera ruido, no requiere recargar combustible constantemente, y tiene un fuerte impacto en la sustentabilidad, ya que evita la emisión de CO2», enumeró. Al comparar costos, subrayó que, mientras su generador se ofrece en formato de alquiler por US$ 1.600 por mes, uno diésel puede llegar a los US$ 24.000 mensuales, dependiendo de las horas de uso.

I-BEC demandó una inversión de US$ 2 millones y con poco más de un año en el mercado, la empresa ya es rentable. De hecho, el negocio crece a un ritmo mayor al proyectado, reconoció Silva. «Comenzamos con un prototipo en setiembre de 2023 y hoy hacemos cuatro o cinco unidades por mes. No damos abasto con la gran demanda», aseguró. Actualmente la nueva empresa factura más de US$ 200.000 al mes.

Al reflexionar sobre su carrera, Silva concluye: «A veces me pregunto cómo llegué hasta aquí».

Su esposa, el pilar de su estadía tras un revés laboral

Gabriel Silva vivía en Punta Carretas y confiesa que desde siempre le gustó trabajar. Ingresó a la Marina para hacer aviación, estudió Ingeniería y tuvo un criadero de aves. En 1989 una compañía lo contrató para trabajar en EE.UU. y ahí viajó con su esposa Laura Zubiri, embarazada de seis meses. Pero al año y medio se quedó sin trabajo. Gracias a su esposa, que es maestra, lograron quedarse. «Logramos los papeles por ella ya que estaban buscando maestras bilingües, fue la que nos sacó adelante», recordó.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar