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La hegemonía brasilera en el fútbol sudamericano tiene hoy dos grandes protagonistas: Palmeirasy Flamengo. Ambos representan dos estilos de juego distintos; los paulistas son más pragmáticos y efectivos, los cariocas apelan a una propuesta más vistosa.

El popular «Fla» también llama la atención por sus rutilantes contrataciones, figuras de talla internacional provenientes del fútbol europeo y en plena vigencia, como el experimentado volante chileno Arturo Vidal (desde Inter de Milán), su compatriota Edgar Pulgar (exFiorentina), el delantero Everton Cebolinha (desde Benfica) y el lateral uruguayo Guillermo Varela (exjugador del Dinamo de Moscú).

Se suman a un plantel que ya contaba con figuras como «Gabigol», Giorgian De Arrascaeta, Felipe Luiz, David Luiz y Éverton Ribeiro.

Y van por más: tras caerse el pase del volante ofensivo Oscar, con pasado en la verdeamarelha, se rumorea que el club irá tras el crack colombiano James Rodríguez.

El equipo más popular de Brasil puede permitirse estos fichajes por sus ingresos millonarios. Ahora le queda pasar a Vélez y ver si recobra la corona como el mejor de América que desde hace dos años luce su rival Palmeiras.

El poderío del club carioca se refleja en su plantel, valuado en US$ 160 millones. Su jugador más valioso es el centrodelantero Gabriel Barbosa («Gabigol»), cuyo pase está estimado en US$ 24 millones, según el sitio Transfermarkt; le sigue el volante uruguayo Giorgian De Arrascaeta, con un valor de US$ 18 millones. Flamengo tiene la segunda plantilla más cara de todo el campeonato brasileño y la Copa Libertadores; solo lo supera el vigente campeón de América, Palmeiras (US$ 175 millones).

A principios de año, el Flamengo estimó su facturación en 1.000 millones de reales, es decir, US$ 176,5 millones, publicó el diario Clarín. La cuenta se basaba en los ingresos por la venta de derechos de televisación de partidos (más de US$ 40 millones), indumentaria, acuerdos comerciales con patrocinadores (US$ 45 millones) y el pago de la cuota de sus 140.000 socios (que se traducen en US$ 26 millones). Los cariocas son una máquina de facturar.

Este presente ostentoso contrasta con la crisis que vivió el club en 2013 cuando su deuda ascendía a US$ 380 millones. La implementación de un plan de austeridad y la revalorización de los activos del club, entre ellos la venta de jugadores, catapultó al «Fla» a la cima del fútbol sudamericano.

El rubronegro, es el club más popular de Brasil. Se dice que sus hinchas representan el 24% de la población del país, es decir, 50 millones de personas. Semejante número tiene un gran impacto, por ejemplo, en la venta de camisetas. Al año, el Mengão coloca en el entorno de 2 millones de casacas.

En enero de este año, el Flamengo y Adidas, la marca alemana que firma la camiseta rojinegra, acordaron la extensión de su contrato hasta 2025, por un monto global de 70 millones de reales (US$ 13 millones, al cambio actual). Además, se sumaron otros beneficios como un aumento del porcentaje que le deja al club la venta de casacas, que pasó del 10% al 35%, el desarrollo de nuevas líneas de indumentaria y mejores condiciones en los derechos de explotación de las tiendas físicas y online.

Varias marcas son socios comerciales del Flamengo y tienen presencia en su camiseta a cambio de muchos millones. Su patrocinador principal es el Banco BRB, que paga 32 millones de reales (US$ 6 millones) al año. Mercado Libre, Pixbet, Havan, TotalEnergies, ABC, TIM y Moss también se hicieron su lugar en el uniforme.