EJECUTIVOS
Ocho veces le negó la visa EE.UU al creador de esta plataforma de videollamadas, que ganó terreno ante el aumento del teletrabajo y la caída de las actividades presenciales por el coronavirus
Hace tres décadas, luego de escuchar un discurso del cofundador de Microsoft Bill Gates sobre Internet, Eric Yuan decidió que quería formar parte del auge de las puntocom de Silicon Valley. Pero el empresario nacido en China se topó con un gran obstáculo. El gobierno de EE.UU. le negó ocho veces su solicitud de visa.
Después de dos años de rechazos, Yuan finalmente ingresó al país y ahora es el principal accionista de la firma de servicios de videoconferencia Zoom Video Communications, que hoy es furor producto del distanciamiento social por la pandemia del coronavirus.
EE.UU. es el país elegido por más de tres cuartas partes de los chinos ricos que buscan emigrar, según el Hurun Research Institute y la consultora sobre inmigración Visas Consulting Group. Yuang se sumó a ellos.
El director ejecutivo de Zoom se unió a Sergey Brin de Alphabet, Jensen Huang de Nvidia y Elon Musk de Tesla que, al igual que él, son inmigrantes que devinieron en multimillonarios tras ayudar a crear compañías en Silicon Valley.
Antes de poner en marcha Zoom en 2011, Yuan trabajó en WebEx Communications, una empresa de conferencias en línea, y después se sumó a Cisco Systems luego de que esta última adquiriera la compañía a cambio de US$ 3.200 millones a comienzos de 2007.
Ese mismo año, el ejecutivo concluyó que abandonar su cargo ejecutivo era la única manera de crear un producto de la manera que él se imaginaba. Abandonó Cisco y desarrolló su propia plataforma de software de videoconferencia. «El propósito de la vida es busca la felicidad y yo no estaba más feliz, entonces, ¿cuál era el riesgo?», contó en una entrevista a la cadena CNBC.
A Yuan se le ocurrió la idea de Zoom después de viajar muchas veces durante 10 horas para ver a su novia cuando eran estudiantes universitarios. Hoy Zoom cuenta con empresas del porte de Uber y Wells Fargo entre sus clientes y permite realizar desde aulas virtuales a conferencias entre empresas.
Su apuesta valió la pena y en abril de 2019 Zoom concretó con éxito su oferta pública inicial de acciones (OPI). Sus acciones subieron más de 50% y su cotización en el mercado supera los US$ 25.500 millones. Hoy Yuan tiene el 22% de participación en Zoom y su firma atiende a más de 65.000 empresas, lo que se traduce en 40 millones de usuarios que eligen su software de videconferencias (tanto en celuares como en equipos de conferencias tradicionales).
Según datos de Apptopia recogidos por Reuters, la base de usuarios activos diarios de Zoom Video Communications Inc creció 67% desde principios de enero. Sin embargo, los analistas advierten que no todas las aplicaciones comerciales verían una ganancia financiera correspondiente del aumento de la demanda. «Quienes ofrecen este tipo de servicio, tienen una versión freemium, entonces, ¿por qué los usuarios pagarían si pueden usarla gratis?», remarcó Jonathan Kees, analista de Summit Insights Group, refiriéndose a empresas como Microsoft Teams y Zoom.
El coronavirus
Aunque Zoom comunicó que en las últimas semanas detectó un aumento en su uso, aún considera prematuro decir si sus usuarios se transformarán en clientes pagos.
Cuando en enero el virus COVID-19 se propagó en China, la compañía comenzó a prepararse para grandes cambios. Clientes como Walmart y Dell empezaron a trasladarle a la firma sus inquietudes. Por ese entonces, Yuan comenzó a preguntarse si sus empleados locales podrían pasar a comunicarse a tiempo completo a través de la plataforma, según contó a la revista Forbes.
Zoom ya había entrenado a su personal sobre las respuestas a los desastres naturales en el período previo a su salida a bolsa, pero no había anticipado que un desastre de este tipo se produjera por una pandemia.
Con servidores distribuidos en 17 centros de datos en todo el mundo que Zoom opera por sí mismo, hasta ahora logró manejar el mayor volumen de videoconferencias y llamadas, consignó Forbes hace dos semanas.
En sus centros de datos, Zoom opera una arquitectura en la nube utilizando el escalado automático, un método que monitorea el uso de las aplicaciones y hace que sea más fácil agregar más potencia de cómputo cuando se eleva la demanda, y luego reducirla para ahorrar costos cuando la demanda cae.
Los centros «se configuraron para manejar oleadas de tráfico de 10 veces la normal, o 100 veces», puntualizó Yuan, el empresario que hasta 2015 no contó con un departamento de marketing e impulsaba el crecimiento de su empresa solo con el «boca a boca» y respondía personalmente los mails de los clientes que pensaban en dejar de emplear su producto. «Esto logró que Zoom conquistara la credibilidad de sus usuarios y ganara su fidelidad», aseguró.