El domingo es ideal para salir a merendar, sin embargo no es sencillo encontrar un café abierto ese día. Y menos en enero. Flora, ubicado en la esquina de Canelones y Convención, llegó para cambiar esto. Abre todos los días, de lunes a domingo, desde las 9 hasta las 20 h.

El eje de su propuesta es la «comida consciente», como explica su fundadora, Florencia Ramírez. De hecho, cuentan con una huerta dentro del café con hierbas que luego se usan en sus preparaciones. Ramírez, junto a su socio, Maximiliano Araja, abrieron Flora el pasado diciembre.

«Tenemos pesca local, los huevos son orgánicos, al igual que la verdura y la fruta. La idea es hacer énfasis en lo que es artesanal y uruguayo», agrega la emprendedora.

En la carta se pueden encontrar platos clásicos, pero con un toque diferente y saludable. Por ejemplo, el tostón de pan de campo, hecho con masa madre, ricotta casera, palta, tomate y huevo revuelto.

O los panqueques fit, con una masa hecha de avena, claras de huevo y banana. Para el topping hay frutas de estación, mantequilla de maní, lascas de frutos secos y néctar de coco.

«Respetamos todas las dietas y ofrecemos platos variados, vegetarianos, plant-based y sin gluten; aún así, también ofrecemos proteínas animales, que servimos en porciones razonables y acompañadas de verduras frescas», añadió.

Este énfasis en lo saludable surgió de una necesidad propia. «Me interesa mucho la nutrición y los platos tienen una proteína, un carbohidrato y una verdura. Siempre supe que quería incursionar en la gastronomía con una propuesta consciente, pero no como una cuestión de marketing, sino consciente de verdad», dice Ramírez.

El espacio se caracteriza por su luminosidad -tiene un gran ventanal que da a la calle-, con azulejos blancos que contrastan con detalles de colores pop, como el verde y el rosa. La decoración tiene una frescura que rompe con lo «masculino» que suele caracterizar a los cafés montevideanos, y es un fiel reflejo de su creadora, que colaboró con el estudio de interiorismo Narciso.