EMPRESAS
La empresa Our Ecolution instalará su planta, que convierte residuo agrícola en material de construcción, de la mano de la firma de inversiones Capital Oriental
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Ni los sistemas de transporte a combustión, ni las industrias con chimeneas. El sector de los edificios y la construcción -a través de sus procesos, la producción de sus materiales y el consumo energético asociado- es responsable del 40% de los gases de efecto invernadero según la ONU. Frente a ello, la empresa sueca Our Ecolution propone un modelo de construcción basado en materiales fabricados con residuos agrícolas. Como parte de su estrategia, la compañía instalará en Uruguay una planta con el asesoramiento de Capital Oriental, firma especializada en conectar inversores con proyectos de impacto positivo. El emprendimiento implicará una inversión de US$ 10 millones.
El núcleo del proyecto son los paneles constructivos fabricados con residuos agrícolas, es decir, paja de cereal (trigo, arroz, cebada) y sin otro aglomerante que la lignina (polímero natural al igual que la celulosa y la hemicelulosa).
«En este proceso lo que se hace es elevar la temperatura del material a 180 grados, se licúa la lignina y después se comprime. Luego, al tomar temperatura ambiente (el material) se solidifica», explicó el argentino Juan Manuel Vázquez, CEO de Our Ecolution para América Latina.
El impacto potencial de este material alternativo de construcción es gigantesco, señaló Vázquez: «en el mundo hay 230.000 millones de metros cuadrados construidos y de acá al 2060 habrá 230.000 millones más, entonces, ahí uno toma idea de la escala y el impacto que los materiales y el estilo (constructivo tradicional) tienen en el desbalance de carbono».
Por el contrario, los paneles de residuos agrícolas son carbono negativos. «Nosotros podemos hacer que la vivienda -que es el principal emisor de gases a la atmósfera- pase a ser un reservorio de carbono», destacó el CEO.
Base de operaciones
La estabilidad macroeconómica que ofrece Uruguay decidió a Vázquez a promover el país como destino para una planta de Our Ecolution ante sus directores.
Para impulsar el proyecto entró en acción Capital Oriental. «Vamos a apoyarlos en la instalación de la planta y también en proyectos de construcción de casas con este material», detalló Jaime Miller, socio de la firma. Este trabajo implicará salir a buscar financiamiento para la planta, que demandará unos US$ 10 millones (entre equipos y capital para los primeros años de operación), y a la vez facilitar contactos locales para hacer desarrollos inmobiliarios con este material, especialmente de vivienda promovida, un sector con alta demanda.
La fábrica no solo producirá materia prima sino también componentes (paneles divisorios prearmados de dos o tres placas) e incluso viviendas que se ensamblan e instalan en el predio del cliente.
Los impulsores del proyecto aún no definieron el lugar donde se emplazará la planta, ya que están analizando diversos factores como la logística, disponibilidad de materia prima, costos de fletes, infraestructuras y los apoyos que puedan dar los gobiernos departamentales, enumeró Miller. Una opción es instalar la fábrica en un parque industrial, añadió. Según los voceros, la primera línea de producción se traerá este año. Trabajando en tres turnos, la planta puede ocupar a unas 30 personas, precisaron.
Uruguay será, por otra parte, un punto estratégico para la presencia regional de Our Ecolution, indicó Vázquez. La fábrica permitirá abastecer a otros mercados en Latinoamérica y funcionará como «cuartel de operaciones general en el mundo», por ejemplo, a la hora de realizar capacitaciones.
Un material con larga tradición en Europa
Our Ecolution no es la única empresa especializada en lo que se conoce como construcción sustentable, admitió Vázquez, pero se diferencia de sus competidores en que utiliza un «invento sueco bastante antiguo y probado». El uso de paneles de fibra agrícola comprimida nació en Suecia en 1935, «por lo cual conjuga algo muy complejo como es tener un material innovador pero con muchísimos años ya de ser probado», comentó el CEO de la compañía para la región de Latinoamérica.
Este insumo fue utilizado para la reconstrucción de viviendas tras la Segunda Guerra Mundial. De hecho, Vázquez explicó que en la actualidad hay personas que en Europa quieren remodelar su vivienda y al tirar abajo una pared se encuentran con este material que no sabían que tenían en su vivienda.