Fernando Falcón es de Brazo Oriental, Montevideo, químico farmacéutico, bioquímico clínico, surfista y emprendedor. En Uluwatu, al sur de Bali, Indonesia, cumplió el sueño de tener un bar en la playa; abrió un restaurante en el que vende pizzas, panqueques rellenos de dulce de leche, alfajores, empanadas y milanesas, entre otros platos que recuerdan a su Uruguay natal.
Su periplo comenzó varios años atrás. En 2015 decidió viajar por tres meses a Costa Rica para surfear, pero «se enamoró» del país y decidió quedarse. Ese fue el puntapié inicial para emigrar y emprender.
Falcón quiso demostrarse a sí mismo que podía sobrevivir «haciendo cualquier cosa» no vinculada a la química y emprendió vendiendo panqueques con dulce de leche en la playa. Estuvo un año allí hasta que volvió a Uruguay para realizar una suplencia como químico farmacéutico. Pero sólo fueron cuatro meses. Trabajó, ahorró y volvió a Costa Rica. Al retornar lo hizo con una cuerda de tambores y la idea de enseñar candombe, junto al surf otra de sus pasiones. Comenzó a tocar con argentinos y luego a hacer shows. Pero las ganas de conocer nuevas culturas lo llevaron a mudarse a California, EE.UU. en 2017, donde trabajó en granjas de cannabis. Por un tiempo dividió su vida trabajando entre Costa Rica y EE.UU., hasta que en 2020 decidió irse a Uluwatu, uno de los mejores lugares del mundo para surfear.
Sueño de emprender
Falcón disfrutaba de la vida en Uluwatu, pero empezó a tener pesadillas en las que se veía regresando a Uruguay. Se lo contó a un conocido y le dijo con mucha seguridad: «me quiero quedar acá». De esos sueños nació una oportunidad; su amigo conocía un local que había sido un restaurante brasileño y estaba en alquiler. Falcón lo arrendó, lo reformó y abrió La Bamba, en principio por un mes, porque la pandemia de covid-19 lo obligó a cerrar. En ese tiempo volvió a EE.UU. a trabajar y en 2022 retornó al sudeste asiático con la idea de fortalecer su proyecto gastronómico.
Comensales latinos
A 12 horas de diferencia con Uruguay, con música de fondo y cerca de una mesa llena de latinos, Falcón contó —a través de una videollamada— la trayectoria de su restaurante. Comenzó con una propuesta de desayunos a la que después le sumó otros platos, y para eso contrató a un chef local que lo ayudó a crear la carta. Unos amigos le compartieron la receta de la pizza uruguaya y la incorporó al menú con un horno a leña.
Próximamente inaugurará una parrilla para agrandar la carta con chorizos, mollejas y morrones rellenos.
La Bamba está cambiando, y una de las novedades que destaca es «La Previa», una fiesta con música latina que reúne a turistas y busca llevar al local hacia una lógica más de pub. Pronto presentará también un show de candombe. «La Bamba está empezando a ser el centro de latinos y españoles», contó Falcón, convencido de que tomó decisiones que cambiaron su vida y hoy le dan el privilegio de vivir donde quiere hacerlo, cerca de las olas.
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De niño estudió en la Escuela México y ahora lidera una agencia de publicidad en el país azteca
Es uruguaya, emigró a París y se convirtió en líder de marketing digital en una multinacional de tecnología
Nació en Malvín, trabajó en Beijing, Singapur y Santiago de Chile y ahora es líder en la cadena Hilton en Miami