Marco Stefanini es un emprendedor brasileño que hace 35 creo elGrupo Stefanini, especializado en tecnología. Pero lejos de quedarse en ese país, decidió volverlo global. Hace 12 años impulsó la transformación digital de la compañía y hoy está presente en 41 países y es considerada la quinta empresa brasileña más internacionalizada, según el Ranking de la Fundación Dom Cabral.
De hecho, para Stefanini, las compañías latinas tienen un fuerte potencial para ser globales, sobre todo por la calidad tecnológica de sus profesionales.
Prueba de ello, dice, es Topaz, tecnológica uruguaya que adquirió su grupo hace 12 años cuando era Top Systems, y que pasó de 50 a 200 personas en Uruguay y a más de 1.500 entre varios países del continente.
La estabilidad y la calidad de los técnicos fueron factores clave para que decidiera invertir en Uruguay. De hecho, tras el éxito con Topaz, tiene interés de adquirir cuatro empresas o más, con algunas ya está en «conversaciones».
Stefanini se presentó en «Test and Invest, Uruguay Business Summit», evento organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) este jueves y viernes en el Centro de Convenciones de Punta del Este.
A continuación, un extracto de la entrevista que mantuvo Stefanini con El Empresario previo a su participación en el foro.
-Desembarcó hace 12 años en Uruguay con la compra de Top Systems, hoy Topaz, ¿por qué decidió invertir en el país?
-Nos llamó la atención el activo de la empresa, tenía muy buen software para banca. Además Uruguay siempre fue un país interesante desde el punto de vista de desarrollo técnico y plataformas digitales financieras. No hablamos de cifras de inversión pero el monto inicial fue pequeño porque Top Systems era una empresa pequeña. Con los años fuimos invirtiendo para comprar otras empresas y fortalecer esa compañía. Nuestro objetivo es que Topaz sea nuestro cerebro en productos financieros.
"Uruguay siempre fue un país interesante desde el punto de vista de desarrollo técnico y plataformas digitales financieras"
-¿Cuánto pesa la empresa dentro del grupo?
-Cerca de 10% de la facturación total del grupo y eso es mucho porque hace seis años era menos del 1%. Multiplicamos la empresa por 25 en 10 años. Uruguay mantiene buena parte de la inteligencia y la dirección pero estamos sumando centros de desarrollo en otros países como Brasil, Colombia y Ecuador, porque como grupo tenemos la política de descentralizar los centros de desarrollo. Como grupo estamos en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia, EE.UU., México, Rumania, Polonia, India. Nos gusta descentralizar el conocimiento, incentivamos la diversidad.
-En los últimos años se han concretado varias compras de empresas uruguayas desde el exterior, ¿cómo ve el país como destino para invertir?
-Es un buen país para invertir. Es muy estable, tanto política como económicamente, sobre todo ahora cuando América Latina pasa por un momento difícil. Ahí Uruguay se destaca, por su estabilidad es el primero. Además, a pesar de ser pequeño, en tecnología sobresale por la calidad de sus talentos. Para empresas de productos financieros tecnológicos es un buen lugar porque en servicios pueden trabajar millones de personas, pero con productos se requiere más inteligencia. Y tercero, tiene una fuerte tradición de conocimiento financieros muy importante. Con Topaz, tenemos 250 clientes, 110 de ellos utilizan el core bancario. También alcanzamos a fintech y otros sectores como retail que lanzan sus servicios financieros. Hay un producto que creemos que América Latina va adoptar y tiene mucho para crecer que es el Sistema de Pago Interbancario (SPI) con el que cualquier persona hace un pago a otra desde su celular de cuenta bancaria a otra sin costo.
-¿Hay planes de seguir invirtiendo en Uruguay?
-Sí, a los 10 años de creado Stefanini Group, comenzamos a construir el ecosistema digital que implican varias empresas del sector. Acá en Uruguay percibimos la misma oportunidad que vimos en otros países. A través de Topaz, podemos hacer adquisiciones en Uruguay para potenciar la empresa. Tenemos interés de invertir y ya comenzamos a hablar con tres o cuatro compañías, son conversaciones iniciales. Depende del negocio si compramos una o todas. Incluso, tenemos apetito de comprar más (empresas) en Uruguay.
-¿Cómo es el modelo de compra de empresas del grupo?
