Empezaron el negocio de frutas con su tatarabuelo, hoy llegan desde ferias a súper y buscan exportar a Brasil

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Grisel Moizo, directora de Dmoizo

Entrevista

DMoizo es una compañía familiar que apuesta a la tecnología y nuevas especies: con la manzanas como su principal producto, busca más calidad antes que más cantidad.

Grisel Moizo, tiene 47 años, nació en Montevideo, y junto a sus padres, tío, hermano y primos, dirige DMoizo, la empresa familiar creada por su bisabuelo en 1924.

Es ingeniera agrónoma (Udelar) y ahora busca potenciar en la empresa la calidad de la fruta y la eficiencia de la producción, tanto en el campo con mejores árboles como con tecnología para empaquetado. El objetivo es generar la cantidad justa con mayor calidad para así fortalecer el comercio local y la exportación, sobre todo a Brasil.

Moizo alerta que el sector de la fruta en Uruguay ya no es tan redituable por factores como el clima y la falta de precios de referencia. Está casada, tiene tres hijos y en sus ratos libres disfruta de la jardinería.

El proyecto lo comenzó su tatarabuelo en 1921 con 10 hectáreas, luego su bisabuelo formó la empresa y ahora tienen 100 hectáreas, ¿cómo fue esa evolución?
Mi tatarabuelo le regaló a uno de sus hijos, Domingo Moizo (mi bisabuelo), el predio donde estamos ahora que era la estancia de Seré. Domingo se vino a vivir en 1924 y tuvo nueve hijos, quienes se fueron casando con gente de la zona. Al principio se hacían cultivos intensivos hasta que los hijos crecieron y decidieron pasar a fruticultura. Trabajaron juntos como Moizo Hermanos hasta que se separaron y cada uno se dedicó a su proyecto pero se seguían ayudando. Todos se quedaron acá menos uno que se mudó a Joanicó. Comenzaron con viñedos, luego guindas, manzanos, duraznos, grafiones (que ya no se producen), membrillos, algo de naranjas, entre otros. Hoy en la empresa estamos mi padre, mi tío Hugo, mi hermano Gustavo, mis primos Esteban y Andrea y yo. Tenemos 25 hectáreas en Melilla donde están las oficinas, más de 40 en Joanicó y 43 en Rincón del Pino, en San José. En Melilla tenemos principalmente uva de mesa, pera y manzana, en Joanicó mucho carozo (nectarinos, duraznos, ciruelas), peras y poca manzana. La manzana es más en San José por tema de riego, ahí también sumamos algo de uva de mesa y tres hectáreas de pera.

Directores de DMoizo
Directores de DMoizo. Gustavo, Grisel y Esteban Moizo. (Foto: Leonardo Mainé) 

¿Cuál es la principal fruta del negocio?
La manzana, que es el 63,5% del total de producción (unos 685.000 kilos), le sigue la pera con 21,4% (cerca de 231.000 kilos), uva 5,9% (unos 64.000 kilos), pelón cerca del 3% (38.000 kilos), entre otros. En total, en promedio producimos más de 1 millón de kilos de fruta al año.

¿Esto se correlaciona con la facturación de la empresa?
Sí. Además, en nuestro local de la UAM(Unidad Agroalimentaria Metropolitana) también sumamos frutas de otros productores desde varias partes del país porque queremos que el cliente defina todo en nuestro local. Hoy ofrecemos casi un 40% de otros productores.

¿La empresa crece año a año?
Sí, pero el gran despegue fue en 2007 cuando comenzamos con mi hermano el proyecto de exportación. La primera venta al exterior fue en 2004 pero era con un sistema antiguo y casi a mano. Luego creamos la empresa Macadel para todo lo que es comercio exterior y en esos momentos uno de los italianos a los que les vendíamos nos ofrece una máquina que mejoraba el manejo y la capacidad productiva. Llegó en 2005. Y comenzamos a recibir frutas de otros productores porque podíamos hacer packing rápido y la empresa creció. Ahí empezó en Uruguay la estandarización de los calibres por el peso y no por el diámetro de la fruta. Entonces pasamos a estandarizar cajas de 18 kilos de 100 frutas. Eso significa que todas las frutas pesan 180 gramos. Ahí los supermercados comenzaron a estandarizar con normas de calidad y crecimos un 50% en 2007 porque al tener más fruta, ofrecíamos más en Uruguay.

