Los resultados surgen tras un exhaustivo proceso que incluyó tres evaluaciones, 11 fuentes de información y 1.174 encuestas. La elaboración del ranking comenzó en junio cuando 200 directivos —de compañías que operan en Uruguay con facturación superior a US$ 10 millones— respondieron el cuestionario de Merco. Estos integrantes seleccionaron las 10 empresas con mejor reputación (excluyendo la suya) y señalaron en cada una tres fortalezas y una debilidad entre 18 variables.
Entre los valores se destacan resultados económicos financieros, calidad de la oferta comercial, talento, ética y responsabilidad corporativa. Las respuestas permitieron crear un ranking provisorio con las empresas de mejor reputación.

A la mirada de los directivos se le sumó la evaluación de 159 expertos (stakeholders). Analistas financieros, periodistas de información económica, integrantes del gobierno, responsables de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), sindicatos, asociaciones de consumidores, catedráticos del área de empresas, social media managers, directores de comunicación y líderes de opinión respondieron a Merco.

Finalmente entre septiembre y octubre, 815 consumidores valoraron la reputación global de las empresas. Tras todo el proceso, el ranking global fue verificado por KPMG.

Las evaluaciones tienen un peso distinto para conformar el ranking definitivo: 31% corresponde a la evaluación de directivos, 57% aportan los expertos y 12% otros monitores.

«En plena pandemia, en Uruguay se sumaron stakeholders y hubo una participación superior a 2019», remarcó Jorge Pérez Esquivel, director General de Merco para Argentina, Uruguay y Paraguay.

«Este año se subraya especialmente como fortaleza a las empresas más éticas y responsables», así como también un aumento de la calidad de la oferta, remarcó Pérez Esquivel y agregó que debido al COVID-19 la dimensión internacional de las firmas decreció.

Recomendación de clientes, solvencia, valor de marca, potencial de crecimiento y el comportamiento corporativo ético son algunas de las fortalezas de las firmas que más sobresalieron en este último año, según la visión de los directivos.

En cambio, obtener mayores beneficios, aumentar la calidad laboral, fomentar el orgullo corporativo y desarrollar nuevos productos y servicios aún están en el debe.

Del estudio también se desprende que la visión de los consumidores sobre el papel de las empresas en el marco de la crisis marca una tendencia más bien favorable. El 78,7% dijo mantener su opinión respecto a la empresa que valoró antes de la pandemia, mientras que un 15,8% manifestó que mejoró su percepción. Solo un 5,5% dijo que su opinión empeoró. El saldo positivo (10,3%) ubica a Uruguay en mejor posición que mercados como Argentina (6%) o España (4,5%).

Aunque el coronavirus influyó en operaciones y ventas, un gran aprendizaje que surge es que no puede afectar los principios de una empresa porque es momento de «hacer tangibles los valores corporativos y hacer crecer el capital social».

Según el director de Merco, estos tiempos son propicios para construir reputación y forjar el liderazgo. Aunque la situación actual genera problemas, también da oportunidad de demostrar la responsabilidad y el compromiso social.

«Hay que intervenir decididamente para demostrar nuestra capacidad y valor como agente social actuando responsablemente en ayuda de nuestros trabajadores y de la sociedad de la que formamos parte», señaló.