-Que los socios fundadores se queden. Es una combinación más difícil pero también más estable. Normalmente un proceso de adquisición es largo porque no es solo comprar la empresa, sino que, como vamos a trabajar juntos nos tenemos que enamorar de la compañía, de la gente. Nuestro objetivo siempre es que uno más uno sume tres o más. Teníamos un plan de inversión de tres años que implicaba US$ 100 millones. Pero ya lo pasamos. Solo en 2021 fueron US$ 75 millones, y gran parte fue en Topaz. Ahora tenemos otro plan para los próximos tres años de invertir US$ 300 millones a nivel global para todo el grupo.
-¿Comprar empresas es el camino más óptimo para crecer?
-Nuestra estrategia de crecimiento es por dos frentes que se combinan y suman. Uno es el crecimiento orgánico porque es como crecemos más rápido, porque el proceso de adquisición es más caro. No somos una máquina de adquisición, incluso parte de las inversiones son internas para compras de nuevos productos, soluciones que suman. Y comprar empresas tiene un riego alto también porque se suman nuevos equipos. Lo bueno es combinar otras cosas.
-¿Qué tiene en cuenta a la hora de invertir?-Primero, la sinergia con nuestra propuesta porque somos una empresa que damos mucha autonomía a las compañías que adquirimos para que hagan su gestión. Segundo, tener un buen producto. Tercero, que tenga ambición de crecer. Pero, sobre todo, el equipo. Cuando compramos una empresa de tecnología, sea de servicios o productos, se «compra» el equipo.
-Compró Topaz y luego se potenció al mundo, ¿dónde Uruguay puede competir a nivel global?-Como es un país chico, se tiene que concentrar en servicios de valor agregado. Brasil es un país grande con mucha población y puede dedicarse a servicios en tecnología. Uruguay debe ser como Irlanda o Israel, concentrarse en valor agregado.
-Se habla de retracción en el mundo para el sector tecnológico, ¿cómo ve a América Latina en ese sentido?-Nuestro grupo siempre creció en las crisis y el impacto no es el mismo para todos los sectores, hay amenazas, pero también oportunidades. Mi vida siempre se centró en trabajar más en momentos complicados. Segundo, Latinoamérica hoy es la mejor región del mundo para servicios financieros digitales porque tiene una larga población no bancarizada, abierta a innovación. Además, varios de los principales países de la región, como México, Brasil, Colombia y Argentina, tienen intereses financieros muy altos y eso genera buen ambiente económico para servicios financieros digitales.
-¿Cuáles son los próximos pasos del grupo?
-Consolidar nuestra plataforma financiera. Ahí tenemos temas para desarrollar como blockchain, open finance, sistemas de pago. Hoy somos líderes en América Latina, el año que viene la idea es crecer en EE.UU. y en Europa.
-Son mercados más maduros y con competencia...
-Es cierto, pero es bueno trabajar en mercados maduros. Además, los técnicos sudamericanos son muy buenos, tanto en conocimiento de tecnología como de banca, entonces tenemos esas ventajas.
-¿Cuál es su diferencial frente a la competencia?-Tener buenos productos, un equipo muy fuerte que combina servicios y productos y 35 años del grupo que brinda confianza de trabajo con foco en el cliente.
-Tiene varios reconocimientos como empresario, ¿qué debe tener hoy un emprendedor y empresario para tener éxito en la región?-Trabajar mucho y determinación, pero sobre todo, en Latinoamérica hay que tener mucha resiliencia porque hay muchas crisis. También hay que tener humildad de saber oír, aprender todo el tiempo, corregir errores y estar muy enfocado al cliente.
«Latinoamérica se tiene que integrar más»
-Su grupo nació en Brasil pero ha crecido con empresas y negocios en varias partes del mundo, ¿qué desafíos tienen las empresas del continente para llegar a más países?
-Como latinos, deberíamos explorar más nuestras capacidades. Tenemos más de lo que pensamos. Muchas veces nos subestimamos mucho, no creemos en nosotros y deberíamos confiar más. Latinoamérica no es un mercado pequeño. Yo hoy veo con mucha satisfacción que los jóvenes emprendedores son mucho más globales que lo que éramos antes. Creo que un primer desafío a superar es que la región se tiene que integrar más. Brasil está más aislado y debería estar más integrado. Lo segundo sería tener sistemas políticos y económicos más estables y tercero, hacer un mejor marketing de la región. Tenemos talentos y tesoros escondidos que muchas veces no mostramos al mundo. Nosotros somos una empresa de origen brasileño, pero somos globales. Lo mismo Topaz, es una empresa uruguaya para el mundo, integrada a un grupo.