Manzanas DMoizo

En 2007, la empresa creció un 50% las ventas al sumar tecnología que permitió estandarizar la fruta. 

¿Hoy cuánto representa la exportación en el negocio total?
Es poco aún. El problema es que nos quedamos con una sola variedad para exportar, la manzana crispy. La fuji no se adaptó bien y no compite con la europea y la pera, si bien tiene salida, tenemos que ponerle un poco más de pienso para revalorizarla. Hoy Europa no es el mejor mercado: hay fletes caros, inflación, guerra, está la gran seca y el tipo de cambio porque vendíamos en dólares. Lo vemos como un canal alternativo de negocio pero para esto tenemos que tener frutas más uniformes, y por eso estamos trabajando en nuevas plantaciones que permiten eso y mejores calibres. También estamos buscando nuevas variedades para ser más competitivos porque exportar sirve para descongestionar el mercado interno. La apuesta es Brasil.

¿Qué pasos están dando?
Con el sistema de plantación, por ejemplo. Antes era de largo plazo, elegías un árbol que llevaba siete años dar su primera fruta. Ahora estamos cambiando a lo que en Italia se denomina monte peatonal con árboles que no crecen mucho. Ellos lo hacen por varios temas, uno es el seguro de salud, porque no hay que hacer manejos de altura. Acá no llegamos a eso porque no hay frío suficiente para que el árbol dé frutas desde abajo hacia arriba, entonces los elegimos por una línea americana mediana porque está saneado y permite escoger el tamaño de la copa del árbol. No es muy vigoroso y produce los frutos que quiero. Es manejable y en su tercera hoja da frutos, unos dos años. También sumaremos nuevas variedades. En 2021 empezamos a trabajar con una empresa francesa con damascos. Nos mandaron siete variedades, ya tenemos las plantas y el año que viene plantaremos para saber cuál se adapta y puede producir. La idea es apuntar a Brasil que es un gran consumidor de la fruta.

¿Cuáles son sus principales canales de venta?
La UAM es el 75% de las ventas porque ahí van los feriantes, autoservicios, mayoristas (algunos del interior). Ahí pusimos cámaras de frío y locales refrigerados. Supermercados es el otro 25%.

Manzanas DMoizo
Manzanas. Esta fruta representa más del 60% de la facturación de la empresa. (Foto: Leonardo Mainé)

¿Apuntan también a más volumen de producción?
Sí, pero la estrategia no es crecer tanto en volumen sino en la calidad. Porque mucho volumen no significa ganar más dinero sino más gasto en logística, en cosecha, con una fruta que vale menos. Este rubro se maneja por oferta y demanda porque no hay precio de referencia. Eso es algo que anhelamos porque tenemos costos fijos. Y cuando hay escasez los valores se disparan.

¿Esto último no se regula con medidas del gobierno como la importación?
Cada vez que entró fruta importada no bajó el precio. Importar fruta perecedera no es barato y hay mucho para perder. Desde nuestro sector le pedimos al gobierno la soberanía alimentaria, que existan políticas que nos ayuden porque si los productores nos vamos, la fruta y la verdura serán más caras. Hay que dejar el rubro de importación a los que estamos en esto porque sabemos qué es lo que hay que traer. Si lo dejás a un intermediario puede traer de más pero yo no, porque no quiero ser mi propia competencia, quiero complementar.

¿Cuánto se descarta?
Intentamos ajustar la cosecha a lo que se vende, pero cuando sobra tenemos varias acciones. Trabajamos con Redalco desde antes de la pandemia. Donamos todo lo que podemos, pero llega un punto en que la fruta no es apta para consumo y la vendemos para sidra (que no es negocio, cubre apenas los costos de fletes) o la compostamos. Ese es el problema de la fruta, tiene fecha de vencimiento y desecharla es lo que más le duele al productor,es tirar el trabajo de todo un año.

