Desde hace un año Victoria Suárez está preparando el lanzamiento en México de Codiversity, su nueva startup especializada en transformación digital del talento. Y, por eso, tiene un pie allá y otro en Montevideo. Pasa un mes en cada lugar.

«Empezamos a hacer el proceso de soft landing: generar primeros acuerdos con potenciales partners, con clientes, empezar a meterse en el ecosistema emprendedor allá. Es necesario ir y generar los contactos», contó a El Empresario en su última semana en Uruguay antes de viajar a México D.F., donde dará una conferencia sobre empresas con propósito.

Para algunos la idea de ir y volver puede sonar atractiva, para otros agotadora. Suárez lo ve como algo «desafiante y hermoso», pero a la vez necesario. Disfruta del aspecto de conocer gente nueva, hacer amigos y descubrir otra cultura, pero admite que balancear dos agendas casi en paralelo no es tarea sencilla.

Suárez ya había tenido una suerte de entrenamiento en 2020, cuando tuvo que poner en pausa su vocación emprendedora y volver al mercado laboral. Viajó a Argentina para trabajar en la tecnológica Wolox y pasaba una semana en cada orilla.

Venía de cocrear Sparkids, una plataforma para niños con Altas Capacidades, que reconoce «llegó antes de tiempo» y tuvo que cerrar. Antes de eso había cofundado ReservaTelo, en 2016, una app para reservar habitaciones en hoteles de alta rotatividad.

«Empecé emprendiendo en tecnología sin haber trabajado nunca en una empresa de tecnología. Entonces, la experiencia de Wolox me permitió reconstruirme y darme cuenta que realmente traía un gran conocimiento, el aprender a armar buenos equipos. Me ayudó muchísimo en todo lo que es el desarrollo de mis habilidades de liderazgo. Tuve el desafío de armar el área de educación, que me dieran los recursos y hacerlo, en lugar de luchar con el cash flow como cuando emprendés», evaluó.

Después de un año y medio trabajando para Wolox, llegó el momento de volver a emprender. Se alió con el uruguayo Sebastián López, Head of Strategy, Enrique Mejía, Chief Technology Officer, y Diego Raffo, Chief Learning Officer y, con ella como CEO crearon Codiversity. Los cuatro están basados en países diferentes (EE.UU., Colombia, Argentina y Uruguay, respectivamente) y, de hecho, nunca estuvieron todos juntos en un mismo lugar.

Inicialmente el modelo de negocios consistía en desarrollar software, y luego pivotearon a SaaS (software as a service) para «escalar el impacto».

«La base de la empresa está en Uruguay, nos estamos consolidando en el mercado uruguayo. El año que viene seguramente abra México, pero el siguiente quizás tenga que ir a abrir otro mercado y demás. Como madre de un hijo de 14 años hay un desafío en buscar el equilibrio», remató Suárez.