Tres de los principales fabricantes de autos del mundo decidieron no anunciar sus productos en el Super Bowl 2024, la final del campeonato de la National Football League (NFL) de EE._UU, uno de los eventos multitudinarios más vistos en la televisión estadounidense.

Las empresas Stellantis, General Motors y Ford anunciaron que no participarán de la pauta publicitaria del evento deportivo que se realizará el próximo domingo 11 de febrero, en el Allengiant Stadium, en Paradise, Nevada.

La exposición que brinda el evento a las marcas es enorme y, por eso, su espacio de anuncios es muy codiciado por las empresas. Firmas como Coca-Cola, Apple, Budweiser o Disney han estrenado durante el Super Bowl algunos de los anuncios de más impacto de la televisión estadounidense. Pero los costos por esa exposición son elevados: en 2023, las cadenas CBS y Paramount cobraban US$ 7 millones por anuncios de 30 segundos durante la transmisión del evento, medio millón de dólares más de lo que costaba en 2022 y US$ 1,5 millones más que en 2021.

La final del fútbol estadounidense se ha convertido en el principal escaparate publicitario para las grandes marcas de consumo del mundo, gracias a que el espectáculo deportivo genera uno de los más elevados niveles de espectadores televisivos del país. El Super Bowl se ha transformado en más que un espectáculo deportivo, ya que año a año el público espera además la participación de destacados artistas de la música. Este año el cantante Usher fue el elegido de la NFL para cantar en el entretiempo del partido.

Stellantis, multinacional con sede en Amsterdam, se sumó a dos de los principales fabricantes estadounidenses de automóviles, General Motors y Ford, que también desistieron de anunciar en el evento deportivo este año.

Stellantis, empresa que posee las marcas Jeep, Dodge, Chrysler y Ram, informó en un comunicado que no anunciará este año en la final deporiva ya que la situación del mercado del automóvil en EE.UU. es «difícil» actualmente. «Estamos evaluando nuestras necesidades empresariales y tomaremos las decisiones apropiadas para proteger nuestras operaciones en Norteamérica», indicó el comunicado.

La compañía develó que sus ventas en EE.UU. cayeron 1% durante 2023, reduciéndose a 1,5 millones de vehículos. Esa caída supuso que el grupo empresarial fuera superado por el conglomerado surcoreano Hyundai-Kia, que se convirtió en el cuarto fabricante de vehículos —por volumen de demanda— del mercado estadounidense.

La retirada del Super Bowl no es la única decisión que Stellantis tomó para recortar gastos. Otro de los anuncios que la firma realizó, de forma inesperada, es que tampoco participará del Salón del Automóvil de Chicago, uno de los más importantes del país y que se celebrará en febrero. Según informaron representantes, la firma decidirá caso a caso en qué salones del automóvil participará este 2024.

Hasta el momento, la única participación asegurada de las marcas del fabricante será en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York, en marzo. En la misma ciudad en donde 100 años atrás la marca Chrysler —durante décadas una de las marcas más importantes de EE.UU.— presentó su primer modelo, el B70, en la Feria del Automóvil de Nueva York.