Grisel Moizo, directora de Dmoizo
Grisel Moizo. Comentó que la fruta sobrante se dona a Redalco y cuando no ya no es apta para el consumo se vende para sidra o se composta. (Foto: Leonardo Mainé)

¿Cuántas personas trabajan?
Son unos 18 puestos fijos en el campo, 20 en empacado. En Rincón, la quinta más grande, llegamos a 50 en época de zafra porque tenemos concentrada la cosecha de manzana. En los otros lugares es más escalonada la cosecha durante el año y lo hacemos con la misma gente. Es complejo encontrar personal para este rubro, sobre todo que entiendan el cuidado que hay que poner con la fruta. Por eso también vamos a sistemas que sean más simples, tanto para la cosecha como para el mantenimiento.

¿Cómo?
Vamos a invertir unos 600.000 euros en una nueva máquina y en el espacio donde se instalará. Permitirá empacar un 30% más de kilos de fruta en el mismo tiempo que ahora. Además, viene con calibrador de fruta por color y eso ayuda mucho para estandarizar las partidas y optimizar los recursos humanos porque eso ahora se hace manualmente. Entonces, vamos a crecer con la misma cantidad de gente. También nos permitirá exportar en plena zafra, cuando estamos con el mayor volumen de trabajo.

"Vamos a invertir unos 600.000 euros en una nueva máquina y en el espacio donde se instalará. Permitirá empacar un 30% más de kilos de fruta en el mismo tiempo que ahora".

Grisel Moizo, directora de Dmoizo
Grisel Moizo, directrora de DMoizo

¿Evaluaron ponerle valor agregado a la fruta con productos ?
No porque es un negocio que va por otro carril. Ahora el foco está en cómo mejorar lo que hacemos hoy, producir fruta de calidad, cómo presentarla, que llegue bien a la gente. Y ahí tenemos aún para agregar valor. También tenemos visitas turísticas desde 1993, eso lo hacen mi madre y mi hermana. Venía la intendencia con el tema del turismo social y excursiones, pero luego lo acotamos a visitas de escuelas. No es comercial.

Hoy hay una tendencia hacia el consumo orgánico, ¿qué hace la empresa en ese plano?
Vamos hacia un manejo sustentable. Estamos trabajando para disminuir el uso de agroquímicos con herramientas como dejar entrefilas empastadas, uso de feromonas para controlar los insectos, trampeo masivo para la mosca de la fruta. Es ganar-ganar: gana la sociedad y nosotros porque usar agroquímicos es caro.

¿Uruguay brinda las condiciones para producir frutas?
Estamos al límite. El sector está en un momento de estancamiento, hace dos años que no se ven resultados y crecen los costos. Antes con cinco hectáreas vivías bien, ahora es imposible.

Grisel Moizo, directora de Dmoizo

«El principal desafío es el clima, hay pocas horas de frío»

¿Cuáles son los principales desafíos de producir fruta en Uruguay?
El clima. Ya no se dan las condiciones como antes. Por ejemplo, con las manzanas necesitamos más horas de frío por debajo de 7 grados para la floración, si no pasa eso, florece poco o directamente nada. Otro ejemplo del cambio es que antes todas las plantaciones eran sin riego porque llovía más o menos 1.000 milímetros al año. Hay problemas de reserva de agua y no porque el productor no lo haya previsto, sino porque el pozo no responde al no haber agua acumulada. Entonces tenemos que buscar variedades con menores requerimientos de frío. En esa búsqueda estamos. También por eso en Uruguay debemos ser multirubros. Podemos producir de todo pero viene un año malo y te destruye. Cuando vienen de Italia no pueden creer que tengamos cítricos, durazneros, manzanos, entre otros. Allá son especialistas en una sola fruta porque están regionalizadas según las características de las zonas. Otra cosa es poder trabajar más en conjunto con el INIA o la Facultad de Agronomía para hacer más pruebas.

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